La deuda soberana de #España sigue conservando la aprensión de sus acreedores que temen que las cosas se compliquen. Por lo tanto resulta pertinente presentar una propuesta que resuelva los problemas de confianza que han de ir creciendo, si no se les atiende.
Para el #FMI, BCE y la #UE, obtener la recuperación tan ansiada de la economía española, implicaría aumentar el esfuerzo fiscal y realizar otras reformas de tipo estructural que las cifras de “paro” ya no toleran.
Para afianzar la economía, el señor #Rajoy puede acudir a una propuesta ingeniosa. Siempre es beneficioso adelantarse a la vía contenciosa como sistema de resolución de crisis.
Dado que no existe tampoco margen político para encarar reformas estructurales, es necesario considerar que España necesita además, nuevas inversiones que ayuden el proceso de recuperación de la actividad económica.
En materia económica, a veces parece que no existe nada más que hacer reformas estructurales o sostener la competitividad exportadora interviniendo en el mercado de divisas (depreciación del euro).
Tener enfrente acreedores preocupados, otorga una oportunidad sin precedentes para rescatar la deuda soberana, a la vez de impulsar las exportaciones españolas. Si se quitan los prejuicios conservadores e instala una estrategia comercial consistente, esta circunstancia imprevista, puede establecer un fundamento nuevo, aun para la reestructuración de deudas soberanas de Portugal, Grecia, Italia e Irlanda.
Sintéticamente, la propuesta consiste en plantear a los bancos chinos la formación de un (Stress Debt Fund-“SDF” o fondo para deudas en situación estresante). Por ejemplo el Banco Chino de Desarrollo y el Banco Chino de Importación-Exportación. Los chinos se están convirtiendo en la principal fuente de crédito soberano para un conjunto de países con dificultades de acceso a los mercados globales de capitales.
De esta manera el “SDF” compuesto por nuevos bonos emitidos por España (avalados por bancos chinos), rescatará la totalidad de los títulos españoles del mercado. El canje se realizará al 100% del valor nominal, igualándolo a un BONO PAR*.
A cambio de los bonos que emite la banca española con garantía china para los bancos, España les otorga por medio de los bancos chinos intervinientes, derechos que podrán ofrecer a empresas chinas que tengan interés de ingresar al mercado de España a realizar inversiones en actividades industriales exportadoras que generen “mano de obra española”. Los nuevos bonos serán aceptados en España como un crédito fiscal, al valor de cotización de mercado, para producir y exportar desde España. La oferta a los tenedores de los nuevos bonos mejorara, cuando además se les asigne un cupón de renta en concepto de comisión de éxito adicional por las “nuevas exportaciones españolas comprobadas” que se realicen.
Asistiendo solidariamente a los bancos y conciudadanos de la UE, España, los bancos chinos y las corporaciones, ayudan eventualmente a los alemanes y franceses, y comienzan un proceso de inversión en España complementando la reestructuración de una deuda sin precedentes, reconciliando las imprescindibles relaciones internacionales.
España rescata los bonos en poder de los bancos y modera las exigencias de “solo ajuste fiscal y paro”, pero lo hace con soluciones que atienden objetivos españoles, generando producción exportable y empleo español.
España garantiza la sustentabilidad de una economía que paga con el crecimiento agregado de sus exportaciones. Una solución sólida y sin conflictos ideológicos que da respuesta a los acreedores preocupados, y consecuentemente evita y disminuye los riesgos contingentes. El “Stress Debt Fund” es además, la llave de arranque para potenciar exponencialmente el comercio de España para conquistar clientes tradicionales de China, mercados foráneos de exportadores expertos y exitosos, como los chinos resuenan en todo el mundo. Será esta una reconciliación formidable, convirtiendo enemistados acreedores y competidores comerciales en nuevos amigos, en socios activos del crecimiento español.
* Los bonos PAR tienen 0% de
descuento nominal, pagarán una tasa anual de interés creciente del 1,33% en los
primeros 5 años. La amortización es semestral y comienza en 2032, la fecha de
vencimiento del bono es 2042, la moneda de emisión de este bono será el euro y la
emisión previsto sería 100%, con una aceptación de por lo menos el 70%
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