miércoles, 14 de noviembre de 2018

DUJOVNE = CAVALLO + NABUCODONOSOR




"En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno", resaltó durante una exposición por los festejos por el 50° aniversario de la creación de la Comisión Nacional de Valores (CNV) (14 de noviembre de 2018)

Falta aun más de un año para que el nuevo presidente asuma. Este periodo no termino. En 2001, mientras Cavallo lanzaba un desplante altanero a un  periodista-antes de viajar a Washington-, recordé una historia similar a la de Dujovne esta mañana. Otra vez esto de: “yo lo hice”, “yo tengo el apoyo del FMI y del sistema financiero”, “yo, yo, yo…lo hicimos y no nos caímos”  

En el año  605 a. C. el  rey de Babilonia Nabucodonosor, sitió Jerusalén y se llevó cautivo al pueblo de Judá incluyendo jóvenes  rehenes muy bien educados (en lugares como al presente concurrieran con el Cardenal Newman y la Nueva Escuela Argentina 2000, del barrio de Belgrano). Aquellos talentos asimismo eran herederos de familias de la nobleza de Judá (como este hijo de los arquitectos Silvia Hirsch-apellido de un Bunge & Born Bernardo Dujovne-Decano de Arquitectura de la UBA durante el gobierno Radical-).
Los babilonios trataron de obtener la lealtad de los jóvenes cautivos hacia el rey Nabucodonosor y su corte, con una estrategia que en nuestro tiempo sigue vigente. Captar voluntades reverenciales, comprometidas a “pertenecer”.
Para conseguir sus objetivos, el departamento de recursos humanos del reino babilonio adoptaba un programa de tres puntos:
1)       A los cautivos se le daban nuevos nombres nacionales. Esto tenía un significado-, sus ajenos apodos sugerían un cambio de lealtad.
2)       Posteriormente, se les supeditaba a un entrenamiento de tres años para enseñarles las costumbres y la lengua de los caldeos.
3)       Por último, se les proporcionaba el mejor alimento que podía ofrecer Babilonia que era la mismísima comida y bebida que tomaba el rey cada día.
A esta altura luce obvio que el imperio intentaba seducirlos con toda clase de estímulos para procurar sus anhelos y los ayudaban a cambiar su cultura, haciéndoles a la vez leales a ellos.
Entre muchos horrores, el altivo Nabucodonosor hizo una estatua de oro ante la cual su pueblo y los cautivos de cualquier creencia religiosa se debían postrar y adorar o bien, eran echados en un horno de fuego ardiendo por no someterse. Palmariamente, se constituyó la obligatoriedad de la religión del Estado sin discusiones. Ni siquiera hablar de libertad de culto.

Aquella mañana de octubre de 2001, ante un ambiente de interés público. Ese día todavía Cavallo se refirió a ciertos políticos como "los progre" (versión moderna de la usanza: "zurdos"). Recuerdo que a la noche, coincidía Cavallo en un programa de TV, con un sacerdote que despreció a un reconocido economista y periodista-hoy director del Banco Central-de apellido judío llamado Enrique Szewach: "este país es católico, le guste o no a algunos"… hablando de xenofobia... Ese mismo día le escribí a Enrique para solidarizarme con él.
Paseando por el palacio real, Nabucodonosor quien ostentaba el control político y obviamente económico de Judá, que transformaba la cultura e imponía su religión; se dijo a sí mismo mientras admiraba su dominio: “¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué  para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?” - En la Argentina podemos recordar diversas frases arrogantemente estrafalarias, en diferentes periodos, de quienes tuvieron a su cargo el ministerio de economía o hacienda. 
Un prestigioso economista del establishment, presentando su plan dijo: "lo voy a decir una vez y no lo repito más"… Así fue, en 48 horas, De la Rúa lo despidió del ministerio de economía.
Conozco a otros que hoy apoyan este proyecto, y como han abundado en descalificaciones a los premio Nobel Stiglitz y Krugman.
El actual ministro de hacienda, de quien se espera aunque sea “1” acierto, expresa una infundada arrogancia: “En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que se caiga el Gobierno”. Tan siquiera Cavallo era ya un reconocido technopol internacional.

Cuenta La Biblia que Dios fue paciente doce meses con Nabucodonosor, antes de ejecutar su sentencia, dándole oportunidades para arrepentirse y cambiar de actitud, pero él hombre no la aprovechó. Su orgullo recibió el castigo divino cuando enfermó mentalmente y comenzó a manifestar el comportamiento de una bestia, literalmente. La descripción de su condición previa al escarmiento,  presenta los síntomas de una forma rara pero conocida de megalomanía. Nabucodonosor y Cavallo eran megalómanos. Cuenta La Biblia que este rey terminó comiendo hierba con los bueyes, y que su pelo creció, sus uñas eran como la de las aves.
Traspolando esta rica narración, La Biblia nos da indicios y nos deja una lección indicando asimismo en su contenido que: “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes”.

¿No será mejor renunciar a esa soberbia, estimado Nicolás?

Tal vez, renunciando la pedantería y la auto-exaltación, si te “haces cargo” de lo que venimos padeciendo los argentinos desde 2015, puedas adoptar una posición de mayor humildad, aun cambiar el rumbo que inexorablemente nos llevaría a otra crisis de gobernabilidad como la de 2001. El mandato no termino. No provoques a Dios, no sea que te pase lo mismo que a Domingo Cavallo. Arrepiéntete y pide perdón por tus dichos de esta mañana.




