miércoles, 10 de octubre de 2001

Ambito Financiero - El Patacón

Ascendientes del Patacón
Desde 1826 hasta fines del siglo diecinueve, hubo solo 12 años en que el papel moneda fue convertible. De 1867 a 1876 por Ley y de 1883 a 1885 por Decreto.
Establezcamos que hasta 1822 no había circulado en el país lo que en nuestros días conocemos como billete o "papel moneda". El sistema monetario estaba constituido por signos metálicos de oro y plata y por supuesto "el cobre" con lo que se acuñaba la moneda de vellón.
La moneda era la onza y circulaba también el peso de plata con monedas de fracciones de cuatro, dos y un real. La paridad que existía entre las monedas de oro y plata era de una por diecisiete por aquel entonces.
Ahora bien, un antecedente inmediato del papel moneda lo constituyen ciertas obligaciones emitidas por el gobierno, que si bien no poseían todas las características que tenía aquel, se les asemejaban mucho y por lo tanto acostumbraron a la población, a admitir su circulación y utilización.
Antepasados del popular Ahorro Forzoso y del Megacanje
Aparecieron las contribuciones extraordinarias que tenían las características de verdaderos impuestos ya que fueron reemplazadas mas tarde por los empréstitos forzosos. A los contribuyentes de los empréstitos mencionados, luego se les entregaban los denominados "pagarés sellados". Estos estaban provistos de facultades cancelatorias sobre sumas adeudadas al fisco en concepto de derechos de importación y otras yerbas.
Pioneros de la ingeniería financiera
Entre otras cosas se lanzaron "billetes amortizables" con el objeto de resolver las acusiantes necesidades gubernamentales.- ¿Le suena?
Claramente estos documentos emitidos representaban el endeudamiento preexistente del Sector Público y, si bien tenían poder cancelatorio interno no lo tenían con respecto a terceros.
Antiguas versiones de conflictos contemporáneos
En 1822 se creó el Banco de Descuentos o Banco de Buenos Aires y se comenzó a emitir billetes pagaderos al portador. La guerra en el Brasil le originó constantes extracciones de oro y serios problemas al Banco. A causa de ello es que tubo que enfrentar dificultades serias para mantener la convertibilidad de sus emisiones. (¿Le suena II?)
En 1826 el gobierno decidió garantizar la emisión del Banco de Descuentos, disponiendo además que esa garantía estaría en vigencia hasta el emplazamiento del Banco Nacional. Este Banco tubo entre todas sus incumbencias la facultad de emitir monedas de oro, plata y billetes convertibles. Fue esto último que, intensificándose, provocó con ello una trascendente estampida inflacionaria. (¿Le suena 3?)
La historia es larga y, se podría hablar del esfuerzo de Rivadavia para sancionar una ley que fuera convirtiendo los billetes; luego la caída de su gobierno, lo demás lo relatan las memorias y los historiadores.
Viamonte y Rosas siguieron emitiendo hasta que, cuando se le acabó su segundo gobierno al caudillo, la circulación existente superaba los 137 millones contra 10 de 1826.
Corresponde aclarar que el papel moneda circulaba solamente en Buenos Aires; en el resto del país la única moneda circulante continuaba siendo la metálica. Sin embargo se puede exhibir el éxito de un caso; el de la Provincia de Corrientes, donde hubo una emisión de papel moneda que luego fue amortizada y no dejó consecuencias maléficas.
La característica principal del sistema monetario de Buenos Aires por aquellos tiempos, fue la continua devaluación de su papel moneda -(¡Atención Gobernador Ruckauf!)
Es justo mencionar que las emisiones de aquellos tiempos constituían un procedimiento forzado por parte de los gobiernos y mayormente se generaban para afrontar los gastos castrenses, provenientes de las constantes guerras civiles.
Conclusión
Al relacionar los fundamentals de la Provincia de Buenos Aires y la historia, todo me confirma cual fue la percepción política y la severidad de los acontecimientos previos a la emisión del Patacón. El gran desequilibrio fiscal sin financiamiento produciría irremediablemente un potencial conflicto social. Tampoco puedo dejar de vincular, como pensaban y piensan los gobernantes en estos casos.
Invariablemente antes de cada coyuntura crítica, se descubre una decisión irreflexiva que deja a alguien sin margen para decisiones futuras. Esta es la historia de los arrastres con herencias azarosas que denuncian siempre los que asumen. Episodios como los descriptos, llevan a los analistas a presagiar rumbos indeseados a causa de ciento ochenta años de costumbres con consecuencias descorazonantes.
Coexiste una constante en los que decidieron políticas en diferentes épocas. Con escasa diferencia, todos han mostrado una reiterada fantasía que consiste en arbitrar entre "la bomba que explota ya" y "la única solución posible". Es decir: "Comamos y bebamos hoy que mañana moriremos" (Isaias 22:13-LA BIBLIA). Como en este pasaje del oráculo contra Jerusalén; no hacer caso de las advertencias contra las malas decisiones trae consecuencias para los estados y sus pueblos sufren.
Con respecto al Patacón, ya se alzan voces, acerca del riesgo de avanzar en la disputa del monopolio de la emisión de moneda que tiene el B.C.R.A. Para algunos afecta inclusive, el sistema constitucional del país.
En forma reiterada surge la evocación inquietante: ¿Será esta una nueva moneda de abundante circulación con cotización potencial decreciente? - ¿Resucitará la leyenda de un pasado lastimoso que acecha sobre la Provincia?

*Pablo Tigani- Master en Política Económica Internacional- Presidente de www.hacer.com.ar

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