Por Pablo Tigani*
Caputo
dixit: “un acuerdo nuevo hubiera
implicado mucho mayor tiempo y, dada la situación que
recibimos de crisis donde teníamos que hacerle frente a un pago al Fondo mismo
a la semana de haber asumido sin tener la plata, la alternativa más viable fue
lo que hemos hecho: conseguir
la plata para pagarle al Fondo y conseguir reflotar el acuerdo para
garantizar que no va a haber sobresaltos en los próximos cuatro meses”.
Nada
de eso es cabal. La situación que le dejó Caputo a su sucesor Sandleris
en septiembre 2018 (crédito Stand by dinamitado), fue mucho más grave que la
que recibió hace un mes (Acuerdo de Facilidades Extendidas). Además, Luis
Caputo había sido despedido por Mauricio Macri “a solicitud de Christine
Lagarde”, por manejos poco satisfactorios.
“La
directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoce que Caputo
es un experto en finanzas, pero jamás
le perdonará haber jugado con las reservas del Banco Central para contener la
suba del dólar ante la desconfianza de los mercados globales”. (Infobae, 26
septiembre, 2018). Lo que quiso decir es que Caputo le dio
dólares del FMI, muy baratos a quienes los fugaron. El FMI tiene expresamente
prohibida esa maniobra.
La
verdad es que estan buscando prestamos desde que Milei ganó las elecciones y no
consiguen que nadie les preste. Ni para fortalecer reservas, ni para pagarle al
FMI (siguen atrasados los pagos de enero). Con respecto al Acuerdo de Facilidades
Extendidas, los funcionarios le recordaron que no se puede cambiar. Ellos deberían
saberlo. Por todo lo dicho, los próximos 4 meses no se descomprimieron, habrá
que raspar la olla y la protesta social ira en aumento, serán meses con
altísimos sobresaltos.
Caputo
sostuvo durante la monserga de las 21 horas que está abierta la
posibilidad “inverificable” de acceder a nuevos préstamos, pero que esa no
es la intención del gobierno. Falaz, de toda insinceridad.
Redundó
nuevamente con el insufrible esclarecimiento de: “si en tu casa gastas más de
lo que entra…”.
LA
UNICA VERDAD ES LA REALIDAD (Aristóteles)
Si ganabas $ 500.000
antes del 10 de diciembre, y gastabas $ 500.000, estabas con presupuesto en
equilibrio. Pero desde entonces hubo una devaluación de 120%, los combustibles
subieron más del 100% e inciden en el transporte directa e indirectamente, la medicina
prepaga aumento 40% y viene por más-ya que es oligopólica y no está sometida a
la competencia internacional-, los alimentos duplicaron su precio, la energía
se va a cuadruplicar y, el alquiler aumentó al doble. Para nivelar a usted le
deberían ampliar el sueldo un 100%. Pero si no le aumentan el sueldo100%,
también podría conseguirse otro trabajo donde gane otros $ 500.000 y así igualar
el cálculo logrando “déficit familiar cero”. El problema es que en la economía
real, como hay recesión e inflación galopante, no le van a poder aumentar el
sueldo como aumentaron y seguirán creciendo
los precios y, como habrá menos puestos de trabajo disponibles porque las
empresas van a estar facturando un volumen menor en unidades, estarán
despidiendo personal, por lo tanto, no podrá conseguir otro empleo adicional.
Al contrario, deberá estar orando a Dios para que no le despidan. Entonces su familia que no es un país y no puede
pedirle préstamos al FMI, ni colocar títulos en el exterior, ni emitir moneda,
la tendrá difícil. Un país no es como una
familia, ni siquiera es como una empresa.
De aquí en más cuando un
economista le haga creer que entendió con esa comparación indecente, exponga
que no le place que lo tome por infradotado. Es muy fácil y de muy mal gusto
hacerle creer a alguien que entendió economía.
LOS MERCADOS NO TIENE MEMORIA: 1981, 1983, 1989, 2001
Se apuraron a subir antes de escuchar al ministro, porque se
les montó un mensaje que se cayó en el show de “la prime time”. La idea organizada
era introducir presión al FMI y generar expectativas de anuncios favorables, porque
no son pocos los empresarios vienen sospechando de la viabilidad del programa
de Caputo.
Obviamente no hay nada para festejar. Los funcionarios contestaron solo preguntas dóciles y sin
repreguntas a medios amigables. Se esperaba la noticia de un desembolso contiguo.
