miércoles, 30 de diciembre de 2020


 ALBERTO FERNANDEZ NO ES CRISTINA, LAVAGNA EL MODERADO Y EL ODIO

Santiago Cafiero y Cecilia Todesca Bocco dijeron: “tiene razón Cristina en su crítica a algunos funcionarios del Gobierno”, sosteniendo que el exabrupto se trató de una confirmación de su rol en el pensamiento estratégico. Un poco de vaselina. Nos encantaría enfrentar la situación con más satisfacción moral y ética, los jueces siguen allí, los bancos ganan a cuatro manos, y Magnetto sigue creyendo que el puesto de presidente es “puesto menor”. Los delincuentes pasean y se ríen en nuestras caras. No hay nadie preso en medio del desfalco más grande que haya visto la historia argentina. Pero “ce por be”, si aceleramos está el riesgo de crear otro Macristein. “Vamos por todo” se convirtió en “perdimos todo” lo que habíamos hecho en 12 años y medio.

Estamos en 1984 de Orwell, el escenario estratégico encuadra en la noción  VUCA-acrónimo ingles-, que expresa un conocimiento para referir y describir escenarios de volatilidadincertidumbre (uncertainty)complejidad y ambigüedad.

Cristina no estuvo ausente en el diseño del gabinete de ministros, como mínimo lo validó. Si hay algún tronco, no tiene “cero responsabilidad”. Es obvio que el gabinete no fue perfilado para un escenario VUCA. Por eso y por sus experiencias en cambiar y/o “bancar” Jefes de Gabinete, Ministros de Economía y  presidente de BCRA, su palabra es considerada. No todos estamos de acuerdo en la actuación de los funcionarios soldados que tuvo Cristina. Una cosa es ser efectivo y otra es ser funcional hasta la obsecuencia. Los que están ahora son funcionales a Alberto, como alguno era incondicional a Cris, bien intencionado, inteligente, pero nada eficaz. Se la dejamos picando a Prat Gay, planchamos la economía, tuvimos muchos agujeros. No es así nomas que llego el innombrable.

Parte del trabajo de un líder en una crisis es ayudar a los suyos (FDT). Necesitan orientación y dialogo constante. Hay zonas psíquico-físicas que se lesionan: ulceras, ataques de pánico, disfunciones, etcétera. No todos tienen el temple de Cristina, es una en millones.

La capacidad de los ministros y el Gobierno para moverse en un entorno VUCA debe ser medida a través de parámetros como: gestión del conocimiento, simulaciones, gestión de procesos y recursos, respuesta funcional, sistemas de recuperación, errores de sistema, errores de conducta.

Reestructurar deuda con acreedores privados, renegociar con el FMI, equilibrar las cuentas fiscales-dando de comer-y conseguir financiamiento de corto plazo; estaba dentro de “las cuarenta del mazo”. La pandemia no.

 

Las principales cualidades de un líder para gestionar un entorno VUCA son:

Anticipar y reaccionar no sólo a la velocidad de los cambios, sino también desde la comprensión de la naturaleza de los mismos. Actuar con decisión, aunque no siempre vaya a tener la certeza de controlar los elementos y las variables. Mantener la eficacia ante constantes sorpresas y aparición de factores inesperados. Conocer metodologías ágiles. Poner a la gente en el centro de todas las decisiones. Pensar localmente (cerca del pueblo) y actuar globalmente. No sólo saber gestionar el cambio, sino también introducirlo en el país. Construir consensos y generar compromiso. Abrirse a aprender de manera continuada. Inspirar a su entorno con su visión de los retos futuros. Ser capaz de liderar equipos de diferentes generaciones, culturas, lo que se conoce como agilidad cultural.

Algunas de las áreas donde los ejecutivos líderes pueden incidir en la gestión de un entorno VUCA son: Hacer hincapié en estimular la creatividad y la innovación entre ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores nacionales, etcétera. Transmitir la noción de que los ministros del ejecutivo tienen que contribuir al desarrollo del liderazgo más joven. Anticipar y prever futuras necesidades de talento en una planificación estratégica que hay que buscar fuera de los entornos de la política exclusivamente. Cerrar brechas de talento y de sucesión. Implicarse en la planificación estratégica del país

CRISTINA FERNANDEZ E KIRCHNER

 Una madre que da consejos, / Más que madre es una amiga / Y así como tal les diga / Que vivan con precaución / Que nadie sabe en qué rincón / Se esconde la que es su enemiga” (Martin Fierro versión 2020)

Bienvenida la crítica Cris, pero que sea con amor y consejos. Durante su mandato nadie la podía criticar en público y, todo había que debatirlo desde adentro, aunque no dejaban entrar a muchos.

