En la actualidad se distinguen dos clases de economistas, los que estudian la economía-sean licenciados en economía, administración de empresas, abogados-ingenieros, o contadores con alguna maestría-, y los que se dedican a la astrologia y el horóscopo económico.
Estos últimos, proponen una especie de astrología camuflada con un poco de matemática, con la inocultable intención de influenciar.
Sin que puedan contarse sus miembros como parte de un culto esotérico; esta “religión” sigue expresando la realidad del alma y el espíritu de ciertos protagonistas. Inspiran las hojas que usted lee, y le cuentan todo cuando va a acontecer, buceando-como los clarividentes-en la existencia de “los hilos de luz”
En otras palabras, la primera clase lucha contra esta suerte de superstición económica que influye sobre las expectativas.
No quisiera que nadie crea que entre estas dos vertientes existe una discusión académica con posturas o enfoques económicos diferentes, y mucho menos que se discute acerca de ideas. Lo que intento decir es que el pensamiento económico que aporta argumentos al terreno científico, esta ausente de esta bifurcación.
Para enfrentar la descalificación permanente de quienes dieron soporte a la gestacion del default, muchos nos vimos sometidos a la ausencia de publicidad y sponsors, y hasta de trabajo; mientras los astrólogos y sus comunicadores construyeron fortunas y, se constituían en el tribunal superior de “lo que estaba bien y lo que estaba mal” en economía.
La política económica argentina esta incluida en la política económica internacional; es decir, es individual, pero se encuentra dentro de un gran escenario global, eso siempre lo supimos... pero ha quedado demostrado que había vida fuera de los formatos vulgares de subyugación, de eso se trataba.
No obstante hay que reconocer que a la indiscutible recuperación de la economía argentina le falta mas inversión, y muchas otras cosas; aunque básicamente le falta la “cura psíquica” de buena parte de la población, que le sigue comprando buzones a las mismas “lumbreras” Persiste aquel estremecimiento por una cultura económica que trajo a nuestro país una esclavización decadente. La gente escucha a sus promotores, aquellos que agitando posibles catástrofes en forma permanente, vivían de “vender miedo” Y es cierto que facturan menos, pero sus organizaciones siguen vendiendo informes y gozando de buena salud, la democracia argentina es generosa.
Quiero reafirmar mi convicción, que va más allá de los temas remanidos por otros colegas; digo que existe una relación indisoluble entre quienes pronostican catástrofes y el retorno de los capitales fugados. Acabo de ver por TV un “astro” profano de la prensa de negocios por 8 años; hoy recuperando ascendiente, es ex funcionario de Menem, Duhalde, y los K; alguien que nuestro país mantuvo durante 20 años. Sin siquiera darse cuenta-dado su enorme ego-, traduciendo dijo que termina de darse cuenta de supuestos peligros que el mismo abono por 5 años y medio, sentado en la poltrona del BCRA. Lo dijo por la cadena internacional más importante del mundo.
Es por eso que opino firmemente que el retraso del retorno de los capitales fugados, es un síntoma más de la neuropatía de nuestro liderazgo, y su influencia vigente en la sociedad argentina de cara al mundo.
Así como a través de la astrología los magos babilónicos constituyeron su poder, a partir de la construcción de pseudos sistemas de predicciones; así funciona la “segunda clase de economistas y/u opinologos”
Esta “cultura astrológico pronosticadora” corrigió (o le erro) 183% a la tasa de crecimiento del PBI en Alemania en solo 3 meses. Es la misma erudición inútil que se traspaso de los babilonios, a los egipcios, a los hindúes, a los chinos, y en la decadencia también al Imperio Romano.
No los subestime, en aquel tiempo "la onda era la astrología", y fue reconocida hasta por Santo Tomas de Aquino, si bien Lutero la llamo una “mala arte” y “una trasgresión del primer mandamiento”
En el presente, el pronostico económico esta afectando hasta “el segundo mandamiento”, y puede observarse una fuerte propaganda pronosticadora a través de periodistas, que debieran informar-hacen ejercicio ilegal de la profesion, porque no tienen incumbencias para pronosticar-. Pero tal vez, quien sabe…así como los editores suecos, tomaron la decisión de no publicar ningún pronóstico astrológico en sus medios gráficos; un dia desaparecen los clarividentes, evitando asi las transmisiones telepático-televisivas que meten “mala onda”, y frenan el retorno de los capitales que tanto necesitamos para seguir creciendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario