jueves, 30 de julio de 2020

LA CASA NO ESTA EN ORDEN



Recién salgo del zoom (es el líder de las video-conferencias) de Atlantic Council con Martín Guzmán, quien fue breve y contundente. Su tono pausado su inglés aprendido y su seguridad hace que digamos “como admiramos a este joven”. El dijo que comenzaremos las negociaciones con el FMI y que el acuerdo con los privados puede llegar pronto. Es Ley el proyecto de Teletrabajo. El BCRA subió la tasa de los plazo fijo y el dólar blue cerró estable en $136. Trump quiere pasar la fábrica China a Latinoamérica. El mundo cambio.
NO SE DE QUE SE TRATA PERO ME OPONGO
Las empresas necesitan seguridad jurídica. Esta Corte Suprema tiene dos jueces que aceptaron ser nombrados por Decreto, aunque eso no prosperó. Una aberración jurídica. La justicia actual sobreseyó en casi todas las causas a Cristina Fernandez de Kirchner. ¿En qué quedamos? Los que cacerolean la quieren sobreseída o presa?
Aún no se conoce el texto de un discurso presidencial de hace una pocas horas. De todos modos hay una propuesta de campaña que ganó las elecciones y hay que cumplir. Hoy esta incumplida, es “La Reforma Judicial”. Las encuestas de opinión de las consultoras más importantes señalan al Poder Judicial como una de las instituciones menos confiables. El cacerolazo “para nada espontáneo” tiene en los mismos portales, algunos disimulados y otros en forma abierta llamados a cacerolear. Alfonsin decía hace unos minutos que salir a cacerolear a favor de Vicentin fue el equivalente a que en 2001 la gente hubiera caceroleado a favor de los bancos. Ayer Diego Santilli dijo que no tenía posición tomada, porque ni siquiera leyó la propuesta, pero firmó la oposición junto con Cambiemos. -¿A quien “NO le conviene que haya reforma judicial?- No lo sabemos. Pero podríamos esperar a que se conozca la propuesta para opinar. Me parece que Sobremonte huyo con el tesoro.
En otro orden de cosas está también la economía del “apriete”, esa tendencia a fijar plazos y aventar puntos de ruptura. Ahora mismo mientras se escriben estas líneas hay portales oprimiendo al Gobierno para que ceda. Las condiciones estaban y están dadas para propagar incertidumbre y producir ganancias especulativamente.
Ni los pedidos de procesamientos por escuchas ilegales, ni el ministro procesado por la causa “peajes”, ni la sorpresa que nos dio este finde la fortuna oculta en Suiza del dueño de un diario centenario. Nada de eso remunera la noticia. La oposición, los medios hegemónicos y los acreedores interpretan una única partitura escrita por el establishment. Desde el principio habían instalado como fecha límite 31 de marzo. Inclusive pusieron cifras deseadas de valor presente y repudiaron la oferta inicial del Gobierno.
Puede que no haya acuerdo, entonces el sistema financiero internacional, el dólar y los bancos deberían estar listos para que los indecisos se sumen al impago. La única forma de evitar una catástrofe global es (roll over relief) refinanciando todos los vencimientos por todas partes del planeta, a tasas bajas en forma permanente e ilimitada como hacen en Europa y EE.UU.
Contradiciendo a los sortílegos y agoreros pasamos los 230 días de negociación sin contar “la previa” (antes del 10 de diciembre). Mientras el mundo sigue expresando voces a favor de un acuerdo: el FMI, los presidentes europeos, el consenso de economistas académicos más destacados; algunos argentinos patean en contra y se unen a los fondos para pedir “un poco más”.
El Presidente y el Ministro Guzmán están convencidos que si ceden algo mas, podrían sobrevenir trastornos sociales. Este último es un argumento inteligible pero insuficiente. Es que a ningún acreedor le interesa distinguir entre De la Rúa-Macri, y los que levantan los muertos que dejaron.  
La etapa recesiva iniciada en 2018 que luego se transformó en depresión fue afectando a los agentes económicos. A la devaluación de la moneda y las empresas tecleando, 2020 sumo la pandemia. Sólo mediante moderados esfuerzos fiscales se está sosteniendo la actividad. La pandemia se hace escuchar, mientras “cuidado conmigo” presiona por 3 dólares más.
A esta situación internacional y local se agregan las contradicciones en que viene incurriendo la OMS y los países desarrollados. El Gobierno vive bajo la presión constante de un coro: “que se mueran todos”. Es comprensible que en este contexto la cotización del dólar informal haya seguido escalando posiciones durante el mes de julio,  si bien hizo un descanso, el paralelo ha vuelto a transformarse en el caño de escape.