En medio de una crisis de cualquier tipo la experiencia ayuda a evitar naufragios. Las presiones de hoy están lejos de la experiencia de los actuales funcionarios. Hay un gran porcentaje de ellos a quienes nunca les tocó ejecutar en medio de una crisis. -¿Cuánto lo esperamos a los pibes, en un entorno de bienestar inédito?- En el Gobierno todos lucen fatigados y estresados, pero los ministros de Economía, Producción, Salud, Desarrollo Social, y la Jefatura de Gabinete, más que cualquier otro grupo. Los economistas y los médicos diagnostican y la ven venir. Ver antes significa sufrir más tiempo y no hay probabilidad cero que las cosas se compliquen más aun. Todos los argentinos tendrían que ayudar, sobre todo Lavagna que introdujo funcionarios de su bloque en un Gobierno ajeno.

NO ES UNA “LLUVIA DE INVERSIONES” PERO ES UN BUEN COMIENZO

La mayor parte de las inversiones no se anuncian en los medios, pero podemos decir que los representantes de inversores estamos respondiendo consultas y escribiendo books para quienes quieren comprar empresas. Por su parte Paolo Rocca se queda y redobla la apuesta, no se retira del país. Los medios decían que si se votaba el gravamen haría que los ricos no inviertan más en sus empresas. Articuladamente, lo mismo afirmaban los ecolobistas.

Ejemplos en una semana: Tecpetrol (Techint) invertirá u$s 1.500 millones. José Luis Manzano, Daniel  Vila y Mauricio Filiberti (Transclor) compran el 51% de EDENOR en alrededor de u$s 150 millones. Vende Mindlin que invertirá en generación de energía eléctrica y producción de gas natural. Scania invertirá u$s 45 millones en Tucumán. Corven (motos) $ 1.000 millones. Significa que estamos desarrollando estrategias de negocios, proyección y análisis de flujos económicos-financieros, alineando estructuras organizacionales, estamos valuando empresas y simulando distintos escenarios-todos de crecimiento-.

EL PRINCIPIO DE CALIDAD

Si a los accionistas ricos de las empresas se les somete a un nuevo impuesto no invertirán más. Se van a ir del país”. -¿Tecpetrol se equivocó, o el pronunciamiento de los medios y los economistas no funcionó?-. -¿Qué clase de calidad de información y calidad profesional consumimos?-¿Seguiremos admitiendo análisis basados en pamplinas?- “Las offshore son como una caja de seguridad” (Messi de las finanzas)…argumentos tan débiles, que ni siquiera se acercaban a un esclarecimiento serio. Explicaciones simples para que sean convincentes y desenlaces artificiales pero agradables, fáciles de entender.

Con todo respeto, hay mucha gente de buena fe catequizada por el sistema de ventrílocuos. Cuando la paparrucha se convierte en creencia es testaruda, entonces cuando alguien desafía el cuento es mejor no escucharlo.

Hay que buscar evidencias que corroboren las predicciones. Los servicios de información y los servicios profesionales no validan su excelencia por la facturación de la consultora o la cantidad de suscripciones del portal.

- ¿Quiénes son los más exitosos o mejores? - Alguien dijo: “es el portal más leído ó, es el economista que llaman las empresas”. Es muy baja-cercana a cero-la evidencia que demuestra que esa validación es correcta. Muchos creen en un axioma no validado científica ni metodológicamente. En geografía era: “el mundo es plano”, hasta que llegó Copernicus. En geometría la proposición era: “dos líneas paralelas solo se cruzan en el infinito”, hasta que Einstein formuló la teoría de la relatividad. Toda la geografía euclediana se unió a todos los demás conceptos que se cayeron junto con ese axioma no validado del que dependían. La gente lee y escucha lo que desea y satisface su corazón, que es engañoso.

Si consumimos queremos lo mejor, y esa búsqueda nos debe llevar a la calidad. Ningún concepto de administración ha logrado tanta aceptación como el de “calidad total”. Es una fuente fundamental de ventaja competitiva que los medios y las consultoras deberían procurar.

