Sigue el debate sobre fraude y crisis, a causa de los préstamos buitres y la desproporción de los riesgos que se asumieron. Es obvio, que se abusó de la ingenuidad de los tomadores que recibieron préstamos confusos y carísimos, porque no entendían como seria la evolucion futura. Durante mi tiempo en Chicago, he visto la irresponsabilidad con que se hizo todo esto, intermediarios de mortgages a comisión, que florecían como kioscos de cigarrillos. Recuerdo una vendedora hispana, que sin hablar una palabra de inglés, ganaba 25 mil dólares mensuales, y llegaba a la oficina conduciendo un Jaguar.
Obviamente este desarrollo extravagante fue acompañado por los “desreguladores de mercados”, que nunca impidieron el festín de todos los eslabones de la cadena. Los bancos ofrecían préstamos "al boleo", -¿total?- nunca se harían cargo de los préstamos que concedían, porque los iban a “pasar de mano”, previa aplicación de un suculento spread. Los colocaron en manos de inversores incautos, en diversas latitudes, procedieron como aquellos bancos italianos que promovieron títulos argentinos a sus viejitos, a sabiendas que la posibilidades de default eran altas.
El majestuoso Goldman Sachs y otros ídolos financieros, lanzaron al mercado papeles respaldados por hipotecas, esperando para “darse vuelta” (recomprarlos en la baja) cuando cayeran en picada. Todo es legal, y es la lógica de la libertad irrestricta de los mercados. Me recuerda a nuestra triste experiencia precursora con el BIR (Banco de Intercambio Regional-1980), cuando el BCRA tuvo que devolver los depósitos por cuenta y orden de los argentinos (depósitos que garantizaba el BCRA , para que los irresponsables titulares de los bancos se auto prestaran u otorgaran créditos "a la marchanta") Sin embargo, estas prácticas financieras indignas, que comprometen la economía real, aún sigue siendo legales en EE. UU. La SEC, y no la revolución bolivariana o Nicolás Sarkozy, acusan a Goldman Sachs de haber inventado y lanzado títulos al mercado, en forma deliberada, con la intención que se desmoronaran a futuro, y sus clientes ganaran dinero con esta práctica de recompra, un verdadero “cazabobos”. Un abuso incalificable, Goldman Sachs está acusada de hacerlo, mientras su ex CEO (Henry Paulson) era el secretario del Tesoro. Las entidades inflaron la burbuja inmobiliaria con activos cuya mutación en “activos tóxicos”, era solo cuestión de tiempo. Tal vez, apurando la quiebra de Lehman Brothers, se sacaron un competidor de encima y apresuraron la explosión de la burbuja, para garantizar el negocio, antes que Bush dejara la Casa Blanca.
Inversiones pensadas para “timbearse a la baja”, multiplicaron las pérdidas de los bancos tomadores de los “paquetes de hipotecas”, convirtiendo la explosión de la burbuja en una catástrofe para algunos y un enorme negocio para otros.
Sin una oficina de protección para el tomador de préstamos, es imposible limitar a los usureros y su avaricia. Estos codiciosos inescrupulosos, aún concedieron préstamos incobrables a mexicanos, colombianos, nicaraguenses indocumentados y trabajadores estadounidenses de clase baja y medio baja; para luego vedérselos a los inversores más distraídos del mundo.
Goldman Sachs no esta solo en esto, seria injusto decirlo. GS es el símbolo de Wall Street, y gran parte del sector financiero (que en estos días se esta recuperando con una enormes ganancias, a expensas de todo el pueblo estadounidense). Wall Street se ha convertido en un contubernio de usureros y pillos, impulsados por la avaricia, que armaron una "casino demencial" -
Aprovechando que allí no existen dueños de bancos, los pícaros que dirigen las entidades, siguen cobrando sueldos disparatados, embaucando inocentes, en complicidad con representantes de intereses codiciosos de ganancias deshonestas.
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