Desde una perspectiva más amplia, puede advertirse la falta de articulación de los intereses nacionales entre los poderes del Estado y la oposición. La ineficiencia del sistema judicial, la limitada decisión del BCRA-que demuestra que urge una Reforma Financiera-, reflejan la debilidad de la periferia de un Poder Ejecutivo que parece remar en dulce de leche.
Un párrafo aparte merece el permanente intento de la oposición por meter palos en la rueda a cualquier iniciativa oficialista, aun en medio de una negociación tan crucial. La mancomunidad Cambiemos sigue añorando retroceder siete décadas en la legislación laboral y previsional. Afortunadamente la CGT cuenta ahora con un Poder Ejecutivo aliado.
Si bien la posición de Alberto Fernandez es sólida, porque cuenta con el respaldo del amplio marco de la coalición peronista, con la oposición no ocurre lo mismo. Cada vez que pueden lo taladran. El Presidente es un estratega que debe negociar constantemente con los “poderes facticos” y apoyarse en concesiones. Según manifestó una funcionaria clave del presidente no se puede ni pensar en contender con la oposición en una situación como la actual. El problema es que la oposición no está enterada. Eso es como ignorar una bala que viene de frente.
Varios analistas políticos de la city (también los hay) espolean al Presidente para optar por una postura más ortodoxa. Si lo hiciera probablemente perdería parte de su propio sustento político (Frente de Todos), y el respaldo de los gobernadores provinciales y legisladores nacionales que actualmente lo apoyan. Si eso fuera posible Massa seria presidente de la Nación, no de diputados.
El problema reside en que la combinación de todos estos factores políticos institucionales arrastra la actividad económica hacia abajo. Si se suman los desaciertos acumulados cambiarios, monetarios y fiscales de la dirigencia anterior (2015-2019) abruman. La magnitud del derrumbe productivo desde abril de 2018 es fenomenal. Paralelamente, la tecnocracia vernácula y los comunicadores “sobres salientes” reclaman un programa económico sustentable. -¿Sería como el que les dio el Gobierno anterior?- No lo sabemos.
Estas exigencias de presuntos libre mercadistas, son ideológicamente contradictorias. Planificar la economía es socialista. La pauta de la actividad en el mercado no es la creación de ningún plan o designio consiente. El mercado no está dirigido por ninguna escala de valores ni jerarquía de objetivos como una economía de planificación, sino que sirve a los fines independientes y diversos de todos sus miembros individuales (Hayek). Además hay razones más importantes que las ideológicas que son obvias. -¿Quieres asignarle una calificación a la planificación y los programas del periodo 2015-2019?- Sin pandemia, con una oposición desarticulada y enjuiciada, con los dos Estados provinciales más ricos... “se ha perdido una oportunidad histórica”.
Cambiemos demostró en 2018 que ni siquiera un presupuesto anual aprobado por el Congreso significa mucho. Recuerde las metas: inflación 12%, dólar $20, crecimiento 3.5%. Realidad: 46% de inflación, dólar a $40 y crecimiento negativo -3%. En 2016 había ocurrido lo mismo y finalmente en 2019 también.
La traumática situación económica que la Argentina ha venido atravesando en los últimos cuatro años, ha hecho perder de vista a la opinión pública el eje de la crisis que afecta al país. Este no es otro que el mecanismo de endeudamiento y fuga de capitales, que terminó por comprometer la solvencia intertemporal. Además la presunción de que el Estado no iba a recuperar la cordura hizo que el crédito que se tomaba fuera concedido a tasas exorbitantes que ahora se están renegociando. El entorno descripto terminó desembocando en postración, la caída de recursos fiscales por el ajuste convenido con el FMI desde 2018 agravó aún más el cuadro.
El default anunciado como “re perfilamiento” en agosto de 2019, más la devaluación desordenada del peso (2018-2019), un presidente enojado frente a la monumental derrota de las PASO, hicieron que se saltara de “modo destrucción incremental”; a “modo Oaky, rompo todo”, destrucción radical y completa del sistema económico.
La devaluación ha hecho que la deuda pública crezca exponencialmente y, aun suponiendo un acuerdo de u$s 53, la relación en términos del PBI es explosiva, si se considera la caída en el 2020 del Producto, debido al Covid-19. Como en la Argentina tras el default de la deuda en 2019 persisten las indefiniciones acerca del proceso de reestructuración del tramo externo, lamentablemente la única señal que sigue trasmitiendo en vivo y en directo es “la verde”.
