martes, 13 de julio de 2010

España en deuda

En 2007 hice 8 viajes en 6 meses a un país floreciente, cuya enorme capacidad para captar capitales, seducía y atraía inversiones extranjeras que representaban hasta el 160% del PIB en una Europa opulenta. En dos escenarios diferentes (euforia 2007 y desaliento 2010) el grafico es casi el mismo, pero las interpretaciones lucen invertidas. Es cierto que la exposición exterior de España ha crecido casi tres veces en los últimos ocho años, ya en el primer trimestre de 2010, asciende a 1,80 billones de Euros, casi dos veces el PBI, según datos de la balanza de pagos (Banco de España). Los analistas de mercado se preguntan si esta exposición exterior es sustentable en el mediano plazo, porque aunque se coloco más deuda para pasar el chubasco, tampoco puede crecer sin límite. La UE absorbe el 69% de las exportaciones y proveen el 58% de las importaciones españolas. Desde la crisis, con un comercio exterior menos dinámico, España es aun hoy, un país que compromete con el exterior más del 170% de su PBI, y siembra dudas. Aunque el gobierno de Rodríguez Zapatero está adoptando medidas, la desconfianza sobre España para devolver capitales ha crecido. La tasa de ahorro de los hogares españoles está en máximos de18, 5% de la renta, y las empresas -salvo las del sector financiero- empiezan a disminuir sus necesidades de financiación. Esa es una de las grandes partidas que junto con el mundial de futbol puede ganar España; no así la deuda pública, que fue muy circunspecta hasta 2007, pero ahora crece. Una relación de 53% Deuda/PBI alcanzada en 2009, no representa una proporción comprometida-en un país del tamaño de España-, pero los mercados no confían apasionadamente, más bien temen que parte del endeudamiento privado se transfiera al sector público (Recuerde la solución de Cavallo en Argentina 1982). Con el objeto de optimizar la imagen externa, tanto el sector privado como el sector público, se están imponiendo tratamientos de “down sizing” No obstante el “down sizing”, de bajar kilos inmediatos, no puede hacerse cortándose las piernas del paciente, porque no puede acabarse con la obesidad sucumbiendo a una parálisis. Una economía escuálida no puede ser la opción para recuperar la energía macroeconómica. Es muy difícil reducir el nivel de deuda sin que se afecte el crecimiento, ni siquiera creemos que los acreedores estén persuadidos o impresionados por los recortes, porque ya vieron los resultados de países como Argentina con la “Regla de Déficit Cero” de Cavallo que termino en default. Si se paraliza la economía, será muy difícil hacer frente a las amortizaciones, los mercados han aprendido que la falta de crecimiento es lo mas peligroso para efectivizar sus acreencias. El costo de financiación de la deuda en estos días es más alto, pero no hubo problemas para distribuirla entre sus tomadores; comienza a verse lógico que los españoles paguen más interés que los alemanes, algo que vengo sosteniendo en artículos anteriores. Pese a los problemas de déficit y las malas perspectivas económicas, los inversores mantienen cierta confianza en España, aunque le subieron el costo (la tasa). El buen resultado obtenido en la colocación combinada con 6 bancos de 6.000 millones de Euros de deuda, puede considerarse un éxito en términos de demanda, porque permite augurar que el Tesoro podrá afrontar los compromisos de pago que tiene este mes, y que ascienden a 24.000 millones de Euros. La respuesta positiva que ha tenido la operación, ha consolidado el ambiente de euforia de los mercados de renta variable. Ante este panorama, la hipersensibilidad instalada en los mercados hace que cuando hay que subir, se lo haga con la fuerza, pero también ocurre lo contrario cuando toca bajar. Remarco la operación del Tesoro, por la confianza demostrada por los inversores, como su diversidad geográfica, al solicitar más de 13.000 millones a España, que permite moderar por el momento, temores eventuales. Sin embargo la colocación de nueva deuda, no es una ganga, el estado abono 4,85% por sus títulos de deuda que vencen en 2020.

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