viernes, 26 de octubre de 2018

A 17 años de 2001, confluencias financieras y sociales 2018



A 17 años de la crisis del funcionamiento de las instituciones democráticas en Argentina, hoy puede sostenerse que no se han disipado las amenazas de un retorno al pasado caótico. Esta afirmación se evidencia en las propuestas gestoras de aquellas mismas falencias de quienes gobernaron hasta 2001-muchos technopols repetidos en este periodo- y, una oposición que tiene el desafío de encontrar los mecanismos adecuados para encarar una nueva fase superadora de un paradigma que exhibe claros síntomas de fatiga.
Luego de la catástrofe de 2001, la Argentina tuvo que enfrentar un conjunto de desafíos inéditos promovidos por el incumplimiento de sus obligaciones financieras internacionales y el estallido social interno, que transformaron el escenario político en el que se concedían los vínculos simbólicos. Hoy el furibundo endeudamiento de 30 meses-IS16-2S18-ha concentrado vencimientos imposibles de afrontar desde 2020 hasta 2022 (próximo periodo presidencial). Esto no significa que su percepción por parte de los mercados, anticipe el escenario menos deseable.
Nunca un gobierno argentino se desgastó tanto en tan solo 12 meses de gestión (octubre 2017-octubre 2018) como el de Mauricio Macri. De esta manera, en la Argentina se verificó una tendencia que indica que en los países que vuelven a aplicar las políticas neoliberales, e incurren en crisis financieras, ya al borde de la cesación de pagos, es casi inevitable la intervención del FMI. Todo esto se debe a que la ideología hegemónica dominante se ha orientado desde los países desarrollados hacia los países emergentes, como reflejo de la expansión de la globalización de los mercados y la expansión del capitalismo financiero.
Dada la creciente caída del salario y el empeoramiento de las condiciones de vida de los últimos meses, lo asombroso no es que los ciudadanos ayer se manifestaran pidiendo que no se apruebe el presupuesto, sino que en estos meses, hayan sufrido en forma creciente, en silencio, atolondrados.
Aunque el FMI tiene hoy oficinas en el BCRA, este organismo está dirigido por representantes de los países industrializados, quienes señalan que “el mejor gobierno es un gobierno pequeño que resigna funciones que el estado no desempeña con éxito merced a su consabida ineficiencia y corrupción, a favor de una supuesta-no siempre probada- mayor eficiencia y ética proveniente del sector privado (Stiglitz). En tal sentido, quiere significarse que las políticas públicas-en lo que hace a la política económica-necesita un equilibrio entre el papel de los mercados y el papel del gobierno. Dicha conclusión emerge en forma diáfana, cuando se contextualizan las circunstancias relativas a decisiones de políticas públicas.
En el caso argentino, la presente aplicación de las mencionadas políticas, no solo vienen afectando el funcionamiento de las instituciones-sucesiones de ministros del área económica y presidentes del BCRA-, sino que pueden implicar unos costos inusitados, en términos sociales en diferentes localidades del país, como sucedió en 2001, generando una inestabilidad de magnitud, y aun en todos los aspectos (Gervasoni).
¿Será que nuevamente la dominancia ideológico-tecnocrática del FMI, en contraposición con la aguda brecha social se irá consolidando y finalizará “soltándonos la mano” otra vez, generando una crisis financiera e institucional?  No lo sabemos.
En el interior del Estado argentino, los problemas económicos y políticos acontecen a través de una burocracia disciplinada-exacerbada y con altos  estándares de corrupción-eufemísticamente: conflicto de intereses-, así como un endeudamiento creciente y extravagante que se ha tornado insustentable.
Si el desempleo irá creciendo, esto será antes de un potencial estallido social, que viene expresándose en esta crisis que transcurre desde diciembre de 2017. La desigualdad ya es de gran magnitud, medida por indicadores de distintas entidades. La pobreza es una consecuencia de la desigualdad (Tilly). Es importante esta sencilla ilustración de Charles Tilly, cuando se vuelven a cruzar los temas de pobreza y desigualdad (Stiglitz).
Alain Touraine expresa la insuficiencia de las democracias representativas, debilitadas en las sociedades que se han alejado de la esfera gubernamental con gran impacto social. (…Quisimos que la democracia fuera representativa y estuvo bien que así fuera; sin embargo, actualmente es necesario identificar los intereses que son representables y asegurar que los dirigentes sean efectivamente representativos, más que de los intereses particulares o de su propio interés, del interés general que incluye el respeto y la protección de las minorías. Hay que decir que en ese terreno las democracias han retrocedido, porque las sociedades democráticas actuales ya no están divididas, a diferencia de la sociedad industrial, entre una minoría de dirigentes y una mayoría de trabajadores, sean independientes o dependientes, porque en la sociedad postindustrial dominada por los intereses financieros y regida por las políticas neoliberales, son cada vez mayores los sectores de la población desprotegidos y marginados…) El capitalismo contemporáneo genera todo tipo de desequilibrios y áreas críticas: crisis ecológicas, marginalización, desempleo, y desigualdad en el desarrollo de diferentes sectores de la economía. La vorágine en que se sumergió el país desde 2001 por lo menos hasta mayo de 2002: corralito, resistencia social, estado de sitio, estallido social generalizado, sucesión de autoridades, cesación de pagos, devaluación, depresión continuada, inflación y sobretodo, indignación y perplejidad generalizada ( Laclau). El caos político en que cayó el gobierno de De la Rúa se manifestó en la violencia de los saqueos y en la presencia masiva de gente en las calles, desafiando el estado de sitio y mostrando una desobediencia civil inédita, pero también en la resistencia de las Fuerzas Armadas a distribuir alimentos entre los sectores más pobres de la población (que habría sido solicitada por el Presidente) y, fundamentalmente, en la falta de políticas para atender la emergencia, que luego de las varias sucesiones provisionales-en el marco del sistema presidencialista-, pudieron ser implementadas por Eduardo Duhalde, a partir de su designación por parte del Poder Legislativo. Hoy el gobierno de María Eugenia Vidal suplica a las iglesias católica y evangélica que la ayuden, en circunstancias similares, donde las Fuerzas de Seguridad, están en las fronteras y las que están en las ciudades, se ocupan del “orden interno”.
El gobierno aun está a tiempo de evitar males mayores, la dinámica de una crisis no se puede prever, un estallido social con consecuencias dramáticas como las de 2001 puede evitarse cambiando el rumbo que hace 17 años llevo el país al colapso.



domingo, 23 de septiembre de 2018

martes, 28 de agosto de 2018

¿Fin de ciclo?




