Por Pablo Tigani* (01-02-2024)
La combinación de caída de la demanda
doméstica-gasto en bienes, servicios e inversión que hacen los hogares y las
empresas-con la sierra eléctrica del gasto público, suele terminar mal en la
Argentina. En general ha sido así y no existe ninguna evidencia empírica de que
haya funcionado en la Argentina.
EL IDOLO DE MILEI
En la segunda etapa-de su segunda etapa
ministerial (2001)-, Cavallo encaraba la motosierra (julio-2001) y esta,
representaba un desafío mayúsculo, para un ministro que soñaba ser presidente.
La crisis de la recesión (13 trimestres consecutivos) abrió paso a la
reingeniería del sistema de convertibilidad inaugurado diez años antes, en
1991; se necesitaban transformaciones profundas, pero había que entender para
qué, cómo y para quién se realizarían, ya que demandaba apoyos del Congreso
y las fuerzas políticas.
Cavallo no era un recién llegado como
Milei, estaba acostumbrado a esos avatares, con eso y todo, no pudo. Además, muy pocos economistas
respetados por el establishment podían disputarle al ex ministro el privilegio
que usufructuaba por sus logros 1991-1996, no era un economista surgido de la
televisión.
El prestigio tecnocrático, evaluado en
términos de resultados, parecía otorgarle lo necesario para enfrentar un
mapa político adverso, que en solo ocho meses se confirmó, con la fulminante
postrimería del gobierno de Fernando De la Rúa.
LA LIBERTAD NO AVANZA
Un comienzo de gobierno iracundo complicó
la delicada situación económica, la gobernabilidad del sistema, y la
sustentabilidad social. Ya hay heridos de bala por doquier en las inmediaciones
del Congreso de la Nación. La huelga del miércoles 24 de enero y el inmediato retiro
del paquete fiscal constituyen las primeras derrotas del gobierno de Milei. Su
impericia acerca de la dinámica política no aleja fantasmas.
Si bien se disiparon los pasivos
monetarios y aumentaron las reservas internacionales, la desorbitada
devaluación (que no obedece a ningún calculo científico) con ajuste del tipo de
cambio mucho mayor al anunciado por el ministro Guillermo Francos ($600/$650),
en medio de una liberación feroz de precios administrados, más el cruel ajuste
tarifario, no parece consistente con el miramiento del 45% de pobreza.
En abstracción, sin que la ciudadanía y
la sociedad sean tomadas en cuenta, las medidas de la planilla Excel en forma
aisladas irían en la dirección correcta, pero esto no es un ejercicio en la
universidad. El programa anunciado no tiene conexión con la realidad. La economía es una
ciencia social, aqui las cuestiones de dogmatismo ideológico, religioso,
cultural, pueden devenir catastróficas.
El establishment
creyó haber encontrado al presidente soñado. Alguien que piense poco fuera de
la caja y este convencido de emprender una transformación definitiva del orden político
y económico.
Desregulaciones,
apertura incondicional de la economía, desmantelamiento del Estado, venta de
empresas públicas estratégicas para el desarrollo del pais, inclusive en un año
que varias de ellas dan ganancias.
El presidente
indocto, desprovisto de lectura, tiene un pésimo diagnóstico de las causas de
la decadencia económica de la Argentina, proporcionado por un dogmático egresado
y propietario de una universidad sectaria y absolutista. Un gobierno caótico,
anárquico, alentado por Mauricio Macri y el circulo rojo, están promoviendo una
inestabilidad macroeconómica insoportable, al tiempo de arriesgar una eventual
crisis política económica y un estallido social.
Ya hemos
escrito en esta columna acerca de esto, en síntesis, el fracaso económico y
social en la Argentina, fue debido a los permanentes golpes de Estado entre
1931 y 1976 que no permitieron nunca mantener un rumbo, y los sistemáticos fiascos
del neoliberalismo en los últimos 48 años. Las reformas estructurales han sido
inviables, simple y sencillamente porque la sociedad nunca las ha tolerado, ni
siquiera con gobiernos de facto (Cordobazo, Rosariazo, etc.) La fantasía de alcanzar
súbitamente el equilibrio fiscal traerá cola. Hay que ir en esa dirección, pero
con otros financistas. El ciudadano de a pie, no puede más.
El cambio
que empuja desde afuera el irreconocible Federico Sturzenegger, requiere mucho
apoyo político y social. Para ello deberían lograr los consensos necesarios. Si
fuera tan fácil, sus ex jefes: López Murphy y Cavallo no hubieran fracasado.
Las metodologías de Javier Milei reflejan al hombre que conocimos: violento,
agresivo y poco sensato.
Un
presidente de la Nación no puede realizar desplantes provocadores con una
potencia mundial (China), ni con socios como Brasil, tampoco puede realizar las
apreciaciones que antes había tenido contra su ministra de Seguridad (Patricia
Bullrich), al tildarla en el debate de “Montonera asesina, que ponía bombas en
jardines de infantes”, en referencia al ahora presidente de Colombia “Comunista
asesino”, todo para congraciarse con EE.UU. y su tribuna, el primero, de ningún
modo le pide tanto.
