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Nadie puede negar los factores exógenos que golpearon aún a las economías más virtuosas. Hoy estas en cambio nos están resarciendo, a través del efecto de sus políticas keynesianas internas.
Desde el mismo momento en que detonó la crisis del sistema financiero internacional, los bancos centrales de los países desarrollados comenzaron a inducir un descenso de las tasas de interés, llevándolas a niveles cercanos a cero. Esta situación, tiempo después empezó a funcionar como una ecuasión impulsora de la fase de reversión del apetito por el riesgo en todo el mundo: (abundante liquidez en las plazas financieras + devaluación del dólar en el mundo) = vuelta de capitales hacia los países emergentes. Las monedas emergentes vuelven a apreciarse, en tanto que los bancos centrales de los países más débiles, ayudan al dólar a no desmoronarse, mientras refuerzan sus reservas con el exceso de oferta verde.
Volviendo al principio, si la pregunta la tuviera que contestar yo, no se si afirmaría que nos va tan bien, pero hubiera contestado "la recuperación comenzó en el segundo trimestre de 2009, y existen fuertes indicios que se consolida en el cuarto".
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