martes, 9 de julio de 2013

El desempleo en el mundo


Comencé a trabajar antes de comenzar el colegio secundario (12). De pequeño aprendí que el trabajo es una fuente de dignidad, mediante el cual un trabajador se supera, la sociedad progresa y, se desarrolla una Nación. Cuando un hombre regresa del trabajo, siente la felicidad de haber cumplido con su deber. Por el contrario, cuando no tiene trabajo se siente agobiado-nadie me lo contó, lo experimente en carne propia-, la autoestima cae, comienzan los problemas familiares-estas dos últimas no las he vivido gracias a Dios, pero he visto personas padecer repetidamente-. Luego: -¿Cómo resistir a la seducción de “zafar”?-, porque la situación de desempleo produce necesidades insatisfechas, y atrae todo tipo de malas excitaciones.
Gracias a Dios, en la Argentina los indicadores de actividad sugieren que la economía se recobra,  desde el último trimestre de 2012 se ha iniciado un proceso de recuperación. Existen serios indicios, que descubren que la reactivación está en marcha. Personalmente voy a distintos lugares, y percibo un cierto desahogo. El informe de Julio-2013 de la FUNDACION ESPERANZA http://www.fundacionesperanza.org.ar/, parece adyacente a esta expresión.
Pero el gran problema del desempleo es mundial, y radica en que aun si hubiera recuperación-no la hay-por sí misma no generaría empleo automáticamente. EE.UU. alcanzo su máxima marca de desempleo en 26 años en 2009. El viernes pasado el Departamento de Trabajo estadounidense, reportó que mejoran las cosas, pero ya pasaron 4 años y el desempleo es 7.6%. Cuanto más difícil resulta para países con las limitaciones financieras de Argentina-que lleva 13 años sin crédito-. No es de esperar que los conflictos gremiales escaseen, aunque en estos días las manifestaciones lucen políticas.
La reposición del empleo se dará en el mundo en algún momento, pero suele moverse con un cierto rezago respecto de la actividad económica.
Vimos como en los EE.UU., se perdieron puestos de trabajo, y mientras se recupera el PBI, no vuelven a recuperarse.
Con un crecimiento económico mundial que a corto plazo puede continuar bajo, sin las tasas registradas entre 2003 y mediados de 2008, la oferta laboral observa de afuera la evolución de la actividad, y esto influye en los estados de ánimo de las grandes mayorías. Por lo tanto, la defensa de los puestos de trabajo va a reforzarse mediante todos los instrumentos disponibles. En este contexto mundial, Argentina no solo enfrenta los desafíos de la recuperación económica en marcha, sino el establecimiento de las bases para sostener la participación del sector asalariado y lograr mayor inclusión social.

 

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