“Todos podemos opinar en democracia”, dijo una señora en la peluquería. Sería una falsedad decir que para hablar de política hay que tener formación intelectual. En absoluto…
No es que esto y algunas otras cosas sean ficciones. “Todo es falaz”, solo que el gobierno tiene algún que otro desliz y en el medio se le escapa alguna verdad. Engañaron en campaña. Pero hace 7 meses comunicaron un crecimiento de 3.5% y ahora que caeremos un 1%, respaldaron un dólar de $20 para diciembre de 2018 y en este instante cuesta $32. La inflación iba a ser de 12% y ya pasamos el 20% en julio-faltan 5 meses-.  Por lo menos “piden disculpas”, dijo la señora ingenuamente.
Se le está soterrando todo el Sarmiento a esta familia. Mientras gobiernan con dos mantras que les libera la mente: “se robaron todo” y “la pesada herencia”, estos desfachatados y los que ya echaron-a quienes se les viene la noche-, siguen traicionando a la ciudadanía. Son tan atrasados que creen que ducharse con agua caliente y encender la estufa es un derroche. Tener un plasma en 2018 en Argentina es solo para González Fraga y su alcurnia. Cada vez tienen menos amigos en las escuelas y las universidades. Conservan más amigos entre comentaristas del relato “pautado” y funcionarios de Comodoro Pro.
¿Pobreza cero? Si no han hecho nada para mejorar la vida de los ciudadanos. No es algo que les preocupe. Solo les incentiva el hecho de hacer negocios para ellos vertiginosamente, como si se fuera a terminar el mundo. Rapacerías que la gente de a pie no discierne: u$s 36.000 millones de intereses en Lebacs que se fugaron, auto indulto de multas para el correo-quebrado por la familia Macri-, perdón de deudas a los amigos-supuestos dueños de las empresas energéticas y la casita de fin de semana con lago-. Hoy Molinos recibió el perdón oficial de Macri a u$s70 millones por decreto. Baja de impuestos al complejo sojero y las empresas mineras, blanqueo de dinero negro evadido de la Argentina por mas u$s 100.000 millones, porque los corren del exterior.
El financiamiento de este engendro diabólico proviene de préstamos carísimos, una llamarada inflacionaria y leyes que licuan los ingresos fijos de asalariados, jubilados y pensionados.  Pagan los que menos tienen con caída del poder adquisitivo.
Estos hijos de funcionarios y asesores civiles de la dictadura llevan apellidos repetidos como Prat Gay, Peña, Sturzenegger, solo por mencionar tres. En las manifestaciones populares se corea: “Macri basura, vos sos la dictadura”. Yo no creo que sea la dictadura, es mucho peor que eso, porque a Macri y Lopérfido les dio igual hablar de 30.000 u 8.000 los desaparecidos.
Macri no solo no gobierna-terceriza todo-, sino que él y sus ministros han sido y son un instrumento para avergonzar al país y someterlo nuevamente. 
A Macri lo convencieron un grupo de bandidos más avispados y otros transgresores significativos que podía ser presidente e inclusive gobernar a los argentinos. Confieso y hay un video de 2013 en Youtube que certifica que nunca imagine que pudiera ganar elecciones nacionales. Macri vio la encuesta de Duran Barba (que decía que el promedio de los televidentes tiene la comprensión de un niño de 9 años), por eso creyendo que todos los ciudadanos tenían la misma profundidad pensante, especuló con que esa insuficiencia le permitiría vivir engañándolos. Eso solo funciono con un 20% y dura solo un tiempo. Al 50% no lo pudo engañar y al otro 30%  solo lo movió el anti peronismo visceral.
CAMBIEMOS llegó al gobierno para que gobiernen las corporaciones  trasnacionales y los oligopolios, con el trajín incansable de los medios periodísticos que disimulan cualquier cosa. CAMBIEMOS no vino a cambiar, sino a recuperar. CAMBIEMOS no gobierna, solo hace campañas. La política la hacen abierta y encubiertamente actores que constituyen lo peor que en otros tiempos proporcionaron los partidos políticos mayoritarios. Incorporaron espantosos perjuros intrigantes y proscriptos malhechores, como operadores políticos y legislativos. Algunos están en “la mesa chica de Macri”. Otros son promotores del embajador de CAMBIEMOS Martin Losteau-que fue ministro de Cristina y presidente del banco Provincia de Scioli-.
Lázaro Báez ha de convertirse en un carterista de trenes cuando esta pesadilla termine. Hoy gobierna el elenco estable de la corrupción estructural argentina, una fuerza “parapolítica”, que fue compinche de la dictadura cívico militar entre 1976-1983. Han restituido todos los fracasos acoplados: devaluación, inflación, presos políticos, guerra al malón, muertos en represión, alimentos caros, pobreza, recorte de derechos adquiridos, vuelta al FMI, otorgamiento de privilegios a los oligopolios y a las trasnacionales, entrega de los intereses nacionales. No parece una alianza de partidos, parece un organismo tercerizado para saquear dólares fugándolos al exterior poniendo al país de rodillas. Reconozco que algunas cuestiones son novedosas, como acuerdos de pesca con los usurpadores de Malvinas y Bases Militares en Neuquén.
No volvimos al mundo, pusieron a Prat Gay para pagarle a los fondos buitres más de lo que ellos mismos hubiesen deseado en tiempo record. Este gobierno nos ha puesto en ridículo ante el mundo, figurando el presidente en “los Panamá Papers”. Sus ministros pedían inversiones y a la vez explicaban que no traerían sus ahorros depositados en el exterior, porque no estaban dadas las condiciones de confianza. Casi todos los ministros tienen empresas y cuentas “off shore”, incluyendo dos expertos en fugar divisas para terceros, y seguir haciéndoles ganar dinero a sus ex empleadores. Se destripan de risa muchos, pero en el exterior los académicos están horrorizados.
Con la colaboración de quienes votaron las leyes para empobrecer a los ciudadanos y favorecer a los fondos buitres, Macri abochorno al Congreso de la Nación, modificando por decreto otra ley votada en forma conjunta con el bloque de Massa para que pueda blanquearse el dinero negro de sus familiares amigos y allegados. Ni hablar de la sangre derramada de los héroes de Malvinas que clama. Se firmaron convenios de pesca con los usurpadores de nuestra soberanía y el jefe de gabinete de ministros fue a rendirles homenaje a los caídos de Inglaterra, mientras se les niega las pensiones a los combatientes argentinos. Una buena parte de los ciudadanos que defiende a CAMBIEMOS tal vez sabe lo que dice, pero no todos saben de qué hablan. “Los que tiene dinero no van a robar”, decían los más torpes. Parafraseando La Biblia: “el que ama el dinero nunca se saciara de él”. Tampoco son empresarios. ¡Qué va!Ser empresario es algo más que ganar licitaciones. Este no es un gobierno de empresarios, es un gobierno de Ceos y dueños fulleros. Para durar muchos años en el puesto de CEO de una corporación trasnacional, es necesario “decir que si”. En el mejor de los casos he visto gente honesta, que vive agachando la cabeza y no ante Dios, sino ante su estabilidad monetaria y ciertos privilegios. Esclavitud disfrazada. Los Ceos no deciden más allá de que el tesorero de un club. Cumplen órdenes de la dirección que está en el exterior. En Europa sos “sudaca” y en EE.UU. Argentina es México. Muchas veces tienen que decir sí; e ir a mentir o negar en algo en un juicio, otros tienen que llevar coimas, o miran para otro lado. Son sabedores que sus empleadores contaminan la naturaleza o venden fumigadores cancerígenos, alcohol, etcétera. Decir si a vender en negro y evadir impuestos, o contrabandear es normal para muchos dueños a quienes no les entran las balas.
Vinieron para gestionar…gerenciar…es que llegan del sector privado “más malo moral, ética y profesionalmente”. No son empresarios argentinos ni fundadores. Para ser justo diré que ninguna empresa decente ni eficiente mantiene en sus cargos a sus Ceos con los resultados que estos ministros muestran delante. No duran un solo trimestre con menos del 1% de los errores que han cometido.  Solo son Ceos “si señor”, testaferros, traders de títulos donde sus padres depositaron sus fortunas por años y años y luego les consiguieron empleos. Otros funcionarios provienen de empresas, confesas ganadores de licitaciones con coimas. Hay gente que defiende a CAMBIEMOS señalando algunos sindicalistas gordos deshonestos, creyendo que eso invalida la lucha por los derechos del trabajo que lograron humildes delegados de fábrica, mediante huelgas, durante 100 años. Meten todo en la misma bolsa, “son vagos”, pero gracias a muchos que hicieron historia trabajamos jornadas de 8 horas, gozamos de vacaciones y aguinaldo pago.
Hablar de Ciencia Política es bastante distinto a hablar de corrupción. Me parece raro que haya tanta gente que sepa de corrupción y de lo que pasa en Comodoro Py, antes que se dé a conocer oficialmente. Veo esas nuevas incumbencias vulgares, repletas de egresados, por cierto. La corrupción es campo del periodismo, la justicia y la policía. Han surgido dos nuevos sujetos, el “perito crucificador” y el “calumniador serial” que puede equivocarse y pedir perdón en letra chica, sin ningún costo.
Es verdad que durante el gobierno anterior hubo hechos de corrupción. Inclusive desde  la fundación del mundo hubo corrupción, en todos los gobiernos. Así funciona aun hoy la política en todo el mundo. -¿Cómo?- Una empresa le da dinero a CAMBIEMOS (no le va a dar a Evo Morales ni a Lula) y CAMBIEMOS roba identidades-según mas de mil testimonios- para justificar “dinero negro” que le da la empresa para hacer campaña. Otras empresas les dan coima a los funcionarios de gobiernos populistas para ganar licitaciones y permitirles “hacer caja política”. Guste o no. Esa es la verdad. Corrupto es todo. No hay corruptos buenos y corruptos malos. El presidente es un político rico, no tanto por merito propio, sino porque en Argentina existía algo que se llamaba “la patria contratista”. Muchos no saben de qué se hablaba en el patio de cualquier casa politizada cuando no había TV color. Entonces no tenía exposición un inescrupuloso tesorero de dinero de la política. En estos días me sorprendió el ministro Dietrich, a quien lo vi inusitadamente agitado-pidiéndole plata al Banco de la Nación-con el asunto de la suspensión de la obra pública y los cuadernos, corre peligro el sistema PPP. ¿Sera que él es un experto en venta de automóviles de agencia y ser ministro del Poder Ejecutivo es más complicado?
La UCR merece un párrafo aparte. Dejo de ser un partido para ser una muleta con la que gobierna el PRO. La UCR es un pariente ideológico, lo mismo que sus ex miembros de la Coalición Cívica y otros ex colaboracionistas de golpes de Estado. Un grupo de corruptos e ignorantes gobierna gracias a la UCR y Elisa Carrió, con el apoyo de todo el arco anti peronista visceral, los medios hegemónicos, la gendarmería y el partido judicial.
Alguien me pregunto: ¿Usted no ve nada bien de CAMBIEMOS?
Por supuesto que sí, soy profesor de las Maestrías de Negocios. Tienen muchos meritos: “10 en marketing, comunicación y ventas”. De lo que carecen es de gestión, sin hablar de la ausencia de contenidos intelectuales y la imprevisión para ocultar toda esa escasez.
A esta altura parecería que políticamente, CAMBIEMOS no tiene nada más para ofrecer al país.