Hasta hace un año las malas noticias del oficialismo se trivializaban por interés. Encuestas de las PASO daban ganador a Macri que perdió por 20 puntos de ventaja. Cada año hay que comparar las cifras, analizar los contenidos de los artículos anteriores para ver la frecuencia de aciertos y fallas de los informes que recurrimos. Poner a prueba los periodistas y economistas puede ayudar a clasificar categorías de calidad. Todos conocemos personajes sutiles que no utilizan su inteligencia para elevarse, lo hacen para satisfacer intereses; argumentan para tener razón, no para buscar la verdad.

GORILISMO AL ALCANCE DE TODOS

Aunque ya estaban idos, perder los enloqueció. Son malos perdedores. Dan por hecho que los peronistas son malos de nacimiento. Toman la presencia de Cristina en un acto público como un agravio. “El país está mal porque gobierna un populista”. Rechazan los datos reales, dicen “no creo” y chau. Te dejan con las cifras en la mano, sin argumentos. Siguen dispuestos a pasarse por el arco de triunfo al 48,24% de los votos. Las elites argentinas tienen lagañas sociales, se diferencian a sí mismas por sus supuestas y dudosas características de buen juicio y moral. Son como las criaturas, inimputables, aferradas a sus propiedades y sus antojos, creen que nada bueno procede de lo popular. Nos recuerda el pensamiento de las aristocracias que precedieron la democracia griega, que se auto designaban los mejores representantes de la belleza y la bondad, eran el ideal del hombre bueno y bello. Estigmatizaban al resto del poblado y ridiculizaban su cultura.

En la Argentina existe gente informada de forma parcial y poco dispuesta a reconocer errores. En ocasiones armonizan con quienes realizan “deshonestidades urbanas”, no con moto chorros. Celebran comunicadores o economistas que militan crueldades: “sobran 3 millones de empleados públicos”. En el pseudo-Jenofonte de “La Republica de los atenieses”, se establece un vínculo de causalidad entre la ignorancia y la inmoralidad, y esto hemos podido verificarlo en el periodo precedente de Gobierno y las elites que lo apoyaron. Nutridos de ideas imprecisas, con una afinidad incontrastable a la intolerancia y el dogmatismo. Muchas personas quieren debatir de política y economía, pero no responden con argumentos, sino con desconsideración y palabras despectivas hacia el peronismo con el fin de disimular la antipatía que tramitan. En general es simple materialismo y xenofobia inconsciente.

Antiguamente ser peronista era como padecer de insuficiencia cultural. Todavía se dice “peronista” con tono de insulto al adversario culpable de las desgracias heredadas de la Macricalipsis. La razón del apoyo al FDT surge de manera sencilla, favorecido por el terrible fracaso de la propuesta Cambiemos. (Decía Perón: “No es que nosotros fuimos tan buenos gobernando, es que los que vinieron después fueron peores”).

Si a usted le parece que decir “estos negros” es lo mismo que decir “estos rubios”, usted es rubio o, compro el mensaje de Susana y Mirta: “vivirás a través de mi”. La estigmatización es tan execrable como el menosprecio de raza, solo que en Alemania es un crimen ostensible y en la Argentina un deporte de las elites, sus pajes y gentíos que se miran en el espejo y se ven mejores; y se muestran invariablemente severos con los Gobiernos peronistas.

Si se distribuye tierra o ayuda social, si se aumentan los sueldos, si se negocia la deuda con dignidad, todo les parece mal. Esto incluye a la autocracia de la producción que quería salarios en dólares competitivos, representada por voceros bizantinos, más dóciles con el Gobierno de Cambiemos que con sus ex compañeros.

DE PERÓN A ALBERTO FERNANDEZ

“Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección; pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin dejarnos influir por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda”. (Perón 12 de junio de 1974).

El presidente no come vidrio, simplemente escogió la “no beligerancia”. Quienes lo acompañan en el FDT no son zonzos, tienen la responsabilidad de haberlo elegido candidato. Sobre ese nutriente híper consciente, el FDT sosiega las pasiones, evitando darse de alta para responder a las provocaciones con que los escuderos del establishment intentan disciplinar al Gobierno.

Los atenienses decidieron borrar el pasado y renunciar a la venganza, después de la caída de los Treinta Tiranos (gobierno oligarca): “Los atenienses, en particular y en conjunto, parece que han adoptado la conducta más bella y más cívica a propósito de las desgracias precedentes”, (Aristóteles, Constitución de los atenienses XXXVI, 2, op, cit).

