viernes, 12 de marzo de 2004

Abogado experto en asuntos financieros

Ámbito Finaciero - Comercio Exterior 12/03/2004
Luego de haberla estirado con éxito por 27 meses, mientras la economía se recuperaba, la táctica de ir piloteando en el tiempo el acuerdo por la deuda en default se extinguió y ahora se pone en marcha el segundo round del plan de negociación. La posición asumida por el G7 impuso demandas muy firmes y dificiles de enfrentar con el perfil díscolo del primer round. Sin embargo el Presidente Kirchner resistió la firma del decreto del comité negociador de bancos porque sino volvíamos a caer en la jurisdicción internacional como la mayoría de los acuerdos de los años noventa, que aceptaba la justicia foránea para las divergencias entre las partes. Los resultados de aquella resignación están a la vista, dos fallos cercanos de la justicia americana, le permiten a los acreedores de la Argentina inhibir bienes públicos y giros a los organismos económicos internacionales. No obstante, la verdadera cuestión en este tramo, es que el doctor Kirchner presidente y abogado comercialista, ambiciona evitar la instalación de los intereses caídos, como usualmente se hace en los concursos preventivos. Ni hablarle tampoco de subir el superávit fiscal arriba del 3% como sugieren algunos oráculos nativos.
Hasta último momento, muchos se prepararon para el escenario de default con los organismos, habiendo investigado previamente todos los plazos y los países que pasaron por experiencias de este tipo. Las instituciones multilaterales de crédito también lo habían hecho, en forma cuantitativa y simulaciones mediante. Brasil, Uruguay y Chile se apuraron a decir: “un eventual default argentino con el FMI no nos afectará”, teniendo en cuenta la tasa de interés actual. Muchos creyeron que el gobierno, que tenía preparado un “plan B” y astutamente lo dejó vislumbrar, lo convertiría al día siguiente en el “plan A”.
El escenario de un eventual default, claramente fue parte de la estrategia negociadora. Una vez más, muchos fantasearon que aparececería como el escenario de mayor probabilidad estadística asociada. Es más, algunos llegaron a decir que este sería el tema central del discurso que Kirchner pronunciaría el 11 de marzo al lanzarse el nuevo movimiento frentista, que en realidad, proporcionalmente cada vez es mucho mas peronista que transversal. Otra vez pronosticadores y prestidigitadores fallaron en la presciencia. La presciencia es un atributo de Dios. Es que no entienden la dinámica del peronismo ni a Nestor Kirchner, un presidente recontra peronista. Para algunos analistas pareciera ser, que si no hay “marcha”, o foto de Perón o discurso que mencione a Evita, se desliza bajo cuerda el fantasma de Fidel. No es así, justamente Zamora estuvo indignado con el Presidente porque dio la orden de pagarle al FMI.
En realidad parece ser que la Argentina se aproximó un paso más al acuerdo y no quiso malograrlo, aunque le pese a los que especulan de manera constante, con escenarios catástrofes. Si la Argentina consigue acordar la renegociación con una quita del 75% aunque incluya los intereses caídos, y aún comprometiendo un superávit fiscal mayor al 3% en 2005, será un suceso mundial inédito en la historia de los defaults.
La capacidad de reflexión del gobierno al filo del tiempo límite, exteriorizó la racionalidad de la que hablaba Kirchner en sus discursos de campaña, cuando se autodefinía como nacional, popular, progresista y racional.
De este modo, una vez mas se evitó un incierto y adverso descenlace, con el que especularon hipocondríacos y encantadores de serpientes.

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