domingo, 26 de agosto de 2018

Macri descartara versiones de default en EE.UU.


El presidente Macri descartara en persona, versiones de default en EE.UU.
Un déjà vu, que significa en francés: “ya visto antes”. No sé si es adecuada la definición de Wikipedia, porque habla de un tipo de paramnesia del reconocimiento-en contraposición a las paramnesias del recuerdo-de alguna experiencia que sentimos como si hubiésemos vivido previamente. Fundamentalmente se trata de un suceso que sentimos que ya vivimos, pero en realidad no. Es que esto puede ser peor. Esto podría ser algo nunca visto..
El fenómeno de las crisis financieras se incorporó oficialmente en la agenda mundial, y por lo tanto en el ámbito internacional, como una preocupación para los Estados de mayor grado de desarrollo económico y los organismos multilaterales de crédito, después de la denominada “Crisis de Lehman Brothers[1], fue luego de aquel “semestre trágico[2]” que pudo posicionarse con fuerza como tema de debate, remarcándose su asociación a las esferas de desregulaciones,  y falta de controles e intervenciones de los gobiernos. Desde 1994 las crisis financieras se han incrementado en distintos países-México, Tailandia, Malasia, Indonesia, Corea del sur, Rusia, Ecuador, Brasil, Argentina. Pero su relevancia adquirió un interés inquietante cuando Grecia, España, Portugal, Irlanda e Italia (2010) comenzaron a ser parte integrante de los desequilibrios internacionales. Todo esto se debía a que la ideología hegemónica por cuarenta años se había orientado y establecido desde los países desarrollados hacia los países emergentes, como reflejo de la expansión de la globalización de los mercados, la expansión del capitalismo financiero. En este entendimiento, la situación financiera internacional se había configurado como un emergente del avance de lo financiero sobre lo político, y  los actores a cargo en los países desarrollados dieron cuenta de ello.
En este marco, la diferencia para resolver los desequilibrios en los países desarrollados y emergentes han perjudicado en mayor medida a estos últimos, y esto responde en parte a la decisión de subordinar las políticas públicas a las diez reglas del Consenso de Washington[3], por ejemplo, para la región Latinoamericana en la década de los noventa[4], dejando paso al FMI, la tecnocracia internacional y las “mejores prácticas del mercado”. Así se trasformo en el rumbo aceptado por numerosos políticos, principalmente los adherentes al neoliberalismo (en Argentina Menem-De la Rúa, Collor de Mello en Brasil, Fujimori, Sánchez de Losada y Gutiérrez; en Perú, Bolivia y Ecuador respectivamente). El FMI había incluido la clásica receta, como factor previo a cualquiera de sus políticas de asistencia financiera. Los avances devinieron en un extraordinario aumento de la desigualdad y la pobreza, debido al endurecimiento de las exigencias de estos organismos y lo que denominare en adelante “el entorno neoliberal”[5]. El tema ha tomado especial protagonismo desde el inicio del nuevo milenio, aunque fue perfeccionado cuando supero las fronteras de los países emergentes, para concernir a los países desarrollados,  lo que elevó la incertidumbre de los países más ricos. Fue en ese contexto que la Argentina, asumió el papel de “mejor alumno del FMI”[6], no resguardando sus intereses, y adaptando sus políticas a los nuevos requerimientos del Consenso de Washington, una década antes de ingresar en el mayor default de la historia mundial, en diciembre de 2001.
Nunca un gobierno argentino se desgastó tanto en tan solo dos años de gestión como el de Fernando de la Rúa. Al momento de renunciar a su cargo de presidente de la Nación Argentina, la imagen positiva era sólo 4%[7]. De esta manera, en la Argentina se verificó una tendencia que indicaba que en los países que habían aplicado políticas neoliberales e incurrido en crisis financieras, ya al borde de la cesación de pagos, era casi inevitable la caída del gobierno (Ecuador[8], Indonesia[9], Malasia[10], etcétera) ante la imposibilidad de manejar sus consecuencias. Ese desgaste del ex presidente De la Rúa, que también afectó a buena parte de la dirigencia política del país. El caos político en que cayó el gobierno de De la Rúa, no sólo se manifestó en la violencia de los saqueos y en la presencia masiva de gente en las calles, desafiando el estado de sitio y mostrando una desobediencia civil inédita, sino también en la resistencia de las Fuerzas Armadas a distribuir alimentos entre los sectores más pobres de la población (que habría sido solicitada por el Presidente) y, fundamentalmente, en la falta de políticas para atender la emergencia, que luego de las varias sucesiones provisionales-en el marco del sistema presidencialista-, pudieron ser implementadas por Eduardo Duhalde[11], a partir de su designación por parte del Poder Legislativo.






