Los problemas que no se han considerado con bastante profundidad cuando fue creada la Eurozona, están relacionados con aspectos que hacen a la diversidad étnica de los pueblos que conforman esta suerte de Nación única.
Alemania, Francia e Italia, revisan los beneficios adquiridos hasta aquí, pues estas naciones ya tenían buenos niveles de exportación y productividad. El Euro y el peso relativo de los nuevos miembros a los cuales hubo que ayudar en forma permanente, han sido una carga constante que se ha potenciado al máximo en 2010.
Las Naciones ingresadas posteriormente, han disfrutado de los beneficios de una moneda sólida con el paraguas de países fuertes que le otorgaron distintos tipos de ayuda para el crecimiento; tanto en economía, educación, desarrollo, salud, e infraestructura.
Hasta el momento, aunque la Nación que más aportó fue Alemania, parece difícil que quiera seguir financiando los desequilibrios del vecindario. Los fondos destinados para estas circunstancias se reducen con las ayudas a Grecia e Irlanda, y los temores crecen al proyectar el futuro de España, Portugal e Italia. Una candidata francesa propone la salida de Francia del Euro; ya antes, durante la crisis de Grecia; Francia amenazó con romper la unidad, teniendo que intervenir la primera ministra alemana para convencer a Sarkozy que desista, esto es la primera muestra que expresa lo que vengo sosteniendo; el modelo económico, tal y como esta instalado, luce inviable.