Finalmente se estableció la creación del fondo de estabilidad gestionado por la Comisión Europea, con recursos que se captarían en los mercados de capitales o a través de instituciones financieras. La primera parte está limitada por los recursos propios disponibles por la Comisión Europea, unos 60.000 millones de Euros. El acuerdo intergubernamental sobre las garantías resultó el más difícil de alcanzar por las exigencias de Alemania, Finlandia y Holanda que lograron una participación muy activa del FMI de hasta 220.000 millones, equivalente a la mitad de los compromisos de los Estados Miembros. Los plazos de amortización, tasas de interés y demás características de los préstamos serán aprobados por el Consejo por mayoría, a propuesta de la Comisión Europea y de acuerdo con el BCE. Se distribuirán en varios tramos y antes de cada pago se verificará si el país beneficiario cumple con los ajustes comprometidos. Durante la reunión se desarrolló un duro debate sobre la necesidad de incluir en el acuerdo un compromiso de los Estados miembros en la línea de adoptar nuevas medidas para reducir el déficit público.
El mecanismo de asistencia financiera está dirigido a proteger de manera especial a Irlanda, Portugal, España e Italia, que la semana pasada habían visto cómo el costo de su deuda soberana se disparaba sin pausa. La tasa de interés de los bonos a 10 años de Portugal se elevó hasta el 6,26%, lo que supone un diferencial respecto al bono alemán que es el que se utiliza de referencia, del 3,49%. El costo de los bonos se ha incrementado también en Irlanda (5,95%); España (4,44%); Italia (4,30%) y Reino Unido (3,88%). Grecia recibió una ayuda que le permitirá disponer de hasta 110.000 millones de Euros en los próximos años a un tipo de interés del 5%. Diez días atrás, la tasa de interés de la deuda griega estaba en 12,5% a pesar de la ayuda recibida. El Euro hoy cayó a 1,26 dólares desde 1,329 dólares en la segunda semana de Mayo, y se ha devaluado un 16% desde finales de Noviembre.
Lo cierto es que el acuerdo pretende evitar que la crisis de Grecia se repita en otros países europeos y termine en catástrofe, para fortalecer la coordinación económica de la zona Euro, y para endurecer las sanciones a los países que no cumplan el pacto de estabilidad y crecimiento (actualmente 20 de 27 países). Reino Unido y Suecia, no están en la zona Euro, por eso no participarán en el rescate, aunque hicieron duras declaraciones, mencionando que sus contribuyentes y jubilados no tenían porque ser solidarios con los problemas de los ciudadanos griegos. En mi impresión, Alemania y Francia están ganado tiempo para ver como se sacan de encima a los países con inconsistencias manifiestas para compartir una zona monetaria de privilegio.
Por el momento, quienes quieren permanecer, comienzan con las pautas de la Unión Europea. España ha cedido a las presiones y ha desplegado una batería de medidas archiconocidas-bajar empleados públicos, tocar a jubilados y pensionados y desocupados. La frase del “marketing del ajuste español” ya se acuño: “un esfuerzo colectivo, equitativo y justificado”. Con este envoltorio, el socialista Zapatero ha dado a conocer el paquete, sometido a la lógica del conservadurismo más ortodoxo, y ha descargado la corrección hacia los sectores más débiles. Nada de lo que se esperaba ha sido anunciado, como el impuesto al patrimonio o el de sociedades, no hay reforma fiscal a las rentas, ni nada que involucre a los bancos…lo veo difícil, no deberíamos descartar ningún escenario de movilización “a la griega”.
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