[1] PricewaterhouseCoopers International Limited, Lehman Brothers Bankruptcy, “Lessons learned for the survivors Informational presentation for our clients”, August 2009
 
[2] Así se denomino el periodo comprendido entre el ultimo trimestre de 2008-con la quiebra de Lehman Brothers y el final del primer trimestre de 2009, cuando la economía mundial, comienza a recuperarse del shock.
[3] El Consenso de Washington incluye estos 10 puntos: 1. Disciplina presupuestaria de los gobiernos. 2. Reorientar el gasto gubernamental a áreas de educación y salud 3. Reforma fiscal o tributaria, con bases amplias de contribuyentes e impuestos moderados. 4. Desregulación financiera y tasas de interés libres de acuerdo al mercado. 5. Tipo de cambio competitivo, regido por el mercado. 6. Comercio libre entre naciones. 7. Apertura a inversiones extranjeras directas. 8. Privatización de empresas públicas. 9. Desregulación de los mercados. 10. Seguridad de los derechos de propiedad.
[4] Casilda Béjar, Ramón, “América Latina y el Consenso de Washington”, boletín económico de ICE n° 2803, del 26 de abril al 2 de mayo de 2004
[5] Tigani, Eugenio Pablo, FMI, BCE, Fed, Treasury US, políticos funcionales al marco teórico neoliberal, corporaciones internacionales , banca privada de inversión y comercial, calificadoras de riesgo, nuevos profesionales físicos, matemáticos, y sus nuevos productos derivativos financieros ofrecidos por Wall Street, lobbistas de la desregulación de los mercados contratados por las corporaciones para representar grupos de presión privatizadora en los Congresos, mercados financieros internacionales-bolsas de valores-fondos de inversión, capital de riesgo, private equity funds, hedge funds, fondos mutuales de pensión, fondos buitres, corredores de cambio, fijadores de tasas de interés y cambio-arbitrajistas-, sistema financiero en las sombras, comisión de valores, especuladores, universidades formadoras y promotoras ideológicas, buffetes de abogados top, economistas funcionales, consultores de alta dirección extranjeras y locales, etcétera.
[6] IMF (International Monetary Fund), WBG (World Bank Group) Boards of governors annual meetings, Washington, D.C., Press Release No. 5, October 6 - 8, 1998, Statement by the Hon. CARLOS SAUL MENEM, President of the REPUBLIC OF ARGENTINA, at the Annual Meetings of the Boards of Governors of the International Monetary Fund and the World Bank Group
[9] Sánchez Moreno, Montserrat, “Transición y democratización en Asia-Pacífico: El caso de Indonesia.”, Revista CIDOB d’Afers Internacionals, núm. 78, p. 141-158
[10] García, Jaime, “Malasia y la crisis internacional”, Panorama Mundial, boletín electrónico del IDEI,
Año 1 - No 1 - abril 2009


[11] Discurso de Eduardo Duhalde anunciando el lanzamiento del Plan Jefas y Jefes de Hogar en


viernes, 27 de julio de 2018

2001. FMI, Tecnocracia y Crisis


Esta investigación es extraordinariamente oportuna e indicada para analizar y comparar ciertas cuestiones del contexto actual. Vemos como ex funcionarios de los gobiernos de Menem y la Alianza: Dujovne, Sturzenegger, Frigerio, Patricia Bullrich, Hernán Lombardi, por mencionar algunos; ellos son, ascendidos y repetidos  “technopols”.- Protagonistas ya, de otra crisis financiera y el regreso al FMI. El trabajo considera el fracaso de la presidencia de Fernando De la Rúa (1999 - 2001), que terminó anticipadamente con una renuncia inevitable en medio de la crisis económica, social y política más grave que recuerde la democracia argentina, hasta este momento. Para hacerlo, se analizo el caso a partir de la teoría de las élites tecnocráticas en el gobierno. La ciencia política ha investigado, con diferentes enfoques, acerca del ascenso de las élites tecnocráticas al poder, o el rol que desempeñan en la implementación de reformas neoliberales. Pero se ha escrito menos acerca del fracaso de los tecnócratas, o de su rol en las crisis de gobernabilidad. Periodizando el gobierno de De la Rúa, observando sus medidas de ajuste y sus gabinetes, comparando su fase de tecnocratización con la de Carlos Menem y la reciente crisis global, y analizando en contexto las estrategias del gobierno y sus resultados, se llega a la conclusión de que el papel que jugaron las élites tecnocráticas tuvo incidencia en el desenlace fatal de la presidencia de la Alianza. Se suele fantasear que encomendar a los economistas de formación técnica y orientación neoliberal es el camino para obtener confianza y recibir “lluvias de inversiones”. Pero la despolitización y delegación a la tecnocracia que precede al FMI, agota sus escasos recursos de credibilidad y legitimidad. Esto cuestiona algunos supuestos de ciertas teorías de las élites tecnocráticas democráticas a partir de los noventa: la evolución de la crisis mostró que el gobierno de la Alianza dependía de una base de gobernabilidad suficiente, y que la figura de los “ministros incondicionales al FMI” o los “amigables” presidentes del BCRA, no pudieron evitar el derrotero.
Los intentos de introducir reformas neoliberales por parte de nuevos partidos liberal-conservadores, grupos sociales, factores de poder y aún sectores del electorado partidarios de ese tipo de reformas económicas, no cesan. Pero ni el presidente Macri, ni los ministros Aranguren, Etchevere, Dietrich, Caputo, vice-ministros Quintana, Lopetegui son tecnócratas.
En defensa de aquellos tecnócratas se dirá que se los ha acusado de muchas cosas, pero no de ignorantes. La experiencia “Cambiemos”, parecería una tentativa de reconstruir el neoliberalismo desde otro lado. No sabemos mucho aun, se trata de un fenómeno en marcha. Hoy no encontramos una palabra que forme parte de la jerga académica para definir esta inexperiencia, porque CEOCRACIA es una alusión irónica que no forma parte de la jerga académica.