 

(*) Profesor de Posgrado UBA. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

 

 

lunes, 14 de diciembre de 2020

 


ARGENTINA RecuperA EL NIVEL PRE PANDEMIA AL RITMO DE EE.UU.

En el pasado los falsos profetas se identificaban porque sus predicciones no se consumaban. Eran fácilmente reconocibles, se sometían servilmente a los intereses del sacerdocio y la monarquía. En cambio el verdadero profeta anunciaba y ocurría exactamente lo que expresaba. El profeta Elías declaró que no llovería sobre Israel por tres años y medio y así los cielos se cerraron todo el período. Un falso profeta fue Bar-Jesús, mago que trató de apartar de la fe al procónsul romano Sergio Paulo, cuando este deseaba oír a San Pablo y San Bernabé hablar de Jesús. San Pablo que contenía el ministerio profético, indignado lo miró fijamente y diciéndole a Bar-Jesús que era hijo del diablo lo dejó ciego. Como resultado, el procónsul, testigo de los hechos, se convirtió al cristianismo.

FRIEDMAN Y FALSOS FRIEDMAN

Científico, es una persona que se dedica a producir resultados o adelantos conceptuales. Para ser científico es necesario actuar como tal. Los científicos deben estar listos para cambiar sus paradigmas y buscar nuevas líneas de investigación si las evidencias lo llevan a ello. La mala conducta académica o el mal comportamiento profesional no son compatibles con el científico, que debe trabajar en beneficio de la ciencia y no solo para hacer dinero. No obstante algunos se involucran en casos de mala conducta profesional, la mayoría lucha todos los días para demostrar los resultados de de su trabajo en forma consistente con la honestidad profesional que es confirmada por los aciertos.

El estudio del estatuto científico de la economía “neoclásica” ha estado asociado a la predicción concebida como test. Así, con una notable influencia de la concepción metodológica de Friedman, que llega a defender la legitimidad de la ausencia de realismo en los modelos económicos, los criterios epistemológicos y metodológicos en economía se han centrado en el éxito predictivo. Cuando se reconocen los problemas de complejidad respecto de la predicción económica, se asume la existencia de dificultades para el desarrollo de la economía, inclusive como ciencia. La predicción es el valor principal de la economía en cuanto ciencia; epistemológicamente, es el contenido que permite que sea una ciencia objetiva, de modo semejante a la Física (Friedman, M. (1953): “The Methodology of Positive Economics”, en M. Friedman: Essays in Positive Economics, pp. 3-43. (6ª reimpr., 1969). Chicago. IL: The University of Chicago Press.); y metodológicamente sirve para decidir la validez de las hipótesis. Es decir, considera que el fin último de la ciencia es el desarrollo de una hipótesis que proporcione predicciones válidas y significativas sobre fenómenos todavía no observados (Ibid, p. 7). La economía positiva “ha de ser juzgada por la precisión, alcance, y acuerdo con la experiencia de las predicciones que proporciona. En síntesis la economía positiva es objetiva, precisamente en el mismo sentido que cualquiera de las Ciencias Físicas” (Ibid, 1953, p. 4). “El único test relevante para la validez de una hipótesis es la comparación de sus predicciones con la experiencia. La hipótesis es rechazada si sus predicciones son desmentidas (“frecuentemente” o más a menudo que las predicciones de una hipótesis alternativa); es aceptada si sus predicciones no son desmentidas; y suscita gran confianza si ha superado muchas oportunidades de ser contradicha” (Ibid, 1953, pp. 8- 9).

Digo entonces; científico no son y profetas tampoco.

LA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD

Contra los pronósticos de hiperinflación, destinados a crear una crisis de confianza que pudo haber generado un dólar blue de $350 (TCR paralelo de junio de 1989 en pesos de hoy), el incremento de los depósitos bancarios logró que se puedan adquirir cantidades de títulos del Tesoro y el BCRA. Sin crédito externo ni interno, casi sin reservas netas, Martin Guzmán y el BCRA emprendieron una política monetaria afable, disminuyendo fuertemente la tasa de interés y expandiendo la base monetaria, mientras emplazaron el fin de la política de austeridad del FMI. Es notable que el déficit primario creció 6/7% del PBI en 2020 por la ampliación del gasto y el desplome de la recaudación de impuestos. Sin embargo el Gobierno no solo pudo financiar el déficit primario emitiendo fuertes cantidades de dinero, obtuvo conjuntamente una caída de la tasa de inflación de más de 1/3 que en 2019 sin pandemia, con déficit primario casi “cero”,  sin crédito bancario y tasas de descubierto bancario de 160% anual. Además, se obtuvo una extraordinaria reestructuración de deuda, solo superada por la de 2005/2009.