En síntesis, La clase media ajena a las grandes corporaciones declina. En cuanto a la variedad trabajadora no se preocupa por la deuda y las estadísticas, pero empieza a inquietarse por su situación de subsistencia. Los intelectuales se truncan, la burguesía está irritada y arruinada. El ambiente de la Republica Argentina, con arreglo o sin arreglo de la deuda se parece mucho a una casa de locos.
*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.  @PabloTigani en Twitter


jueves, 23 de julio de 2020




ESTO DICEN  DESDE NEW YORK
 Apostillas: “A esta altura los tenedores no esperan mejoras-aunque tú sabes-”. “El último ofrecimiento oficial está en el orden de lo que se esperaba”. “Ahora sí, pero siempre se puede pelar un dólar más”. “Se llegó a lo mejor posible”. “Uno de los fondos es un problema porque tiene su exposición particularmente complicada”. “Los esfuerzos y el rumbo de Fernandez están más claros que en el principio”. Repregunta: ¿Entonces no es Maduro?... (Risa) “Está claro que no”. No es Maduro, afirmando: “yo creo que se puede llegar a cerrar en estas próximas semanas”. “Tengamos claro que aun sigue el FMI y el Club de Paris”. “El ofrecimiento es moderadamente viable y el presidente es amigable”. “No sabíamos que a Macri le fuera tan mal como dijo Fernandez”.
RECALCULANDO
Dijimos cuando aseveraban en potencial o dogmatizaban la negociación que estaban operando, ya que una negociación no es de izquierda ni de derecha. Se jugó fuerte hablando de chavismo, pero ahora el mundo no da margen. Un primer default puede gatillar el derrumbe mundial público y privado. Los fondos involucrados saben que eso puede suceder este mismo año.
Desde esta columna se había dicho literalmente lo que expresaron el presidente y el ministro: “cualquier mejora haría peligrar el posterior cumplimiento y/o demandaría esfuerzos ciudadanos”, superiores a los actuales que el Gobierno no iba a comprometer. En enero sostuvimos que Guzmán es “world class” y no llegó para dejar sus convicciones en la puerta de Columbia ni de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Indicamos: “Le va a tapar la boca a todos (enero ámbito.com). Lo hizo. Los comentarios del ministro son excelentes en New York. Nadie es profeta en su tierra. Acá sigue siendo escarnecido y esquivando las balas que tratan de rapiñar un dólar adicional.
CURROS Y LOGROS
En este tiempo hemos aprendido la diferencia que existe entre los operadores encubiertos y la experiencia académica y práctica de quienes lo que tienen no está en venta. 
El tropel de macroecolobbistas y comunicadores “sobres salientes” ayudaron a mejorar la oferta. No hay que restarles meritos. El curro dio sus frutos.
Aunque en este momento no hay ningún apuro para cerrar, todo está a punto de caramelo. La avaricia fue ganando pero el miedo crece. El rebote de la pandemia está dando la vuelta.
Después de tantas presiones, si el gobierno logra reestructurar un porcentaje significativo de la deuda sin haber claudicado es un logro. Habrá que aceptar que se ha dado un gran paso. En 2005 no se cerró con todo el mundo, el acuerdo donde se llegó a 93% (2009). Mientras tanto crecimos al 7/8% por 8 años en default, con riesgo país más bajo que entre 2015-2019.
VIOLENCIA PERTURBADORA: “EL ESTIGMA DEL ARROYO”
El perjuicio infligido al país por el default o reperfilamiento de deuda de agosto de 2019 ya estaba hecho. Salimos del default en abril de 2016 para incumplir deudas en 28 meses. Un record difícil de igualar en el mundo. Digno de las páginas Guinness, lo mismo que pedir en 2 años alrededor de u$s 110.000 millones para un país que debe u$s 200.000.
Pensar que gobernaron con el mantra “se robaron todo”. Un empresario oscuro que repitió el “paga dios violento”, como el del Correo Argentino y el de 1982 que sufragó Cavallo trasladándoselo al conjunto de la sociedad. Esta vez jugó fuerte. El famoso Carlos quedo como “un Carlitos”. Lo relacionamos con el estigma del arroyo. El que rompe y no paga, “de puro guapo”. Título de una película galardonada con el Óscar en 1956, donde el protagonista creció en un ambiente marginal, tuvo una infancia difícil, por causa de su padre. El joven italo-americano de ojos celestes (Paul Newman) se unió a una de las bandas del barrio para emprender una larga actividad patibularia. Más tarde con una vida completamente nueva y casado con una encantadora señora, llega a lo más alto, descubriendo la mejor manera de labrarse el futuro: a través del deporte…
Lejos de volver al mundo, en 2018 el mejor equipo de los últimos 50 años se convirtió en el hazmerreir del universo y hazme llorar de los argentinos. Nunca hubo “lluvia de inversiones”, antes bien, fue destruida la confianza de los inversionistas.  Se perdió una oportunidad histórica, como suelen decir por allí los copistas.