Macri ratifico el rumbo y prometió la “normalización”



Una devaluación acumulada de 55% en un semestre, sin compensación mediante suba de retenciones a los productos agropecuarios. Siendo el aumento del dólar “punta a punta” del gobierno de 180% con el oficial y 107% desde la unificación con el paralelo. Ni Krieger Vasena con un gobierno de facto se atrevió a tanto. Aumentos de tarifas eléctricas y de gas extravagantes, con techo a las convenciones colectivas de trabajo. Todo esto sin un acuerdo de precios por lo menos temporal, por 180 días.
Es que el objetivo es la licuación del gasto público por vía de una llamarada inflacionaria, luego de una auto encerrona con la excusa de recibir el rescate del FMI. En realidad esto es solo para salvar a los bancos que angurrienta e inconscientemente, le prestaron dólares a la Argentina, a tasas inauditas. Súmese la fijación de una tasa de interés “chocante” por parte del BCRA para asegurar que hundiendo el dólar a 28 pesos o menos, los inversores financieros se sigan yendo con ganancias insuperables. La financiación de crédito de consumo se hace al 80%, el descubierto en cuenta corriente autorizado para Pymes 120%, el no autorizado 160%. Asistimos impresionados a una insólita ofensiva y amenaza de la Sociedad Rural al gobierno y al FMI, para  evitar el congelamiento de la baja de retenciones que pidió el organismo multilateral de crédito.
No veo el pláceme de la clase media boba a esta altura, aunque sigue apoyando porque prefiere perder calidad de vida, si es que “los otros” pierden más.
No advierto que la meta del gobierno sea erradicar la inflación y lograr una desahogada posición de la balanza de pagos, ni atraer inversiones, ni crecimiento, ni credibilidad, ni horizonte de previsibilidad. Este no es un plan de estabilización, es una ingeniosa receta de recesión enrarecida.
Hasta ahora  percibo una extraordinaria redistribución del ingreso en perjuicio del sector urbano trabajador comercial e industrial, íntegramente apropiado por el sector agro alimentico exportador concentrado y en menor medida para el sector estatal, reduciendo solo el déficit primario para generar recursos y atender las necesidades de financiamiento que amenazan un próximo incumplimiento en los pagos. No hay “normalización” de la economía, dicho en la terminología sistémica.
El paso que sigue enfrenta dos desafíos fundamentales, estrechamente relacionados. El mantenimiento del “orden”-también como es entendido en terminología sistémica, la garantía de orden-que podría llegar vía coerción para intentar suprimir la amenaza de un desborde popular descomunal y, cerrar los canales de acceso a un eventual próximo “gobierno populista”. Pero tener éxito en estos intentos implicaría la exclusión política de los sectores populares, cuya contra cara es alterar la paz social; que a su vez es un requisito indispensable para recuperar la confianza.
El gobierno tendría que parecer capaz de garantizar la paz social y la normalización de la economía, pero no convence. Hasta parece que la corporación mediática comienza a despegarse. No sorprende que la directora gerente del FMI venga en persona, es que justo en el final, cuando está a punto de retirarse, esto puede arruinar su esmerada trayectoria.
Para logar la “normalización” de la economía, sería necesario reducir las fluctuaciones de estos últimos dos años y medio y revertir la tendencia negativa alrededor de la cual se produjeron los titubeos del régimen. La gerencia financiera país (CFO) debería modificar las expectativas negativas, terminando con la rapacidad de las Lebacs y su reciente conversión en deuda en dólares vía licitaciones de billetes y emisión de deuda de corto plazo. En general, debería terminar con estos treinta meses, como requisito previo para establecer las bases de una economía con patrones de crecimiento normal, comenzando a reconvertir la estructura productiva, antes que las quiebras se vuelvan intensas.
¿Cómo logrará  el presidente Macri normalizar la tormenta que describe?
La “normalidad” del enfoque hegemónico mundial, no consiste en que sus líderes puedan venir de visita a la Argentina, sino en que la acumulación de capital se realice y garantice en favor de las empresas trasnacionales, en condiciones que se asegure una tasa alta de acumulación.
Sin las políticas de expansión del consumo popular que tenia la Argentina antes de que gobierne “Cambiemos”,  es muy difícil generar un mercado interno atractivo. Pero claro, un “boom de consumo” como el del gobierno anterior emergería solo de la “anormalidad”. Porque aunque ya vimos que nada de lo que repiten los “economistas vulgares”, los “no científicos”, es verdad; es menester seguir suponiendo que luego de un boom de crecimiento, nos acechará la amenaza de inflación, fuga de capitales y desarticulación de la estructura productiva por falta de dólares que, retraerá las inversiones y disparara una voraz especulación financiera que hará que los capitales productivos huyan.
¿No es lo qué es lo que está pasando ahora? – Entonces. -¿Qué es lo que propone el gobierno?
Por ahora continúa la restitución de la supremacía trasnacional y oligopólica, luego de la reconexión que se logro a través del sobreprecio de los fondos buitres y el levantamiento de las restricciones al movimiento de capitales, con el evidente saqueo financiero que venimos advirtiendo, para exportarlo hacia las economías desarrolladas.
Aun no hemos visto nada. Todo indica que vamos a un trance de inestabilidad de magnitud. Cuanto mayor sea la dilación, mayor será el desquicio, madurará retroalimentada la desinversión, la inflación y el problema futuro para conseguir los dólares que necesitará la economía, si es que retoma el crecimiento en algún momento. Cuanto más tarde en manifestarse el pico de esta crisis, mayor será el grado de depredación que sufra la economía, bajo el rol que asumió la especulación financiera. Hay que decir que a su vez se están lanzando a comprar dólares o invertir en Lebacs casi todos los ciudadanos con ahorros o excedentes mensuales, como defensa contra los riesgos cada vez más impredecibles de esta economía errática e inflacionaria. Casi todo el que puede está especulando, aunque la parte del león ya se la llevo el “capitalismo de amigos”, las grandes corporaciones y las entidades financieras.
De esta manera, cuanto más tarda en ahondarse la crisis que precede al desplome, más concluyente y obvias son las operaciones financieras, incluyendo rutinas cambiarias. Luis Caputo está sentado en la poltrona del BCRA. Aunque su pliego no pase la aprobación del Senado es tarde, la rapiña se aproxima a su límite, la conversión del capital productivo en capital financiero, provocará el disloque productivo, este se viene agudizando aceleradamente, y ahora lo hará más con la profundidad de la recesión auto infringida por el gobierno.
Sobrellevo una conmoción ambivalente. La razón es que sé que cuanto más se dilate este experimento mas deberá sufrir la ciudadanía y, más empinada y larga será la cuesta que tenga que remontar el próximo gobierno.

