Tras dejar atras una historia plagada de episodios desagradables, los países emergentes atraen capitales; mientras el mundo desarrollado los ahuyenta. Las tasas de interés sumamente bajas de la Reserva Federal están profundizando el desconcierto mundial, en lugar de estar contribuyendo a crear confianza. Los países desarrollados están moderando su ritmo de expansión y como seguirán esa tendencia, se aguarda que el G3 anuncie la aplicacion, de una segunda ronda, inyectando liquidez a través de la compra de títulos públicos.
Ante la aparente imposibilidad de aplicar una política fiscal más expansiva, debido al deterioro que muestran las cuentas públicas y el alto nivel de endeudamiento, parecería que la única alternativa que tienen las autoridades del G3 es la vía monetaria. Sin embargo, difícilmente la política monetaria resulte determinante para apuntalar la demanda agregada y disminuir el desempleo.
Si bien “el primer diluvio monetario” permitió evitar la catástrofe del sistema financiero internacional, inundando de liquidez los mercados, “el segundo diluvio” puede no ser tan efectivo, dado que las familias estadounidenses endeudadas, no volverían a consumir sin limites, como lo hicieron antes.
En términos de PBI, la desaceleración del ritmo de crecimiento mundial anticipa que la economía aunque siga creciendo, lo hará a en forma mucho más moderada que durante el ultimo año, cuando entre el cuarto trimestre de 2009 y el primer trimestre de 2010, crecía a un ritmo anualizado de 4.3%. Ya en el segundo trimestre de 2010, pasó a 3.9% y en el tercero de 2010 está creciendo a una velocidad anualizada escasa de 2.5%.
En Europa se fue apreciando el Euro por el diferencial de tasas, pero la situación de los denominados PIIGS, sigue siendo débil. Los PIIGS no logran recuperar la confianza de los mercados, a pesar del plan de asistencia financiera anunciado por la Comunidad Europea, hace ya casi un semestre.
El aumento del spread de riesgo griego, tras el anuncio de un paquete de ayuda, está reflejando que a Grecia le será muy difícil volver a financiar sus obligaciones colocando deuda a mayor plazo en los mercados. Si Grecia no puede bajar el gasto en forma decisiva y no accede a la colocacion voluntaria de titulos, necesitará mayor asistencia financiera oficial de Europa; o como venimos sosteniendo, tendrá que reestructurar su deuda, posiblemente con quita.
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