jueves, 28 de abril de 2022

INCUBADORA Y FONDO DE INVERSION



Necesitamos una incubadora y un fondo de inversión para emprendedores. El talento argentino está. Falta motivación y cabezas solidarias que amen al país y su gente. Podemos y debemos ser los mejores y después de triunfar, quedarnos en la Argentina

  

Cuando en 2012 le enviamos esta idea a la presidenta, esperábamos que nos reciba, pero nos derivó a Lino Barañao. Fuimos muy entusiasmados a la reunión. Inconveniente, el ministro no estaba. Los jóvenes que nos atendieron subsecretario de y director nacional eran agradables, pequeños como nuestros hijos y, aunque se sentían entusiasmados, nos adelantaron que no tenían atribuciones de ningún tipo.

 

De haber prosperado, hoy la militancia política podría tener empresarios nacionales y populares, porque no toda la juventud tiene que estar en un cargo público cuando existe un proyecto político. Necesitamos “sangre nueva”, después del intento fallido de Néstor Kirchner, que pretendió hacerlo con una burguesía nacional indiscutiblemente viciada.

 

Parecía que el proceso iniciado en 2003 no tenia retorno, pero era enorme la tarea que faltaba completar, se necesitaban ideas y herramientas que permitieran no solo consolidar lo realizado, sino también trazar nuevos caminos para continuar con la “construcción económica” de aquel proyecto.

Había que perpetuar la creación de empleo, e introducir y consolidar los negocios del Estado argentino en el mundo. Innovación y creatividad, son las llaves para retomar las altas tasas de  crecimiento que necesitamos para los próximos años. Es ineludible habilitar la apropiación de la riqueza potencial que una vez consolidada, vemos marcharse fuera del país. Riqueza que genere fuentes de trabajo para la juventud que fue invitada a participar.

 

Soñemos otra vez

 

En 10 años podemos tener una pequeña pero pujante burguesía nacional, compuesta por emprendedores con conciencia social, que festejen lo nuestro, y se conviertan en empresarios exitosos que dejan de irse a vivir al Uruguay cuando prosperan. En Argentina la gana, pero una vez “hecha”, se la llevan porque es un país inseguro…

Los surtidores de dólares tradicionales, lógicamente tienen sus objetivos no alineados con el proyecto particular de ningún país. Acceder a  mecanismos que generen capital propio reducirá la dependencia de fuentes de financiamiento externas.

 

La conexión de “Ciencia y Tecnología” con la vida real, luego de la costosa repatriación de científicos, fue y es un deber. El trabajo realizado fue extraordinario, pero interrumpido y destrozado. Demandamos objetivos de “negocios país”, a mediano y largo plazo. Acariciamos la posibilidad de fortalecer la biósfera de innovación, con una generación de “ejecutivos argentinos”, percibimos el hecho de entrenarlos y verlos triunfar.

 

Generar empleo y acumular capital es una tarea que tendrá resultados entre 5 y 10 años. Hay que posicionar a la Argentina y a los argentinos como artífices de centros de emprendedorismo e innovación en el mundo. Nos sobra talento. La creación de una Incubadora y un Fondo Para Emprendedores permitiría articular 4 o 5  iniciativas anuales, estableciendo fuentes de trabajo y rentabilidad futura. Hay que hacer lo que normalmente los hombres de negocios llaman “trade off” (Cambiar esfuerzo presente por beneficio futuro). Esta es la forma que permitirá a la Argentina sustituir la semi dependencia que hoy tiene con la producción primaria.

 

¿Por qué alentar u



na camada de emprendedores y nuevas empresas?

 

Porque es el momento, porque los emprendedores son decisivos para “formar” una nueva e imprescindible burguesía nacional. Los que blanquearon la cuarta parte de lo que fugaron, ya están enviciados. Desarrollar empresarios con la historia e idiosincrasia contemporánea, necesitara patrocinio del Estado. Hay que desarraigar 45 años de una visión financiera, que procuró la ganancia de inmediatez novelesca.

 

Los emprendedores y científicos son la materia prima de la innovación, porque no están limitados por barreras mentales idiosincrásicas, aunque ambos necesitan entornos convenientes para desarrollar proyectos y luego liderarlos cuando sean empresas. Es que la experiencia empresaria y el financiamiento son elementos críticos para el éxito, porque sin estos componentes no hay inicio ni crecimiento; y entonces, aun los científicos están destinados al fracaso, en el mundo de los negocios reales.

 

Los emprendedores de espíritu (existen emprendedores sociales) pueden ir fácilmente a conectar los esfuerzos que se hicieron en materia de productividad e innovación en Ciencia y Tecnología. El motor de la economía Argentina necesita trabajar con 4 cilindros: Ciencia (1), que se convierta en Negocios (2), obteniendo financiamiento (3), planes liderados por los mejores recursos humanos con soporte de entrenamiento y experticia (4).

 

Si se pone en marcha ese motor, los argentinos tendremos “el activo estratégico”. La política viene convocando y albergando jóvenes desde 2002, pero ahora es hora de crearles espacios y facilitarles oportunidades para que no se frustren. La militancia empresarial no consiste en conectarse con una agrupación, necesitamos empresarios militantes del futuro argentino, y para eso tenemos que incubarlos y acelerarlos.

 

El crecimiento de la nueva economía que se está reconfigurando, cierra con inversiones y gente trabajando. Pensemos que los empresarios sean jóvenes y locales, capaces de crear empresas de rápido crecimiento y alta capitalización. Fructifiquemos para invertir $1.000.000 y proyectar una salida a la bolsa con capitalización de $200.000.000 entre 5 y 7 años, con proyectos  altamente reproductivos como lo fue Internet y otros portentos que disimulan haber sido esponsorizados por el Estado norteamericano. Para eso es indispensable la creación de un Fondo con apoyo periférico profesional y entrenado. Todos sabemos que salir a colocar deuda para un emprendedor argentino, no es una opción.

 (*) Profesor de Posgrado UBA y Maestrías en universidades privadas. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

 

 

 

 

 

 


No hay comentarios: