miércoles, 10 de julio de 2013

Emisión monetaria, estímulos fiscales

La masiva emisión monetaria, los estímulos fiscales y el auxilio al sistema financiero otorgado por los gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo evitaron que el mundo caiga en la segunda Gran Depresión.
Los “hacedores de política económica” fueron hábiles para evitarlo, porque ellos estudiaron los errores que se cometieron durante la Gran Depresión de los años treinta y, la depresión japonesa de los años noventa. Los debates que tuvieron lugar en los ámbitos académicos, y los argumentos acerca de una probable recuperación de la economía mundial eran diversos: estaban aquellos que veían una salida en forma de V (rápido retorno hacia el crecimiento potencial), otros una U (lento y anémico crecimiento) también la W (caída rebote-nueva caída y nuevo rebote). Inclusive, muchos veían una apocalíptica “L”.
Lo cierto es que las políticas activas de los gobiernos y los Bancos Centrales han sido decisivas en evitar un choque de trenes. Obviamente el camino tomado en términos de política fiscal, por los EE.UU., Gran Bretaña, Japón y otros países, de incurrir en déficit fiscales extravagantes, no pueden convertirse en un “para siempre”, dado que la acumulación de déficit hace que la deuda de los países en algún momento no sea sustentable.
Ese déficit burdo, en alguna dosis se ha monetizado por parte de los bancos centrales de países como EE.UU., que además llevaron sus tasas de interés, prácticamente a cero, acarreando consigo un aumento de la base monetaria de 109% en solo 9 meses (2008-2009). Claramente, estas políticas no son convencionales ni sostenibles en el tiempo. Si esa combinación explosiva de políticas fiscales y monetarias no se revierte, según la “Teoría Económica”, debería generar algún nivel de inflación, más allá de la ya indiscutible nueva burbuja de activos bursátiles. Entonces, de acuerdo a un razonamiento de manual; la clave de los “hacedores de política”, para que todo termine bien será, - acertar en ¿cuando empezar a quitar el exceso de liquidez, normalizando la tasa de interés, aumentando los impuestos y bajando el gasto público en acciones coordinadas? -
El gran desafío es, salir de esta situación, sin estropear la débil recuperación que adelantaron exuberantemente los mercados. Si los “policy makers” (hacedores de política) se equivocan serán abucheados desde uno u otro lugar de la biblioteca. Es decir, los que privilegian la recuperación y los celosos vehementes de la disparada inflacionaria. Según estos últimos, antes o después, habrá que subir los impuestos, bajar el gasto y subir las tasas de interés. El problema es que las economías de Europa, no acaban de tocar fondo y, no se puede revertir la política monetaria y fiscal demasiado rápido. Japón cometió ese error en 1998 y 2000 y hoy inunda los mercados con Yens. EE.UU. cometió ese error en 1937 y 1939 y no hay forma de que lo repita. No obstante, si los gobiernos mantienen largamente el déficit fiscal y continúan monetizando la economía, como lo vienen haciendo, en algún punto los mercados pueden percibir el peligro y las subas pueden revertirse, comenzando con una nueva caída de los títulos y acciones.

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