Se financiaron alrededor de 3.3 billones de pesos (12% del PBI) con 7% de emisión y 5% colocación de deuda (Tesoro y BCRA). Paradójicamente, gracias a la serenidad que trasmitió el ministro se produjo una expectación que permitió la fuerte monetización, devastada en tiempos del Gobierno anterior. Monetización y deflación, en lugar de hiperinflación, en momentos en que empieza a converger el aumento de la recaudación y la disminución del gasto.

Es hora que los CEOs de las empresas vayan decidiendo con que fundamentos económicos (fundamentals) y con quien van a construir los pronósticos de ventas en los próximos años, a la luz del planteo de Friedman. El forecast es la estimación de la demanda futura de un producto o servicio. Para ello el departamento de ventas debe construir sus estimaciones de facturación, en base a los pronósticos macroeconómicos que han desacertado menos.

PRESIONES

En la Argentina durante el periodo menemista, el Gobierno se vio condicionado en forma externa e interna-aun así el PBI creció 40%-. Caída del muro de Berlín y Consenso de Washington, dos hitos imposibles de ignorar. Levantamiento militar nacionalista “a balazos”, golpe de mercado e hiperinflación parte II. Menem enfrentó una inversión dialéctica hegeliana, en la que la postura ética más elevada se convierte en sumisión renunciando a los propios principios.

Estamos saliendo de la irrealidad. La operación ideológica básica de Duran Barba fue copiada de Stalin, y consistió precisamente en invertir la lectura de la situación que había hecho Lenin. La formula de Stalin era dar esperanza. Sin embrago la década siguiente evidenció el precio que se había pagado por el intento de vivir según la esperanza; una hambruna masiva.

En Grecia, un día después de ganar el referéndum en contra de la presión de la Unión Europea con 62% y decir que “no a las políticas de austeridad”, el Gobierno de Syriza cedió completamente a esa presión. Alexis Tsipras convirtió a Yanis Varoufakis (el inspirador de Kicillof) en Varousfuckyou. Esa inversión representó el juicio infinito de la política progresista contemporánea. No hubo mediación gradual entre los extremos. No se fue lentamente hacia un compromiso, sino que se dio una inversión directa y brutal, después de un decidido “no a las políticas de austeridad”.

Deberíamos mantener una distancia escéptica hacia ese ejemplo, aunque debemos mencionarlo ahora que se detuvieron los ATP, se seccionaron forzosamente los IFE, y Guzmán investiga la posibilidad de ubicar más deuda en el mercado local a fin de reducir la emisión para financiar al Tesoro. También dijo el ministro que en 2021 el déficit primario será menor al presupuestado, lo cual levantó la guardia de la CGT. La venta de bonos en dólares, está convalidando una tasa de interés demasiado alta en esa moneda. Probablemente ciertos cambios mejoren la ocasión de alcanzar abril 2021, cuando entran los dólares de la cosecha, aunque el tipo de cambio está bien, 33% arriba de abril de 2018, cuando se le produjo la estampida al mejor equipo. Demos tiempo al tiempo para que se perciba que no tomamos el compromiso de un nuevo poder en contraste con el anterior, para mejorarlo; sino porque lo que deseamos es, ni siquiera rozar lo que hemos visto en los años pasados.

RECUPERACIÓN PERONISTA

La Argentina se recupera satisfactoriamente, teniendo en cuenta el abismo del cual emerge. En términos de PBI real per cápita, la Macricalipsis nos regresó a 2005. Luego, pandemia mediante, en un solo trimestre volvimos a 2003. Dichosamente las proyecciones de PBI, con la vacuna a la vista y la recuperación del tercer y cuarto trimestre que además dejaría un arrastre estadístico significativo para 2021, posibilitarían recuperar gran parte de lo perdido en 2020. El nivel de actividad de hoy en términos porcentuales con respecto al nivel normal pre pandemia es análogo al de EE.UU., Noruega, Suecia, Alemania, Suiza y, superior a Portugal, Hungría, Islandia, Israel, España, Polonia, Chile, Malasia, Perú, Irlanda, Italia, Bélgica, Republica Checa, Francia, Reino Unido, Austria y Grecia; en ese orden. Vamos bien.

