Hoy es irrefutable la pesada herencia que recibió Alberto Fernández. Los vencimientos totales en moneda extranjera que debía enfrentar su Gobierno ascendían a u$s 154.000 millones, con el perjuicio de que u$s 44.700 millones eran con el FMI. Los u$s 154.000 millones eran 3.5 veces superior a las reservas internacionales brutas u$s 43.700 al asumir 16 veces las reservas netas y, casi 10 veces superior al saldo comercial de 2019 (u$s15.990 millones). Para darnos una idea, el intercambio comercial disminuyó el 17.3% en 2023, en los primeros 8 meses del año, el déficit asciende a u$s 6.205 millones. En ese escenario financiero, en medio de casi 2 años de recesión económica y duplicación de la tasa de inflación, los salarios estaban destruidos, en un contexto de incremento de desempleo y niveles de pobreza e indigencia, extravagantes. La actividad económica en 2019 el PBI cayó (-2.5%), la industria (- 6.4%), el consumo privado (-7.8%), la inversión (-17.8%) y el uso de la capacidad instalada industrial con el 59,6%. La inflación anual se incrementó al 53.5% en 2019 cuando había alcanzado el 26.4% en 2015, en tanto que los salarios reales de los trabajadores registrados en el sector privado cayeron entre 18% respecto a noviembre de 2015 según varias evaluaciones.
A esa incomprensible situación económica se le sumaron las
huellas económicas del COVID-19, la guerra en Ucrania y una sequía de alcances fabulosos.
Aun así, y contrariamente al difícil contexto, el nivel de actividad económica
traspasó el trance con una enérgica recuperación en 2021 y 2022, tanto que el
nivel de actividad en 2022 se ubicó en niveles similares a los de 2015, cuando
termino el mandato de Cristina Kirchner, recuperando los 4 años de caída de
Macri.
Aquí y ahora el PBI de Argentina
arrastra 4 años de crecimiento bajo con Cristina Kirchner, 4 años de caída de
Macri, y 4 años de crecimiento bajo con Alberto Fernández. Con lo cual el PBI per cápita del fin de Macri
fue alrededor de 11% inferior al de Cristina Kirchner y alrededor de 2% menos sumara
el periodo de Alberto Fernández. El año 2023 concluirá con una tasa de
inflación superior al 150% anual.
A la pregunta de ¿Por qué otros países
tuvieron pandemia y no tuvieron los problemas de la Argentina? Se responde
fácilmente, los argentinos somos claramente divergentes con relación a los
países que padecieron COVID-19 y guerra, porque previamente padecimos al
gobierno de Mauricio Macri, además de una sequía que en un año nos hizo perder
u$s 21.000 millones de dólares en ingresos por exportaciones. Producto de los
diferentes golpes de Estado que interrumpieron la conexión de las políticas de
corto plazo y las de largo plazo, con conservadurismo y neoliberalismo, nuestro
PBI actualmente representa solo 12.5% del PBI de toda la región, cuando llegó a
ser el 40% a comienzos del siglo pasado. Dicho sea de paso, cuando teníamos
solo 2 millones de habitantes. Además del fracaso permanente de las políticas
neoliberales, se agregó la pandemia, la guerra, la sequía y el FMI, el próximo
Gobierno tendrá que luchar con una situación complicada, que se fue agravando
desde 2016 en adelante.
El pais necesita un plan de
estabilización completo y verosímil, un programa para retomar la senda del crecimiento
económico que marcaron los 107 meses consecutivos de crecimiento de Néstor y
Cristina Kirchner (hasta la crisis de Lehman Brothers), procurando de evitar otro
golpe de costo social, que consistiría den el pago del “cheque diferido” de la
fiesta Macrista y las plagas de Alberto Fernández.
EL PELIGRO MILEI-MACRI
Si gana Milei, con su nuevo jefe; de
mínima libera y desregula todas las variables de la economía, de forma incondicional.
Milei asumió un serio compromiso de bajar el gasto publico 15% de PBI. Ese
disciplinamiento fiscal contra la sociedad, para alcanzar un superávit primario,
requiere una extravagante reforma del Estado, reforma previsional, reforma
tributaria baja de impuestos a los ricos (para “supuestamente” incentivar a la
inversión privada), reforma laboral, desregulación, mega devaluación, luego la
prometida dolarización, en forma consistente con el resto de la política macroeconómica
y la azarosa organización económica. Milei intentaría meter por decreto las reformas
estructurales, sin un mínimo de consenso de ninguna fuerza política, social o
de las centrales obreras, para poder ser puesto en marcha. Sin duda como
dijeron Javier Milei, Macri y Patricia Bullrich, quieren que explote la
economía.
Pero la Argentina ya probo de ese
brebaje. No funciona. Es socialmente inviable. No podría ser un Gobierno democrático
el que continue el avance contra el estado de derecho.
