viernes, 8 de junio de 2012

La etapa de #estadista


Llego la etapa en la que es crucial ser receptivo, poder escuchar abiertamente. Personalmente se que es mas fácil decir que hacer. Estamos habituados a nuestra manera nacional y popular de pensar soluciones y, tal vez hayamos caído en la “trampa de la rutina”, como los economistas neo clásicos, que solo ven las soluciones obvias de resolver los problemas, mediante la misma manera cómoda en que lo aprendieron y ejecutaron siempre.
El resultado es que cuando no somos receptivos, caemos en un endurecimiento de las actitudes, dominados por la auto censura y la censura de los "duros". Esa critica fundamentalista que confina el espíritu creativo, dentro de los limites de lo que se juzga aceptable para el proyecto nacional y popular, me tiene un poco preocupado.
En la Argentina, el modelo de produccion y trabajo se complicó al encontrar sus propios límites. Todo esto junto a la situación económica internacional imperante dio lugar a una importante desaceleración del PBI, donde la economía pasó de crecer al 9% anualizado en el primer semestre de 2011, a hacerlo al 4/5% en el segundo semestre. En un contexto mundial de fenomenal incertidumbre, la instauración de controles y utiles medidas tomadas para abordar estos limites del modelo, instalaron a la economía en un terreno más delicado, cargando las tintas, deteriorando mas el previo y bajo nivel de actividad del segundo semestre. Por eso en el primer semestre de 2012 la economía se está desacelerando por encima de la tasa del último semestre de 2011. No se trata de si hay que devaluar o no, hacen falta cambios tacticos creativos para mantener la “estrategia política”. Hace falta el cambio de caras y un programa creativo serio y creíble, como seguramente se puede lograr.
Se necesitan coraje y “flexibilidad” para emprender cambios, no alcanza con atacar los “síntomas” que amenazan la estabilidad coyuntural, hay que atacar sus “causas”. Sin flexibilidad o capacidad para analizar posibles cambios tacticos, el gobierno tiene por delante una larga y tortuosa pelea con quienes saben donde pegarle y estan "jugados". Entre los picaros mencionados, la crisis internacional y los fallos propios; la economía se encuentra en la situación actual: un cuadro de desaceleración de la actividad económica, mas un ataque a la confianza mediante la instalación de incertidumbre.
Al gobierno argentino le sobra liderazgo, la pregunta del millón es: ¿Teniendo la capacidad, tendrá la decisión política de mudar los obstáculos que impiden-por ahora- resolver las cuestiones económicas con creatividad y celeridad? Claro, el temor atrae preguntas: -¿Los amigos íntimos pensaran que el gobierno perdio el rumbo? – ¿Pensaran los economistas cercanos que no puede funcionar un plan creativo?
Un verdadero estadista debe reconocer las voces de los fundamentalistas, sus críticas infantiles; pudiendo exhibir el valor de no escuchar reclamos destructivos. Para mi, esa etapa ya llego y, soy sumamente optimista.

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