Paradójicamente, para los equipos de profesionales interdisciplinarios que montan candidaturas alternativas, es el político con mejor imagen y mayor intención de voto para las elecciones del 2011.
Quienes quieren saber si valdrá la pena invertir en una eventual Argentina de Cobos, nos plantean dudas acerca de su falta de compostura. Se conjetura esto, en base a que siendo el número dos del P.E., a unos meses de elegido, se constituyó en el máximo contrincante de su propio gobierno.
Para un inversor entrenado, una acción vale más que mil promesas. Muchos de ellos prefieren un enemigo coherente, que un amigo errático.