jueves, 17 de mayo de 2018

DEL FMI y SUS DELEGADOS GREMIALES


Los conductores los adulan, les dicen economistas, “profe”. Las ambiciones de los autodenominados “macroeconomistas profesionales” (MEP) meten confusión en los programas de TV, aspirando identificarse con físico-matemáticos.
Sin quitarles merito, es cierto que a través de la mediatización, sus exponentes esponsorizados por bancos y grandes corporaciones-a través de honorarios de servicios profesionales-les han ayudado a convertirse en voceros de sus demandas (una especie de delegados gremiales del establishment). Desde fines de los ochenta en Argentina han ejercido la emancipación de su aparente campo de pertenencia (la macroeconomía), aunque en realidad hablan reincidentemente de dos temas, economía fiscal y economía monetaria. Le dicen “fiscal y monetaria”, yo le llamo “la horqueta”, pues esta pertenece a una rama de la macroeconomía, que a su vez es una rama del tronco de una ciencia social que se llama “economía”.  
Hay que reconocer que los MEP han logrado la promoción más trascendental de nuestros tiempos, tomaron el nombre de una ciencia social y le hicieron imaginar a la gente que son unos científicos en algo parecido a las ciencias exactas. Universalizaron o mejor dicho, globalizaron esa idea totalmente alejada de una condición epistemológica. Lo de la universalización proviene de insistir y generar una confianza ciega y completa hacia ciertos modelos matemáticos, elaborados bajo “supuestos” que pueden explicar casi todo. Recordemos que la economía neoclásica, por muy matemática que luzca, opera sobre los precios y valores de bienes y servicios reales, y por lo tanto no es raro que en los EE.UU. los departamentos de Economía cedan el estudio de “riesgo”, “financiarizaciones”, “swaps”, “futuros y opciones” a las facultades de Administración, como un asunto que les interesa a los que en grado estudiamos cuestiones prácticas como mover dinero antes que por el tema de la importancia de la libertad de los mercados. Dado que el enfoque MEP no tiene ninguna limitación puntuada por el mundo real, sus protagonistas sienten que no están sujetos a las leyes de la economía- como deberían-, mucho menos a que se trata de una ciencia social; sino que solo se enfocan hacia las finanzas corporativas, que tampoco dominan del todo; en la cual muestran coladeras extravagantes a juzgar por las bombas que se les detonan encima y sus errores de pronostico. Eso sí: “no le entran las balas”.
Mi punto es el siguiente: en la dinámica de los desmoronamientos de un gobierno hubo siempre una dimensión que debería ser estudiada más a fondo, que es el rol que jugó la comunidad MEP ligada universidades extranjeras, bancos privados y organismos multilaterales de crédito. Ellos han sido siempre los verdaderos artífices y portadores de la ideología dominante, un consenso muy extendido, hegemónico e inamovible sobre recomendaciones de política económica que siempre tiene que adoptar la Argentina, “país díscolo e indisciplinado que vive perdiendo oportunidades”. La dominancia financiera sobre la política tuvo mucho que ver con estos personajes clave en aquellos períodos, dicho sea de paso,  semejantes al presente. Y no se trató de un fenómeno circunscrito a la Argentina, la década de los años 90, caracterizada por el Consenso de Washington y las reformas económicas neoliberales en varios países del mundo, fue la década de los políticos tecnócratas o technopols.
Los tecnócratas creen que la técnica y la planificación racional deben reemplazar a la política de las negociaciones, los apoyos y las concesiones. Que el tecnócrata debe definir su propio rol, y estar libre de compromisos políticos. Creen que el progreso o el bien buscado se consiguen mediante la despolitización, y desconfían de los valores, las ideologías y las lógicas de la política partidaria, aunque de alguna manera han penetrado en ella. El Estado, en la mentalidad tecnocrática, es un instrumento implementador de políticas públicas que debe colocarse "por encima" de los intereses sociales. Y como ganaron, vamos de nuevo al FMI.


lunes, 14 de mayo de 2018

LA CASA DE PAPEL NO ES UNA SERIE, ES EL BANCO CENTRAL DE FEDERICO STURZENEGGER



Los críticos presentan al capitalismo financiero  como una marea destructora que va generando ganancias extraordinarias, mientras la economía real queda en un lugar relegado. A los argentinos nos han convertido en solo dos años, otra vez en sujetos financieros obedientes, luego de 13 años de autonomía. Appadurai*  explica que el sistema financiero-el mismo que colapso en 2008, se levanto y se expande hacia el sur global-asentado en una forma que está en crisis: “el contrato”, en que las dos partes acuerdan términos bajo la premisa que cumplen lo prometido. Ve allí una verdadera revolución en la historia del capitalismo: los contratos más lucrativos ya no son aquellos en que ambas partes honran el pacto inicial, sino aquellos donde una parte gana sumas siderales justamente si la otra incumple sus promesas. El ejemplo más claro es la extraordinaria ganancia de los fondos buitres y caranchos locales, gracias al incumplimiento generado por muchos de estos mismos actores en diciembre de 2001.