LAS
MEDIDAS DE MASSA PARA LLEGAR AL 19 DE NOVIEMBRE
Creó un nuevo régimen transitorio
hasta el balotaje para liquidación de dólares para todos los exportadores, quienes
podrán ingresar el 70% por el mercado oficial a $ 350 y el 30% restante por el
CCL (Contado Con Liquidación). Esta es una mejora importante para quienes no
accedían al “dólar engranaje” y 6% para aquellos que consentían con el 75/25%.
Logró la activación del segundo tramo del swap con China por el equivalente a u$s
6.500 millones. Esos dólares serán utilizados para intervenir en los mercados
de dólares oficial y alternativos, pagar los vencimientos de deuda con el FMI
hasta fin de año.
Como la suba de la tasa de interés no
alcanzó para detener al “blue”, optó por intervenir en el mercado blue,
ofreciendo dólares a nivel mayorista con bloques de un mínimo de u$s 50.000 por
transacción o $ 50 millones de pesos, con precios debajo del mercado: a $ 880 con
una brecha del 25%. Los mercados a futuro apostaban la semana pasada a una
fuerte devaluación del dólar oficial, gane quien gane. Para fin de noviembre
esperaban $ 407, para fin de diciembre $ 617 y para fin de julio de 2024 a $1.220,
alrededor de 250% por encima del valor actual, y la inflación que cacarean las consultoras.
Desde la semana
pasada (pagándole a toda la exportación casi $ 500 por dólar, Massa logró
descender los dólares financieros y consiguió descomprimir fuertemente el dólar
blue a $ 890. Desde los extravagantes $ 1.150, antes que se descubriera la
cueva mas grande del microcentro y sus ramificaciones, lo bajó 23% en unos
días.
La sociedad argentina consultada sobre
si puede pagar $3 millones por año de universidad o quitarles los remedios a
los ancianos dice que no. Algunos votaran a Milei, pero reclaman el insustituible
rol del Estado y solo UxP se lo puede garantizar. Con los anarco capitalistas
no hay piedad, Ley, ni orden posible. El peronismo siempre garantiza la paz
social y el estado de derecho.
La crisis democrática del “asalto al
Capitolio” y los excesos de Bolsonaro, pueden ser explosivos en una Argentina
que le puso límite al neoliberalismo con Estado de Sitio. Los desequilibrios
macroeconómicos han de arreglarse con mas Estado y no con menos. La anarquía de
la yunta Milei-Macri, si no se rompe en los próximos días, aunque se puede
romper o “bajar” Milei ante tantas presiones, no tiene soluciones. Estamos
frente a un liberal que “come vidrio”, sin experiencia alguna en la gestión
pública ni privada (no se le conocen cargos jerárquicos de importancia), sin
equipos y sin manejo de equipos ni experiencia en resolución de conflictos, puede
terminar rápidamente.
EL GRAN CFO Y EL PROXIMO TRABAJO DEL
CHRO
Massa anticipó ingresos y postergó pagos
como un Gerente Financiero del sector privado. Concluye con un déficit total
fiscal + cuasi fiscal de más de 10 puntos del PBI, alto financiamiento
monetario al Tesoro, subsidios económicos que en el cuarto trimestre serán de
3% del PBI, reservas netas negativas en el BCRA, las deudas en dólares: “Macri
lo hizo”, deuda con proveedores externos por importaciones, elevada inflación y
pobreza.
Los salarios reales se redujeron 12.1%
entre 2016 y 2022, mientras que los precios de Los sectores industriales
concentradas crecieron 21.3% por encima del IPC. El recorrido de los precios
mayoristas las empresas oligopólicas los precios se expandieron 34.9% por
encima de los precios minoristas en el período 2016-2022 (FLACSO).
Este desequilibrio se reconoce tanto con
Mauricio Macri como con Alberto Fernández. Con Macri los salarios reales se
redujeron 18% entre 2015 y 2019, mientras que los precios de las empresas oligopólicas
y de los grupos concentrados aumentaron en promedio 9.5% por encima del IPC. Con
Alberto Fernández se dio un estancamiento del salario real de + 0,5% entre 2019
y 2022, en un contexto en el que los precios de las empresas concentradas
ascendieron casi 10% por encima del IPC. En el microcosmos de las actividades altamente
concentradas, los precios de los “grupos económicos” elevaron 25% por encima de
los precios al consumidor entre 2019 y 2022. Este año no ha sido mejor, por lo
pronto le cabe al próximo CHRO (Gerente de Recursos Humano) que asuma, una
recomposición de los ingresos, en forma consistente con la reestructuración
financiera que le corresponde al (CFO) y, retomar el crecimiento económico que
deberá lograr en nuevo (CMO) ministro de Economía que según adelantó, no pertenece a su espacio político.
Las tareas
desafiantes
que veremos a continuación de la eventual elección de Massa presidente, son
aquellas que necesitan reunir ciertas características que llevan al político a
su máximo despliegue de capacidades y en la cual, un ministro de Economía Política
requerirá conectarse con estas habilidades para potenciarlas.
Director de Fundación
Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor
de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política
Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros