domingo, 28 de febrero de 2010

Europa, protestas


Protesta y represion, al este y al oeste de Europa. La economía internacional se encuentra en la etapa de terapia intermedia, la recuperación es más débil de lo pregonado, no es homogénea y provoca inquietud, tanto en los mercados, como entre los ciudadanos. Mientras la recuperación del crecimiento esta siendo liderado por los países emergentes, todo “el suburbio” de la Eurozona, enfrenta gravísimos problemas fiscales y sociales, de consiguiente impacto macroeconómico. Algunos acusan afecciones por la falta de competitividad de sus bienes y servicios, que al final, retroalimenta los problemas presupuestarios.
A las economías que padecen estos síntomas, les resultara más difícil recuperarse a medida que se vayan retirando los estímulos fiscales. Al no estar en buenas condiciones de competitividad, con baja productividad, el sector externo no les funciona como un “driving force” (impulsor), y a eso hay que sumarle que el consumo privado viene frenado, lo cual dificulta la recaudación, completando el círculo vicioso.
Obviamente con baja productividad y escasa competitividad, crece la demanda de mayor gasto público, para promover la creación de empleos en el sector privado, todo lo contrario de lo que se viene perfilando.
Por el lado del Este, países que pegaron un despegue fenomenal como Grecia en los últimos años, dejando sus lugares de “pobres y postergados” de Europa, pasaron a formar la Unión Europea. Para eso recibieron mucho financiamiento e inversión, con la intención de incorporarlos al estándar de sus vecinos. El resultado es, endeudamiento excesivo y desequilibrio generalizado.
No obstante la evolución que tuvieron estos países, no se salvaron del crecimiento sin equidad, que aumento la brecha entre ricos y pobres. Los jóvenes son llamados “la generación de los 600 Euros”, aunque en realidad son 300 Euros, que ganan en sus inicios laborales, totalmente flexibilizados.
En Europa, los únicos países que marchan, son aquellos donde la distribución entre ganancias empresarias y salarios no se ha deformado del todo.
Según Keynes, en situaciones de incertidumbre, las reacciones de los empresarios, son deficientes para impulsar una inversión que conduzca a una ocupación plena.
Por todo lo expresado, se me hace difícil creer que pueda llegarse a aplicar un ajuste de las cuentas públicas, tal y como propone la receta estándar de los economistas del elenco estable.

1 comentario:

CASPA DE MALDITOS dijo...

Muy bueno, Pablo. Estas cosas casi no salen en los medios. Por qué será?