La llegada de Juan Perón a la presidencia significó un antes y después. Desde entonces se modificaron radicalmente las condiciones en que se desarrollaba la economía. El peronismo fue revolucionario no en el sentido del concepto marxista de “revolución”,  pero si en cuanto a instalar nuevas ideas apoyadas en predisposiciones humanas, instalando en la economía conceptos como “justicia social” que se han hecho muy difíciles de enfrentar, sin caer en comedimientos de insensibilidad humana.

En tres de cuatro ciclos peronistas-aunque en los cuatro hubo crecimiento del PBI-ha sido imposible pensar en una economía “sin gente”. Desde 1955 quedo adherida a la conciencia colectiva la idea de que es posible una economía de crecimiento con inclusión social.

Todos los cambios peronistas hubieran sido imposibles sin la intervención del Estado, aplicando medidas que mejoraran la distribución del ingreso: ampliación del mercado interno vía aumentos de salario real, retenciones a las exportaciones agrícolas financiando al Tesoro y contribuyendo a mantener los precios internos de los alimentos. Bancos prestando a tasas de interés promocionales para lograr inversiones y desarrollo industrial, nacionalización de ferrocarriles, servicios públicos, energía eléctrica, transporte, comunicaciones y petróleo.

En los próximos años, el campo de batalla vuelve a ser la economía, y lo que estará en juego será la mismísima esencia del legado del presidente Perón.

La administración precedente en diciembre de  2019 nos acercó hasta la puerta del precipicio. Mediante la lógica incoherente del cambio persistente-por eso Cambiemos debió ser Cambiando, en gerundio-, se alcanzó un final álgido, inconcebible y ridículo en solo cuatro años. La misma combinación de estrategias incompatibles con el bienestar general, no puede operar más en nuestra manera de abordar la política económica. Estamos viviendo con mascaras antivirus-en medio de una niebla toxica invisible desde enero de 2018-, en la que no se ven personas felices; la Argentina es una película pos apocalíptica. Quizá lo más sorprendente del Macricalipsis fue su rápida asimilación con la colaboración de los medios.

RUPTURA CON EL APOCALIPSIS CAUSANTE DE LA VERDADERA DECADENCIA

Lo que necesitamos ahora no es una versión mejorada, sino una clara ruptura con la tradición neoliberal-de la cual surgió el último ex presidente-, que cada tanto regresa para retorcerlo todo, desde 1955. Una cosa es segura, ante nuestros ojos está ocurriendo un cambio social y psicológico extraordinario. Cuando un suceso como el Covid-19 se experimenta por primera vez, se vuelve real, ya nada es imposible. Sabemos que una catástrofe es posible aunque no creamos que pueda suceder. Antes de la experiencia Cambiemos y el Covid-19 Argentina era un país con problemas, pero lúcido. Lo que hemos visto y estamos transitando hace cinco años habría sido inimaginable antes del memorable debate presidencial entre Scioli y Macri. El discurso de Macri fue ficción en su estado más puro, y su mensaje trillado se basaba en toda una serie de incoherencias evidentes. Si analizamos lo más básico: “pobreza cero”, podría haberlo pronunciado Nicolás del Caño, pero Macri habló en nombre de los trabajadores, y los sueldos que pagaban impuesto a las ganancias. Quizá los próximos años lejos de esta experiencia desafortunada que socavó la argentinidad, aproveche para tomar un enorme impulso. El Macricalipsis ha sido un claro testimonio de cuáles son los límites del menefreguismo ciudadano, cuando lo único que importa es el odio.

(*) Profesor de Posgrado UBA. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani

 

lunes, 31 de agosto de 2020

TAPABOCA MARTIN GUZMÁN. PUNTO FINAL A LA RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA

 



Hace justo siete meses (29-01-2020) desde la ciudad de New York, titulamos esta columna, “Martin Guzmán le va a tapar la boca a todos”. Una renegociación de u$s 65.000 millones lleva tiempo, por eso fuimos ilustrando el paso a paso, y como ha sido digna y exitosa, más de lo que cualquier antagonista patrocinado pueda soportar. A la sazón, el cardumen emponzoñado por la masiva aceptación de la oferta, habla y escribe como si la Argentina entre 2015 y 2019 hubiera sido un portento que vino a destruir el nuevo gobierno. -¿Como lo hace?- Compara mes contra mes o trimestre contra trimestre de un año sin pandemia (lo cual estaríamos entendiendo) pero sin mencionar los efectos de la pandemia a nivel local e internacional. 

