Medianamente feliz, porque a pesar de la resistencia de los republicanos y del sector bancario, con 60 votos a favor y 39 en contra, salio la ley que será recordada como "La Dodd-Frank de reforma de Wall Street", con un híper texto de alrededor de 2.250 páginas, la norma fija nuevas reglas para los bancos y sellará la decisión de la administración Obama de proteger a los consumidores, poniendo punto final a los rescates bancarios y la especulación intrépida y parasitaria de la plutocracia financiera.
Se crea la Oficina de Protección Financiera de los Consumidores, en la mismísima Reserva Federal, solo que con un director nombrado por el presidente de la Nación, que deberá ser confirmado por el Senado. Este organismo estará autorizado para detallar las pautas que se emplean para los servicios financieros de consumo como préstamos hipotecarios, tarjetas de créditos, préstamos a estudiantes, y otras líneas.
Se crea también, el “Consejo de vigilancia de la estabilidad financiera” con representantes del gobierno y otros reguladores, con el objeto de prever los riesgos sistémicos y coordinar las estrategias y tácticas para prevenirlos.
La ley sostiene que ya no se podrá apelar a los contribuyentes para solucionar los problemas de las entidades financieras en problemas.
Se establece la obligación de intercambiar todos los productos derivados normalizados por medio de una cámara de compensación, que aportara transparencia al mercado y facilitara su regulación. Los grandes bancos podrán intercambiar derivativos para prevenir riesgos o tomar contratos de cobertura contra variaciones de la tasa de interés y el tipo de cambio; también los bancos deberán escindirse luego de dos años de actividades relativas a otro tipo de productos derivados, como los contratos contra el riesgo de deuda del país o de las empresas. Es obvio que esto impide que se repita una crisis financiera como la de 2008, tras el uso extravagante de los derivativos que enviaron bancos a default.
Los fondos especulativos estarán sometidos a la SEC, cuando administren fondos superiores a 150 millones de dólares. Los tristemente celebres "hedge funds" que manejaban billones de dólares sin controles serios, arriesgando la estabilidad del conjunto del sistema financiero con su audacia, han sido claramente limitados
Los emisores de obligaciones que titulizen préstamos deberán retener 5% de esas emisiones. Aunque este punto es flojo y no parece suficiente la medida para estos instrumentos financieros negociables, es más que lo que se tenía. Recuerde que la derivación intensiva de títulos emitidos contra hipotecas fue la causa detonante de la crisis 2008, o crisis de las hipotecas sub prime.
En conclusión, yo veo el remate de la política intuitiva.
En Washington y New York hubo mucho lobby en contra de la Ley, en un momento “lo ideal” se constituyo en un enemigo de “lo mejor posible”; fue entonces cuando la política prevaleció sobre la filosofía, y la realidad de “lo viable” venció, frente a la necesidad de “lo que se debía hacer”. No se puede ser ingenuo, los intereses en juego eran descomunales, y lo riesgos, consistentes con el tamaño de la renta financiera.
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