domingo, 2 de junio de 2013

Sueño con una Escandinavia del Sur



La productividad es una unidad de medida que relaciona el producto obtenido con la cantidad de recursos que destinamos para lograr esa producción.
Si se quiere progresar hay que dedicarle tiempo y esfuerzo a entender cómo superar las restricciones.
Los países que quieran generar más ingresos tienen que buscar la forma de ser cada vez más productivos, hay que encontrar la forma de producir cada vez más, triplicar la producción de un producto con solo un recurso más. La productividad en la globalización no conoce límites. La tecnología ayuda, ya que tiene el poder de crear una nueva máquina o una nueva técnica, y lo que en el pasado tomaba más tiempo, se convierte en una actividad más rápida.
Paul Krugman, dice acerca de la productividad: "La productividad no es todo, pero es casi todo". Pero Sampedro se pregunta ¿la productividad de que y para quien? No queremos esclavos, para eso es fundamental que entendamos la necesidad de innovación.

La innovación como llave de crecimiento a largo plazo

Bob Solow, desarrolló un marco de referencia para exteriorizar los factores que explican el crecimiento económico, según su visión, y esta es la que usamos para enseñar economía. La ecuación es producto (Q), que es función del capital (K), del insumo laboral (L) y del estado de la tecnología (T). 
Los resultados del descorrimiento de Solow fueron de gran interés por 40 años, en que el producto por hora hombre se había duplicado en EE.UU. Lo más sorprendente era que el 88% lo explicaba el progreso tecnológico. Para Fulton Denison el crecimiento de EE.UU. durante el período 1929-1982, el progreso tecnológico explico el 75% de la tasa de crecimiento.
La innovación, no como una nueva perilla en el lavarropas, pero como un progreso tecnológico, es la principal causa del crecimiento constante. La innovación es la clave del despegue de la economía argentina. El trabajo y el capital, son importantes para el crecimiento, pero menos relevantes que la innovación, que mediante un simple progreso tecnológico aumenta la productividad. Por eso, los países desarrollados invierten tanto dinero en investigación tecnológica, en entrenar empresarios, y realizar nuevos descubrimientos, porque es la llave del crecimiento exponencial.
Si la Argentina desarrolla la habilidad de detectar proyectos que se conviertan en planes de negocios, estaremos en la mira de los inversores, y no en su búsqueda. Podremos aprovechar los beneficios económicos para toda la sociedad. Las compañías innovadoras aumentan ganancias exponencialmente. Argentina con empresas innovadoras productivas y empresarios vírgenes, podrá crecer por décadas en forma sustentable hasta alcanzar mi sueño una "Escandinavia del Sur" (El Estado de Bienestar, financiado por empresas tecnologicas de rapido crecimiento y capitalizacion) 
Este proyecto tiene la ventaja de quitar de la mira la lucha por el poder político interno, le dedica menos tiempo a "la hoguera de las vanidades", y pone mas empeño en crear ámbitos donde valga la pena crecer. Podremos hacerlo en la Argentina, porque es un trabajo estimulante, y nos quita tiempo de ver a una oposición desquiciada y sus personeros mediaticos maltratando a la presidenta por TV

¿Quién dijo goles son amores? ¡Necesitamos meter mas goles!

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