VOLVER A EMPEZAR EN NÚMEROS
Argentina aspira con esta renegociación de deuda a recuperar el terreno perdido entre 2015-2019. Si lograra reducir al menos 30.000 millones de dólares en pagos estaríamos recuperando menos de un año de fuga de divisas 2017-2019. Un ahorro de 30.000 millones de dólares representa alrededor de 10 puntos del PBI. Una desencajada muestra de la dilapidación que procedió el gobierno de la Alianza Cambiemos. Economizaríamos el doble de los depósitos en dólares que coloca hoy el sector privado en los bancos. Florece una alcancía que contiene alrededor de 3 veces las reservas de libre disponibilidad que dejaron en el BCRA el 10 de diciembre de 2019. Encarnaría más de un año y medio de importaciones a los volúmenes de estos últimos meses. Dos veces el esfuerzo fiscal aplicado a la pandemia. Equivale a más que toda la caída del PBI de 2020, 4 veces el crédito al sector privado en dólares, 3 veces los encajes bancarios en dólares.
La semana pasada el ministro de semblante rígido, inmortalizado en un brinco al pactar con los fondos buitres (foto representativa). Detonó inflación y recesión, hablaba de “brotes verdes” con increíble cinismo. No podemos omitir, insolente y desfachatado como todos los de su pandilla, dijo “me  parece que el Gobierno ofreció más de lo necesario”.
A nosotros nos parece otra cosa, esta vez vimos biblioteca, talento, valores, convivencia, aceptación de reglas de juego, respeto, trabajo en equipo, disciplina, esfuerzo y humildad. Creo que Martin Guzmán se debería pasar la opinión de esa gentuza por el arco del triunfo.
*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Presidente de www.hacer.com.ar  Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. hacer@hacer.com.ar .  Twitter: @PabloTigani




miércoles, 8 de julio de 2020

INQUIETUD DE EMPRESARIOS POR LA ECONOMÍA



(Columbia University)
En una empresa todos los problemas tienen solución. Lo único insuperable es “no vender”. NPC Intl., una de las mayores franquicias de EE.UU., propietaria de Pizza Hut y Wendy's Co., se declaró en bancarrota y solicitó la protección del Chapter 11 (Concurso de acreedores). La empresa tiene alrededor de 1.200 locales de Pizza Hut y 400 de Wendy's en todo EE.UU. El Grupo Aeroméxico anunció la aprobación por parte del Tribunal por el Concurso preventivo solicitado el 30 de junio. La agencia Standard & Poor's ha bajado la calificación de crédito del grupo de aerolíneas Lufthansa a “bono más basura” pese al rescate estatal.
La crisis económica inducida por el coronavirus provocaría el cierre de más de 2.7 millones de empresas y la pérdida de al menos 8.5 millones de puestos de trabajo en Latinoamérica (Fuente: CEPAL). Según esta fuente la mayoría de las empresas de la región han registrado importantes caídas de sus ingresos y están en aprietos para defender sus actividades.
En una crisis económica nacional o internacional, todo tiene solución porque los países no quiebran. Lo cierto es que la pandemia dejara un recuerdo desastroso.
La Organización Internacional del Trabajo estima que el número de horas trabajadas cayó  4.5% en el segundo trimestre 2020 con respecto al último trimestre 2019. Unos 130 millones de empleos a nivel mundial. Las horas trabajadas cayeron 10.5% frente al trimestre anterior a la crisis. De los 2.000 millones de empleados informales que tiene el mundo, el 50% ha resultado fuertemente impactado. La reducción de la actividad económica por la pandemia ha provocado una caída del comercio mundial de 6.5% interanual en el primer cuatrimestre 2020.
El FMI  imagina caídas de 8% en EE.UU. y Brasil, entre 10% y 13% en la Eurozona y, más de 9% en América Latina. Solo China proyecta un crecimiento del 1% en 2020.
En los países prósperos, el déficit fiscal podría superar 17/18% del PBI en 2020,  versus 3% que hubo en  2019, y que los paquetes fiscales son verdaderamente formidables. En los emergentes, el déficit fiscal llega hasta 11% del PBI, contra 5% de 2019. La relación deuda/PBI mundial, alcanzara 101% del PBI en 2021, resultando 20% más que en 2019.