El cardumen

Hacen caso omiso de la pandemia como si el único lugar donde hubiera problemas económicos fuera la Argentina. Inclusive he escuchado prescribir “que no se hable más de la administración anterior”, “que el ex presidente tuvo mala suerte…”, “que el presidente actual después de nueve meses debería dejar de lado” el cataclismo y ocultar la desidia. Poco juicioso. Por momentos muchos profesionales tienen las mismas frases, los mismos discursos desde la dictadura cívico-militar. Mientras tanto, la economía estadounidense sigue transitando la peor recesión de su historia, los primeros datos sugieren que la recuperación parcial no se ha desacelerado, si no estancado, y pronto exteriorizará la impaciencia popular a medida que se agoten las prestaciones por desempleo.

Es duro el padecimiento de quienes no le otorgan valor a las ideas y opiniones que no confirman las propias. Esa tergiversación intelectual es frecuente en el profesional promedio argentino. En muchos casos el sesgo de confirmación lleva a ignorar completamente las ideas contrarias, haciendo que sólo tengan un punto de vista. Aprendieron y siguen firmes con Milton Friedman como la única forma válida para teorizar en economía, quien establecía que los teóricos no debían preocuparse por el realismo de las hipótesis que emplearan, sino por su capacidad de predecir. Aun peor, si esto fuera real, porque no pegan una.

Nada nuevo bajo el sol

El ascenso de esa forma de teorización positiva desembocó casi de manera imperceptible en una deriva normativa, que se exportó a todo el mundo a través de la serie de TV “Free to chose”, producida por Anthony Jay y emitida por las televisiones públicas estadounidense (PBS) y Británica (BBC) en 1980. El mundo estaba entonces al corriente de un boom de neoliberalismo liderado por Margareth Thatcher y Ronald Reagan. En estas series se exponían las bondades del mercado y se advertía contra las injerencias del Estado. Consignas como: “Desregulación o miseria”. El Instituto de Economía de Mercado (IEM) de España, bajo la dirección de Pedro Schwartz, le compró a la BBC los derechos y los vendió a RTVE. La serie se emitió bajo el titulo “Encuentros de Libertad” en 1982, al tiempo que viajo a España Milton Friedman a misionar su doctrina, que ya tenía ensayada en Chile, Argentina y Uruguay.

Como aprendimos de Sampedro, no nos cansemos de recordar que la economía es una ciencia social. Que esta es una verdad antedicha, pero olvidada permanentemente con consecuencias catastróficas por los más enaltecidos exponentes del status quo. Los jóvenes profesionales y universitarios deben saber que todo conocimiento económico, ajeno a un enfoque social de reflexión, no pasa de ser un recurso instrumental, sin perjuicio de que como herramienta pueda ser muy valiosa. Una maquina no funciona como un animal, una planta, ni una sociedad. La economía no se puede pensar desde la ingeniería o la bilogía, como se intenta.

Esa aspiración inconsciente de hospedar a la economía en la situación indolente que la surcan los físicos y cientistas naturales, desemboca en la omisión de los aspectos sociales y espirituales. Recuerde que Adam Smith era un teólogo moral relevante de Occidente.

Sin embargo a través de los medios se instalo ese deslumbramiento de sus cultivadores con metodologías inadecuadas y graves consecuencias como las que hemos visto. No es lo mismo lo mecánico, biológico o social. Si acepto esta proposición, tengo que ponerme a pensar acerca de lo que he aprendido en la universidad y, eso es lo que en muchos casos el sesgo de confirmación lleva a ignorar. Es grave darse cuenta que no se puede estudiar la realidad social con instrumentos conceptuales únicamente aptos para analizar sistemas mecánicos o cuestiones biológicas. Lo mecánico no se transforma con el transcurso del tiempo, los movimientos se repiten. Lo biológico, nace se desarrolla y muere. En cambio las sociedades varían en forma imprevisible, porque se auto transforman. Pensar el desarrollo social como el funcionamiento de una maquina o la trayectoria biológica es desatinada.