Desgraciadamente, como decía en un artículo anterior, más allá de que todos podemos dar nuestras opiniones, lo que no se puede, es tener nuestra propia la realidad. Y la realidad se impuso una vez más, por sobre los deseos, el marketing y el blindaje mediático mas extraordinario que haya tenido un gobierno, desde el regreso de la democracia. Como venia anticipando, las acciones argentinas se destruyeron en Wall Street, cayeron los bonos y el riesgo país subió desviándose del trazo del promedio de los países de la región, exceptuando Venezuela. Las acciones argentinas que cotizan en Nueva York, hasta el viernes mostraban caídas de entre 20 a 35% con respecto a noviembre, mientras que los bonos argentinos cayeron entre 8 y 17 dólares, alcanzando el bono a 100 años un mínimo de 85,75 centavos por dólar. En este contexto, que la diferencia entre el riesgo argentino y el del resto de la región ascendió 280 puntos básicos. El gobierno del presidente Macri enfrenta una crisis fenomenal de confianza, no se trata de una turbulencia. Es la fuga contra activos argentinos que obedece a la fragilidad de la política económica aplicada. El cambio en el escenario financiero internacional no afecto a ningún país, del modo que lo hizo con la Argentina. Había criticado el crecimiento de las vulnerabilidades a las cuales se sometería Argentina-en el caso de un shock exógeno- y, como esta leve suba de tasa en los Estados Unidos lo ha puesto de manifiesto. Es que la ingenua y amateuristica apertura financiera, dolarizando la deuda pública se podía chocar con una anunciada suba de las tasas en EE.UU que se venía. La corrección de la tasa de interés de la Reserva Federal fue consecuencia del avance de la recuperación económica en EE.UU. y los efectos expansivos de la política fiscal de Donald Trump, en una economía que se encuentra en pleno empleo, con una tasa de desocupación 3.9% (la mitad del desempleo que la Argentina). Este cambio en las condiciones externas no fue de ninguna manera el responsable de la crisis, sino uno de los disparadores. Se cometieron todos los errores posibles. El BCRA, obsesionado por la inflación, optó por anclar el tipo de cambio, aumentando las expectativas de devaluación. Luego, aplicó el inconsistente impuesto a la renta financiera para extranjeros, en un esquema que había sido favorable a la “timba” previa. Los inversores el viernes desprendiéndose de sus LEBACS, pagando hasta 115% de tasa para salir corriendo a comprar dólares. He venido insistiendo sobre la fragilidad de la política económica de la administración de Macri, casi desde el comienzo. Una política monetaria de fijación de la tasa de interés por sí sola no resulta efectiva para bajar la tasa de inflación; en ese enfoque, es una estrategia recesiva antiinflacionaria incompleta, que quedó desdibujada el 28 de diciembre, en la ya célebre conferencia grotesca. La política fiscal no tuvo nada de gradualista en los dos primeros años de mandato, sin embargo no mostro ningún progreso, permutando favores por chequera a los gobernadores y sindicalistas, despilfarrando los recortes sociales más duros. El déficit primario de 2017 fue mayor al último de Kicillof y el déficit total (después del pago de intereses de la deuda) fue bastante más alto, resultando harto superior al déficit récord que dejó la ex presidenta Cristina Fernández en 2015, bien o mal medido. Para financiar este elevado desequilibrio fiscal se recurrió a la maquinita y el endeudamiento externo que tornó a la Argentina dependiente como hace muchos años no lo era. La política de libre flotación cambiaria se basó en la falsa creencia de que el tipo de cambio flotante permitiría asegurar la estabilidad macroeconómica, cuando en realidad el tipo de cambio flotante es el resultado de las políticas fiscal y monetaria que se ponen en marcha en un marco teórico monetarista o neo cuantitativista. Aquí, la política macroeconómica de elevado déficit fiscal financiado con emisión monetaria y deuda externa de alta tasa de interés, terminó acentuando el atraso del tipo de cambio, que mantuvo alta la demanda de dólares en el mercado de cambios y golpeó a la exportación, única fuente genuina de divisas.
A esta configuración de políticas económicas hay que sumarle el déficit de la balanza comercial y la cuenta corriente de la balanza de pagos, con exportaciones que crecen poco e importaciones que crecen mucho y dólares fugados que salen por encima de los financieros que entran. Argentina tiene hoy el mayor nivel de déficits gemelos de los últimos 35 años. En las últimas semanas los inversores que financian nuestros déficits gemelos se percataron de nuestra vulnerabilidad macroeconómica. He dicho antes que la cordialidad que aparentemente generaba el Presidente en el exterior no era útil para nada, su visión pro-mercado, los industriosos argumentos del BCRA no bastaron. Los inversores se dieron cuenta que el BCRA había entrado en modo: “LA CASA DE PAPEL”.
Se quebró la brujería, el budismo zen y las logias secretas ya  no ayudan. El cambio de las precarias condiciones que pendían de alfileres implica el fin de un período. La temporada  de “bailes y globitos” ha llegado a su fin y el Gobierno de Macri no supo aprovechar la confianza y la paciencia dispensadas por la oposición, los sindicatos y los movimientos sociales. Los mercados no son un barril sin fondo, y ya desde enero no estaban dispuestos a financiar el inconsistente perjuro programa económico. Por ello para seguir financiando, Dujovne salió  sorpresiva y apresuradamente sin billetes aéreos directos y esperando 36 horas para que lo atiendan 40 minutos en el Fondo Monetario Internacional. El nivel de impericia con que se realizo todo, no tiene precedentes. Se dejaron trascender cifras, le hicieron poner la cara al presidente, a Lilita Carrió, ignorando que un organismo multilateral de crédito, no tiene a su directorio ejecutivos de tantos países distintos esperándolos en una oficina para tomar decisiones apresuradas. Es que no están todos los días. El directorio de la entidad no se reúne con frecuencia.  No es el gabinete de Macri. La señora Lagarde es una buena anfitriona seducida con una cena, pero por si sola no decide nada. Si este era el plan, colocaron el carro delante del caballo. En 2016 tal vez hubiese sido más conveniente buscar apoyo para obtener créditos más baratos que los que tomamos. Ahora hemos optado por recurrir al FMI en pánico exagerado en medio de la crisis financiera que debería haber sido una simple corrida. Ahora vamos por un préstamo “stand by”, una línea con las condicionalidades de los acuerdos usuales del FMI y el monitoreo de cumplimiento de metas. Pero si el año pasado los propios funcionarios del FMI aconsejaban que Argentina solicite alguna línea preventiva.
Es probable que si el “mejor equipo” decide sobreactuar, como en los últimos días, suponiendo la descompresión de tensiones en el mercado de cambios, encuentre en la oposición-el rechazo de aumento de tarifas-el chivo expiatorio para hacerlo responsable de todo lo que pasa. Combinar suba de tasa de interés, obligar bancos a vender 2/3 de sus tenencias en dólares, realizar desafortunadas intervenciones en el mercado de futuros y formalizar un sorpresivo anuncio de asistencia del FMI, son todas medidas inadecuadas para disipar la inverosímil incertidumbre incentivada. El martes vencen $647 mil millones en LEBACS, sin ayuda no podrá descomprimirse sino agravarse el panorama existente.
Es necesario que haya algunos cambios en el gabinete, no se puede es mantener “el mejor equipo” que nos condujo hasta aquí, ni conservar ninguno de sus responsables directos. En este contexto, con pérdida de confianza de los mercados y  asistencia del FMI, puede que se intente ajustar mas el déficit fiscal, luego es lógico que se abandone el régimen de libre flotación y se opte por un régimen de administración del tipo de cambio procurando mantener un peso más devaluado que el que pudiésemos haber tenido. Ahora así, se vino una tasa de interés real positiva para generar una recesión que ayude a evitar el traslado a precios de la suba del dólar. Ante todo lo ocurrido, y frente a los cambios que se avecinan, se espera un bajo crecimiento económico como descontábamos con un simple episodio desencadenante. Entramos en stagflation (inflación con estancamiento), menor crecimiento económico, más inflación, un ajuste fiscal mayor, una devaluación real del tipo de cambio mayor, mas desempleo y caída de salario.
Hasta ahora llevábamos 13 años sin pedir un crédito al FMI, estaba dificultado hasta por Dujovne con su cartelito en TN. Volver al FMI fatigado por las circunstancias, implica una pusilanimidad y cobardía, pocas veces vista. No confían ni en ellos mismos, como puede deducirse del dinero de los ministros que permanece en el exterior. El Presidente Macri intenta restaurar algo de la confianza y credibilidad pero luce muy difícil. Difícilmente recupere la confianza del consumidor que ya ha caído 21% desde noviembre del año pasado. La imagen del Presidente Macri se ha deteriorado tanto en los últimos meses que ahora corre el riesgo de bajarse para 2019.
Pensando en la idea de Schumpeter: “destrucción creativa”, en el que sostenía que las innovaciones más importantes que el capitalismo alentó y garantizo, fueron aquellas que conllevaban la destrucción masiva a medida , Arjun Appadurai busca identificar las nuevas fuentes de lucro a través del riesgo que dejan las destrucciones masivas. Desde ahora habrá que estar atentos a las CDS (Credit Default Swap)-una apuesta contra los títulos argentinos, que ya habían comenzado a escalar, previendo y apostando a un nuevo default en algún momento. El CDS abrió un negocio nunca antes visto, al erosionarse la base de los préstamos, si se apoyan en promesas de pago que no se cumplen, se beneficiaran extraordinariamente quienes ahora mismo estarán apostando contra el país.