miércoles, 24 de marzo de 2010

Coaching, ejecutivos

Cualquier coach ha tratado con un aspirante que se siente en condiciones de decidir por su cuenta y hacer lo que bien le parece, sin orientación alguna, sin una guía, porque total…,"ya lo sabe todo".
Un coach, puede bregar con diferentes tipos de candidatos difíciles, de eso se trata el coaching. No existe ningún problema en enseñar, o tomar tiempo extra para persuadir a un "descubridor". Sin embargo, existe una restricción insalvable con un tipo de personas que podemos denominar: “de carácter no enseñable”
Solo un individuo “enseñable” facultara a un coach para que este le sume experiencias y habilidades. Si ambos se abren, el tutor le contará ejemplos sobre sus propias frustraciones y podrán explorar, como se pueden evitar algunas cuestiones como las que el mismo ha experimentado.
Con el empirismo y las luces de alguien que tiene experiencia, se afianzará mucho un candidato brillante,-si es enseñable-. A que coach le place mentorear un sabelotodo? Más bien, este coach estará inclinado a “entregarse adicionalmente”, a aquellas personas enseñables; conozco verdaderas esponjas humanas de conocimientos, experiencias y frustraciones de un tutor.
Es la gente enseñable la que hace que el coaching sea efectivo. Recuerde que el coach es un ser humano, y terminará desdibujando su misión, ante la provocación constante de un sabelotodo.
Definitivamente, “para que haya un coach, debe haber una persona enseñable”. El aspirante coacheado, tiene que poseer una sencillez medular, este es un pasadizo hacia la voluntad de aprender. El coach detecta un líder potencial, apenas descubre una actitud que le permitirle enseñar y mentorear con libertad.
Es imposible que alguien “no enseñable” llegue alguna vez a ser líder. Al no ser enseñable, un aspirante nunca aprende lo suficiente para liderar, desmotiva aun, a la gente con mas deseos de ayudarle. Cuando un coacheado desea aprender, y tiene la actitud de recibir lo que el coach está tratando de dar, se forma un círculo virtuoso de espiral ascendente. El aspirante enseñable crece muy rápido. Mientras más enseñable es, mas pronto será líder, crecerá y, se posicionara, tendrá éxito en cualquier ámbito que administre.
Un individuo enseñable evita equivocaciones. Cuando alguien tiene la actitud de aprender, cometerá menos errores, aprenderá de la experiencia del coach, verá los obstáculos de ante mano, y podrá corregir y preveer para no cometer el mismo error dos veces.
Si alguien no desea aprender, no puede atraer la voluntad de un mentor; por el contrario, lo hará desistir en su intento. El deseo de aprender se convierte en sabiduría en poco tiempo, aceptando consejo y estando dispuesto a ser corregido, esto demuestra también, madurez e inteligencia emocional en un aspirante.
Por ultimo, el elemento más importante de un aspirante que deba ser coacheado, es su “actitud de respeto”, entender cual es su lugar. Algunos individuos, con alto cociente intelectual, demuestran no ser simétricos emocionalmente, ya que no registran bien las posiciones de cada quien, y por lo tanto no expresan respeto. “Consideración y respeto”,son dos cosas que se ganaran en la vida, pero primeramente han sido otorgados "desde aquellos que aprenden, hacia quienes le enseñan". Es una evidencia empírica, la mayoría de los aspirantes que han sido exitosos en sus vidas; respetaron y valoraron a aquellos que tenían cosas para transferirles. Todos ellos-los exitosos-han podido dar, por lo menos un nombre de mentor, que aportó en la construcción de su carrera.

1 comentario:

HUGO TURRINI dijo...

Muy buen análisis. Un fuerte abrazo en Cristo.