Devaluación,
liberalización ilimitada de precios, ajustes tarifarios reñidos con el contexto,
representan la misma estrategia de Carlos Menem, durante los primeros dos años,
previos a la Convertibilidad.
Esta parte
no era un plan, sino la primera etapa, “La doctrina del shock” (Naomi Klein). Todo se va preparando para la segunda gran
devaluación en febrero o marzo. El tipo
de cambio marchando al 2% es insostenible. Combinan herramientas ultra
ortodoxas con medidas heterodoxas, existen inconsistencias fiscales y
monetarias, es obvio que necesitan que la inflación se mantenga en un nivel muy
alto. Precisan licuar pesos porque es la forma más fácil de ajustar, pero generaron
hiperinflación en dólares. En diciembre había desequilibrios, pero con
Massa los déficits gemelos no llegaban a alcanzar los niveles de Sturzenegger,
Dujovne Caputo Peña (2017), seccionando el déficit cuasi fiscal.
El país
lleva 12 años de subas y bajas del PBI, pero no todos los años fueron iguales, en
solo 4 años de gobierno Macrista el PBI per cápita perdió más de 10% del PBI
(Fuente: Sturzenegger).
La
prioridad diletante es eliminar el déficit fiscal, que se complica debido a la
brutal recesión, y como consecuencia de que la recaudación cae más rápido que
la velocidad de rebaja del gasto público.
En la letanía
hipnótica que le preparan los “think tanks” a los diferentes periodistas del
mismo arco que las reproducen, no hay crecimiento económico porque las
regulaciones, restricciones y trabas que impone el Estado desalientan la
inversión, asfixian al sector privado y le quitan competitividad.
Por eso
Milei-Caputo simulan como indefectible el paquete de reformas para proporcionar
mensajes terminantes de que vivimos un cambio de época. Patricia Bullrich hace
su parte reprimiendo a los manifestantes y haciendo dispendiosos,
desproporcionados despliegues de hombres, armamentos, combustibles y todos los
gastos que el espectáculo conlleva. El paquete de reformas es “el sueño del
pibe neoliberal”, pero genera creciente protesta social. “Lo que no se va en
lágrimas se ira en suspiros”.
EL DNU
desregulador y la Ley Ómnibus, constituyen las reformas legales claves para dar
certeza de “las mejores prácticas del FMI”. Se habla de una refundación que
da cuenta un pensamiento mesiánico. Volver a fundar algo en el espíritu
ideológico del gobierno, es retroceder 100 años (Caputo), para que los
nuevos tiempos que vienen sean igual a los tiempos que sucedieron hace 100
años. De chicha y nabo.
Con el
retiro del paquete fiscal de la Ley Ómnibus, el gobierno sufrió una humillante
derrota que va confirmando un agotamiento fulminante.
Por el
momento no ha obtenido los resultados esperados, en un Congreso donde ayer, Karina
Milei ha tenido que ir a negociar personalmente. El Gobierno sigue
insistiendo con que cumplirá con el ajuste fiscal anunciado para 2024, pero esto
le requerirá mostrar otro nuevo ajuste de gastos que le permita lograr el
equilibrio fiscal ya que la marcha atrás de la moratoria, el blanqueo,
las retenciones, el adelanto de bienes personales y el cambio de la fórmula de
movilidad, más la no reversión de la reforma del impuesto a las Ganancias tendrá
un costo fiscal de 2 puntos del PBI.
POPULARIDAD DE MILEI CAE EN PICADA
El fogonazo
inflacionario provocado empieza a complicar la gloria de Javier Milei. De esto
da cuenta la Consultora CEOP, que marca que, desde el 10 de diciembre, la imagen presidencial pasó de 61% a 52%
de aprobación. En diciembre, solo el 29% decía
que el rumbo era equivocado, ahora ese porcentaje escaló al 45%.
La política
comenzó a mostrar que es muy necesaria para solucionar problemas, y esa es la
carencia más grande del gobierno libertario. Necesita habilidades políticas y
comunicacionales básicas para negociar, acordar, establecer pactos y alianzas.
Existen muchas dudas sobre la posibilidad de implementar las ilusorias ideas
que tiene el nuevo gobierno.
El gasto
primario disminuyó, producto del descomunal ajuste en jubilaciones y gasto de
capital, pero fue compensado por el aumento en los subsidios debido a la
devaluación, las transferencias a provincias y el incremento de salarios. Conjuntamente,
por el impacto del rebote devaluatorio y el aumento de la deuda del sector
público, los pagos por intereses aumentaron 340%.
EL ESPEJO DE CAVALLO
Hubo un “Cavallo ultraortodoxo” que
quiso reorganizar la economía a partir del ajuste fiscal (“regla de déficit
cero”) y un plan de fuertes recortes del gasto en el Presupuesto 2002, que
nunca llegaría a tratarse para De la Rúa, no tuvo éxito. El justicialismo en la
oposición brindó cooperación en el Senado y las provincias que gobernaba (todos
los distritos grandes incluidos) a las políticas impulsadas por Domingo
Cavallo, pero en pocos meses, todo se desvaneció. Resguardarse, Milei cayó en
la trampa para que vuelva Macri, tomó el mismo camino, pero más rápido.
Director de Fundación
Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor
de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política
Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros, @pablotigani
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