La deuda de los países avanzados aumentará a 130% del PBI, financiada a bajísimos costos. La deuda de los países emergentes que promedia 60% del PBI, pagará intereses mucho más altos. Resulta trágico que el costo de un país desarrollado con una relación 1.3 (deuda/PBI), es 1/3 de lo que le cuesta a Argentina sostener 92%.
Pero hay mas, hoy los préstamos al sector privado pueden llevar a que la deuda termine en concursos y quiebras porque los salvatajes tienen un límite que la pandemia no adquiere.

-¿Qué es una pandemia?- Un brote epidémico que afecta a extensas regiones geográficas.
¿Qué diferencia a la Argentina del resto de los países que sufren?
Cuando estalló la pandemia, en oposición a la crisis 2008-2009, llevábamos 77 meses consecutivos de crecimiento y habíamos reestructurado la deuda exitosamente. En 2019 los argentinos estábamos otra vez en default (desde agosto). La inflación interanual rondaba 55%, desde los 20/25% que estimaba la “Inflación Congreso” en 2015. En enero de 2018 ya habíamos perdido el crédito internacional que recuperamos 22 meses antes, razón por la cual hubo que acudir al FMI para que desembolsara en menos de un año u$s 44 mil millones. El riesgo país no cambió demasiado pagando a los fondos buitres, pero se había disparado en 2018/2019. En el BCRA quedaban alrededor de u$s 11.000 millones de reservas netas (2 meses de importaciones). En 2019 el déficit fiscal comenzó a dispararse por la necesidad de estímulos que se efectuaron para mejorar la actividad antes de las elecciones. Sucedía que había dos bases monetarias, una con más $1 billón en LELIQ remuneradas al 80% al 10/12/2019.
En diciembre 2019, el backing de convertibilidad comunicaba dólar de $168. Un eventual error en el desarme de LELIQ u otra procedencia podía disparar la ya desproporcionada relación deuda/PBI 92%-desde 44% en 2015-. Habíamos invertido la proporción virtuosa de deber en pesos y ahora debemos en dólares, pagando tasas de 7 y 8%. Los vencimientos se concentraban entre 2020 y 2023. La pobreza llegó al 36% (INDEC), 40.1 (UCA), desde los 26% de 2015. Una tendencia que se contradecía con la que registraban los países Latinoamericanos. El desempleo finalizó por encima de 10%, desde 6.5% en 2015, incluyendo 124.000 nuevos empleos públicos y un aumento de monotributistas sociales.
En marzo 2020 acumulábamos 21 meses de recesión, caída del consumo, inversión y desplome de las importaciones. En el periodo 2015/2019 el PBI per cápita cayó 11% (Fuente: paper Federico Sturzenegger) y, habían cerrado 24.000 empresas. En 3 años el gobierno aumentó las tarifas hasta 1.700%. La caída de la inversión a PBI del periodo 2015-2019 fue de 15%, habiéndose derrumbado desde el pico de 23/24% del periodo de los Gobiernos anteriores. El deslizamiento inicial comienza con la histórica conferencia del 28 de diciembre de 2017 y entra en caída libre en 2018 y 2019 afectando a muchas empresas que vieron reducido sus patrimonios en dólares. Entonces se extiende un alto grado de incertidumbre que fue creciendo mes a mes.
La fuga de capitales alcanzo u$s 95.000 millones en el periodo 2015-2019, mientras en el último periodo de Cristina Fernandez 2011-2015 había sido de alrededor de u$s 14.000 millones. La formación de activos externos (fuga) se produjo por las megas devaluaciones que significaban pérdidas patrimoniales temibles del ahorro argentino y enorme destrucción de riqueza de las empresas, como no se había visto en 20 años.
La inestabilidad macroeconómica 2018-2019 y la volatilidad que generaron los cambios recurrentes en las reglas de juego fueron destruyendo la tasa de crecimiento potencial de la Argentina.
Esa es la diferencia. Nada más.
La combinación de la pandemia, con un país extremadamente debilitado y reducida capacidad para aplicar políticas de estimulo, aceleró el deterioro macroeconómico condicionando la futura recuperación.
La situación  de la Argentina demanda que sus ciudadanos tomen consciencia de cuál era la situación previa al Covid 19, para entender lo que pasa y lo que viene.
(*) Profesor de Postgrado UBA y de Maestrías en universidades privadas. Presidente de www.hacer.com.ar , Economista Jefe de FECOBA. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. hacer@hacer.com.ar