miércoles, 26 de enero de 2022

DÓLAR BLUE A $219


Por Pablo Tigani*

Para desdramatizar, empecemos con una explicación financiera local del inefable “blue”. Esto no implica que “la timba” deje de estar de “parabienes”, porque la cuenta siempre la pagan los mismos.

Hoy (21/01/2022) el “blue” vale $219 en las cuevas. El 25 de octubre de 2020, cotizaba a $195. Esto indica un aumento de 12.80% en 16 meses. Una tasa anualizada de 9.6% con una inflación anualizada de 50%-a mano alzada-, el que apostó al dólar perdió 40% frente a la inflación. Fue mucho más grave lo que sucedió en octubre de 2020, donde un dólar blue de $195 tenía un poder adquisitivo 40% más alto que hoy.

Los inversores que se quedaron con dólares blue a $195 en octubre 2020, hicieron un pésimo negocio porque si hubieran escogido constituir un certificado de depósito a plazo fijo, hoy hubieran convertido sus dólares de $195 en dólares de $308.

Tampoco sucedió lo que describió el 25 de junio 2021 un economista para TN, que pensaba en una paridad como si estuviésemos en convertibilidad y le daba $2.000. Otro economista del PRO vaticino un dólar poselectoral: octubre/noviembre a $400.

Con respecto al contexto mundial, la FED va a subir la tasa de referencia y, eso hace que el dólar remonte en todo el mundo. Los bancos centrales han sido muy laxos, estamos en presencia de una política monetaria insostenible, excepcionalmente expansiva, vamos hacia una normalización de la política monetaria en los principales bancos centrales del mundo.

En términos políticos (internacionales), negociamos con el FMI en el límite de un vencimiento y, algunos periodistas especulan o desean “no pagarle al FMI”, como si fuera la mejor opción. Hay un periodismo utópico que sueña con “no pagar” ya, los 731 millones del próximo viernes que totalizaría en febrero unos 1.100 millones con intereses. Negociar un mal acuerdo es mejor que “saltar al vacío”, aunque además, la invitación de Georgieva a reestructurar deudas a largo plazo porque es el momento, constituye toda una definición. En el sector privado puede haber explosiones simultáneas en diferentes sectores, sin roll over de las deudas.

Las reservas brutas del BCRA son entre USD 39.000 millones y USD 40.000 millones, las netas son muy bajas. El gobierno anterior dejo USD 9.000 millones de (RIN) antes de la pandemia, y un difunto importante dentro del armario 2020-2023. Solo al FMI ya le pagamos u$s 5000 millones entre 2021, desde entonces; hubo pandemia 2020, 2021 y 2022. Para esta columna y para muchos colegas las reservas del BCRA son todas, para tener en cuenta en momentos de ataques especulativos.

Si bien las reservas internacionales netas (RIN), representan el monto de activos de reservas en poder del BCRA, menos los pasivos externos de corto plazo (los que vencen en menos de un año), expliquemos que ninguna empresa tiene en la caja fuerte, el primero de enero, todo el dinero liquido que necesita durante todo el año,  hasta el 31 de diciembre. Pero atención; si “los cambistas que echo Jesús del templo” huyen del peso y no sueltan dólares, el blue se complica. Si bien el “blue” no tiene nada que ver con los precios internos, siempre habrá especuladores que aumentan “por las dudas”.

En cuanto a la negociación con el FMI, mi experiencia en el sector privado, con mas 40 paquetes de deuda renegociados, me indica que la estrategia escogida es negociar “al límite”. Demarcación de tiempo, metas de dignidad y, con un meticuloso sentido de la sensatez.

Dado que las dos partes (Entidad y País) son responsables del desastre, tiene que encontrar un punto de acuerdo. Recuerde que para el FMI no existe Macri ni Fernandez, existe Argentina. Y, para Argentina no existe Lagarde (mala) y Georgieva (buena). Eso lo dejamos para narración. Pero si es cierto, que ningún banco puede previsionar el 60% de su cartera de crédito sin quebrar. Y eso le pasaría al FMI, antes que salgan los países miembros a ponerle el pecho a la tragedia.

Esto no impide que “el club de la desestabilización” reúna todos estos datos, los introduzca en una licuadora de cerebros y con 10 o 15 millones de dólares por día, en un mercado chico, le inyecte combustible con publicaciones de beligerancia. Tal vez intenten disparar el famoso “blue”, si los inversores en plazo fijo se impresionan y emigran sus pesos del banco a la cueva, al vencimiento de sus “plazo fijos”. El Gobierno debe tomar sus recaudos.

(*) Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

 

 

 


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