La parte real es que no hay nuevo acuerdo, continua el convenio que llevó a cabo Martin Guzmán y
luego siguió Sergio Massa. El Acuerdo residía fatigado y se
agotó en el último tramo de gobierno anterior, que cumplido a rajatablas.
Lo último que podía hacer el FMI, era dejar que se produzca
la moratoria de la deuda argentina. Podía ser una
catástrofe que colapsara el crédito del cliente de mayor exposure del FMI,
podía producir contagios. El organismo internacional estaba sumamente
enfocado en componer y que “sigan dando vuelta los platillos chinos”.
EL FMI CANCELO LA Calificación
DE 2018
Fracasó la idea de reflotar la calificación obtenida por
Macri de u$s 57.500 millones, nunca desembolsada, justamente por la pretérita ineptitud
de Luis Caputo 2018, con lo cual se hubiera podido producir un aumento de
reservas, disipando la incertidumbre de cortísimo plazo.
Es que la Argentina debe pagar al FMI u$s 1.915 millones en
enero, u$s 763 millones en febrero y u$s1.915 millones en abril, sumando u$s 4.592 millones en el primer cuatrimestre del
año. Hubiese sido muy importante que se lograra el aporte de un monto mayor a los pagos para
fortalecer reservas y quitar presiones.
Sin dinero
fresco, no cambia nada, la desconfianza
crece respecto del éxito del programa económico y, la viabilidad social del esquema económico es
dudosa.
Los mencionados “nuevos compromisos asumidos”, no estan
claros. Solo trascendió que el FMI
pretende la unificación cambiaria y el levantamiento del CEPO que pusieron
Macri y Lacunza en agosto 2019.
UN UNICO ANUNCIO Y MUCHAS INEXACTITUDES
“El staff del FMI enviará la recomendación con las nuevas
metas…”. Por ahora no hay nada aprobado... Si el Directorio ratifica la
encomienda de la burocracia-parece obvio que eso sucederá-, solo será por el
equivalente a los pagos que ellos mismos se aseguraren recibir para no soportar
el equivalente a un default, que se viene roleando después de la catástrofe
de Dujovne en adelante.
Durante la conferencia se ratificaron inexactitudes, Caputo
luce poco afecto a la lectura, ha expresado enorme desconocimiento sobre
historia económica argentina, probablemente por desinterés o periodos de
ausencia en el pais. Argentina nunca fue la potencia de la cual habló, ni la
utopía que fantasea Milei. La vida en la Argentina hace 100 años era una subsistencia
sin derechos, ni momentos felices para la mayoría de los pocos habitantes de
aquel tiempo.
PENOSO
Por último, Bausili dijo que el FMI esta cómodo y, lo que no dijo, es que la sociedad esta irritada. No solo
el 45%, sino parte de los que votaron a Milei. Dos caras de una misma
moneda, el ajuste brutal que establecieron, reconforta al FMI, porque supera
sus expectativas de ajuste, pero condena a los pobres y a la clase trabajadora
a despidos y caída del salario, como consecuencia de la fenomenal recesión que
ya ha comenzado a provocar sufrimientos.
“Creemos
que es hora de que el país resuelva sus problemas financieros solucionando
sus problemas estructurales de fondo, que es su adicción al exceso de gasto público y al déficit
fiscal, que es en definitiva el que termina generando los
problemas que después la sociedad sufre”, dijo desfachatadamente Caputo, quien
en 2017 logró
el déficit fiscal más alto desde la guerra de Malvinas.
Cuando Caputo habló del engaño de pedir dinero para financiar déficit fiscal, omitió
decir que durante el periodo de Mauricio Macri él fue el ministro de Finanzas y
presidente del BCRA que endeudó al pais con nuevos créditos
por 106.000 millones de dólares, sin contar las deudas deuda en LEBAC, que
luego pasaron a LELIQ.
Lo que está claro es que el FMI que le pidió a Mauricio Macri
que echara del BCRA a Luis Caputo, aun no le ha renovado la confianza, como no lo hicieron los banqueros privados y fondos de
inversión que fue a visitar con Milei el mes pasado. Mientras Caputo este a
cargo, lo más adecuado es el eslogan que les dieron en EE.UU. y luego le trasladaron
a la cumbia, “para ustedes “NO HAY PLATA”.
Director de Fundación
Esperanza. https://fundacionesperanza.com.ar/ Profesor
de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política
Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros
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