Los riesgos crecen, y aunque el default pudiera evitarse (con el blindaje), los miembros de la Eurozona que rescataron a Grecia tendrían que asumir una enorme carga financiera, porque los inversores privados reducirán de manera permanente su exposición. A medida que la deuda de Grecia crezca, el “flight to the quality” de los inversionistas se irá en una estampida, del tipo manada.
Tras el default de Argentina, la experiencia de haber reestructurado la deuda soberana, haciendo rebotar el nivel de actividad en una “V” empinada-aún pagando el precio de la exclusión de los mercados-, fue altamante exitosa, y los intentos permanentes de realizar canjes con soporte de ajustes y prestamos del FMI, que hundieron la economia, quedaron desacreditados para siempre en el país.
El gobierno argentino y los acreedores cooperaron razonablemente, y la significativa "quita" de la deuda, fue uno de los pilares que sostuvo el “turn around” de la economía local. Las estrategias legales para alentar a los acreedores a participar en la operacion de reestructuración y evitar mayoritarios grupos de "holdouts", ha marcado una huella, y ayudará en el futuro a pensar a los deudores en problemas, habiendo verificado que existen otras opciones.
Grecia luce un poco más complicado que la Argentina, pero los tenedores de bonos deben prepararse para enfrentar un recorte severo. Abogados especializados en deuda soberana sostienen que una reestructuración de la deuda griega sería más fácil de lo que muchos estiman, aunque obviamente no resolveria todos los desafíos. Sobre todo, los daños emergentes del default, desbordarían la capacidad de respuesta por los CDs (credit default swaps), que aún no han jugado un papel muy importante en ninguna otra reestructuración de deuda soberana.
El default “per se”, legalmente no sacaría a Grecia del "Euro", ya que un miembro de la Eurozona no tiene moneda propia para poder devaluar inmediatamente, ni tampoco parece fácil encontrar un medio para excluirlo del área monetaria, ya que la pertenencia en principio estaba destinada a ser para siempre.
De todas maneras, ningún país ni asociacion de paises puede prohibir la decisión de salir y usar una moneda local, y si Grecia decidiera hacerlo, haría mucho menos doloroso el ajuste, la misma tendría que ser creada, implicando cierta complicación ya que todos los contratos de bonos, depósitos bancarios, salarios, etc., tendrían que ser “re denominados” en la nueva moneda.
La experiencia de la pesificación asimétrica en Argentina, que violó toda la normativa vigente, fue muy compleja, pero aquí estamos, vivitos y coleando. El Euro que fue planeado en detalle, trabajo solo para "el éxito". No parece que los "cerebros" tengan preparado un mecanismo que gatille la resolucion de conflictos potenciales, en caso de presentarse un asunto traumático.
El default de un miembro de la zona representaría sin dudas, un golpe para al Euro y su prestigio, pero no debería significar necesariamente la defunción de la moneda común, si Grecia o quien fuere, saliera de la zona y regresara a su status previo al ingreso.
Esta ultima conjetura que se me acaba de escapar, no tiene “probabilidad cero”.
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