domingo, 18 de septiembre de 2011

Un grito de corazon! es la inflacion es la inflacion!


Las mediciones “masomenométricas” de las consultoras mas distinguidas, mantienen estable el ritmo de crecimiento de los precios, en alrededor del 22%. Este consenso de artesanos económicos espera que la inflación 2011, finalice en niveles de 22/23%.

Para ellos “la pregunta del millón” (ya que parece no existir ningún otro tema de preocupación en la economía argentina) es respecto de lo que sucederá en 2012, con los precios. El consenso de “pesimistas full time” considera que durante el próximo año se impondrán los efectos rezagados, producto de la expansión monetaria de 2011, junto con un deslizamiento agresivo del tipo de cambio, reajuste de tarifas de servicios públicos, para lograr moderar el crecimiento de los subsidios (totalmente fuera de su esquemático paradigma) Para los mas vehemente afligidos, existe un conjunto de factores suficientes para ubicar la inflación por encima de los niveles actuales. El año anterior explicaron lo mismo, antes de verificarse la actual estabilización (aunque en una tasa alta).
Los más optimistas respecto de la inflación, tienen en cuenta los efectos que podría tener cierto enfriamiento del nivel de actividad producto de la dinámica que va tomando la crisis mundial. Según esta visión, cercana a la heterodoxia; con un crecimiento económico más cercano al potencial, una leve suba de tasas de interés, mas una desaceleración de las variables monetarias, fiscales y salariales, se converge en una menor tasa de crecimiento de los precios relativos. Si se estabilizan los precios internacionales de los alimentos, que crecieron más del 35% anual, entonces se puede pilotear una pauta devaluatoria consistente y sustentable a partir de 2012. De todos modos, aunque se trata del quinto año consecutivo con tasas de inflación de dos dígitos, ha transcurrido otro lustro mas de crecimientos (del PBI) a tasas chinas. Es por eso que (dentro de la lógica oficialista), recién ahora (y no hace 6 años como viene fogoneando el consenso enfriador), comienza a ser “un tema, dentro de los 5 temas del ranking de la agenda oficial”