sábado, 15 de mayo de 2010

Salvataje

Los supuestos del salvataje griego son:

1) Grecia necesita 5 años para estabilizar su relación deuda / PBI.

2) Grecia puede tolerar un fuerte ajuste fiscal en los próximos años.

3) Los inversores privados de Grecia estarían dispuestos a refinanciar la deuda a un tipo de interés en torno de 5% anual, si un fondo de rescate cubre los nuevos préstamos del país.
4) La economía griega comenzará a crecer de nuevo en 2013.

Así las cosas, Grecia tendría que reducir su déficit fiscal primario-esto es, excluyendo intereses-, en al menos 12 puntos porcentuales, para limitar su carga de deuda. Entonces la deuda llegaría a un nivel máximo en 2014, momento en el cual la misma se estabilizaría en un extravagante 150% del PBI.
Realizar idénticos recortes en su presupuesto y salir de la recesión al mismo tiempo luce inviable.
Si lo que se pretende es recuperar la competitividad necesaria para inducir un crecimiento económico sostenido, los precios y salarios en Grecia tendrían que caer fuertemente, lo cual detendría el crecimiento del PBI nominal en el corto plazo, haciendo que los recortes en el presupuesto resulten más difíciles de concretar a la postre.
Los riesgos crecen, y aunque el default pudo evitarse, los miembros de la Eurozona que rescataron a Grecia tendrán que asumir una enorme carga financiera, porque los inversores privados reducirán de manera permanente su exposición. A medida que la deuda de Grecia crezca, el “flight to the quality” será una estampida en manada (Observe el valor del Euro en estos días)
Experiencia Argentina

Tras el default de Argentina, la experiencia de haber reestructurado la deuda soberana, haciendo rebotar el nivel de actividad en una “V” empinada-aun pagando el precio de la exclusión de los mercados-, fue altamente exitosa, por eso los intentos permanentes de realizar canjes con soporte de ajustes y prestamos del FMI, que hundieron la economía, quedaron desacreditados para siempre en el país.
El gobierno argentino y los acreedores cooperaron prudentemente, y la significativa "quita" de la deuda, fue uno de los pilares que sostuvo el “turn around” de la economía local.
Las estrategias legales para alentar a los acreedores a participar en la operación de reestructuración y evitar mayoritarios grupos de "holdouts", han marcado una huella. Nuestra experiencia pos default ayudara a los deudores en problemas a pensar que existen otras opciones.
Grecia luce más complicado que la Argentina, y creo que los tenedores de bonos deben prepararse para enfrentar-en algún momento-un recorte severo en una posible reestructuración de la deuda. La restructuración por si sola no resuelve todos los desafíos, pero “detiene la hemorragia”
Ningún país, ni la Eurozona, pueden prohibir la decisión de salir del Euro y usar una moneda local. Si Grecia decidiera hacerlo, haría mucho menos doloroso el ajuste. Con la devaluación de una moneda propia frente al Euro, sustituiría importaciones y promovería exportaciones.
En la Argentina fue y es el superávit comercial con su contribución de 8 años, lo que permitió alcanzar la solución fiscal, impulsar el PBI y bajar la relación deuda/PBI, insertando los pagos dentro de límites más cómodos, con recursos propios.
Consecuentemente los supuestos mencionados al principio de este articulo, “ajustar lisa y llanamente”, no me parecen una alternativa realista, lo único que se lograría es frenar el crecimiento, aumentar el desempleo, y el malestar social. A la postre, se podría afectar el orden político institucional, como en la experiencia Argentina 2001.

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