Las universidades y el poder constituido

¿Porque las universidades siguen enseñando lo mismo? En primer lugar por la atracción intelectual de los métodos matemáticos, que inspiran al científico a experimentar la confortable sensación de estar manejando verdades precisas y descubriendo nuevas invulnerables cadenas de razonamiento. Hay que reconocer que es una tentación grande. La matemática suele ser más divertida que la “playstation 5” para los que estudiamos ciencias económicas. En segundo término, la cuestión no es tan inocente como la primera, tiene que ver con la  naturalización y legitimación de un sistema social de mercado, beneficioso para el establishment mundial. Se conduce automáticamente a que el mercado es el mejor asignador de recursos, lo cual no sería cierto ni siquiera en la hipótesis más difundida, “la  competencia perfecta”-nunca verificada-, pues el ajuste de la oferta y la demanda puede dar lugar a que los ricos coman cinco bifes de lomo por día y los pobres no prueben un trozo de carne en un año.

Todo esto que es tan trivial, no se interprete como desdén,  es mas; admiramos la eficacia expositiva y la capacidad de decorar con un gran aparato científico ciertas verdades parciales, en el fondo triviales. Pero es lamentable ver ese ingenio consagrado a esconder lo fundamental, a fuerza de enceguecer el sentido común con cuestiones accesorias y derivadas. Pues bien el dogma monetarista no solamente es un escandaloso ejemplo de ignorar que la ciencia económica es social, sino que llega a alcanzar extremos indignantes para cualquier cristiano. Tal es la colonización mental de la teoría económica anglosajona en la Argentina, que si no fuera así, alguien se preguntaría-antes de soltar una carcajada-la crueldad del sarcasmo que titula Friedman: “Libertad de elegir”. Una verdadera crueldad. Como si un habitante de la villa 31 pudiera, elegir vivir en el tugurio nada más que por su condición bohemia.

Sin dinero no hay elección posible. La libertad de elegir del pobre es entre algo poco valioso o nada. El mercado no es un desastre en absoluto, el problema es el anacronismo histórico y, por lo tanto un mal relativo de nuestra época y principalmente de nuestro país. Basta recordar que prevaleció ante el feudalismo, liberando creatividad pero legitimando el poder del dinero frente al poder feudal, apoyado en posesión de la tierra.

Fake Science

Los macroecolobbistas y perioecolobistas defienden la economía de mercado como un orden natural, permanente, propio de una sociedad optima, y eso es “fake science”. La falta de sentido histórico de la economía convencional es una idea presente de la necesidad de una visión histórica para interpretar correctamente la realidad social.

Pero no creemos necesario persuadir a nadie que la teoría económica convencional se encuentra en crisis, desconcertada desde la quiebra de Lehman Brothers y agravada por el Covid-19, acudiendo activamente a la solución keynesiana frente al desempleo y la recuperación de la economía.

Esto solo se resuelve con una nueva teoría que nos saque adelante del anacronismo ligado al sistema de mercado, hoy tan inaceptable como la reducción del hombre al “Homo eonomicus” y la creencia religiosa-contraria a Dios mismo-en una mano invisible que establece el orden  permanente. Esa reflexión nos lleva a sospechar que son los intereses del establishment los que deciden que es lo que se estudia, y permiten la supervivencia de estas fundamentaciones gravitantes en el subconsciente del campo del pensamiento.

*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.Investigador PID del Doctorado en UADE. Puede seguirme en Twitter como @PabloTigani .También en Facebook: https://www.facebook.com/epablotigani

 

jueves, 20 de agosto de 2020

PRODUCCIÓN Y TRABAJO VERSUS GOLDEN BOYS

 


En el capitalismo de producción y trabajo no existían los golden boys. Los bancos desempañan el papel reservado al mercado financiero, no los picaros. En Argentina hubo un tiempo donde ni el país ni las empresas salían a colocar títulos empapelando el mundo. Iban a los bancos o a los organismos multilaterales de crédito a buscar financiamiento para ser aplicado provechosamente en un proyecto. Vivíamos en una sociedad más igualitaria. Los argentinos éramos los mejores pagados y trabajábamos y teníamos tiempo para la familia, el futbol y los amigos. Teníamos altas tasas de sindicalización, instrumento de disuasión muy eficaz para lograr equilibrios en la distribución del ingreso. Pero un día llegaron los yuppies y la financiarización de la economía. Así estamos cuarenta y cinco años después.- ¿Cómo seguimos?-

Una opción es el esquema básico que buscó aumentar al máximo sus beneficios en un plazo corto de tiempo y lo consiguió. El mismo que desde la oposición ahora pide planes a largo plazo, cuyo horizonte como oficialismo nunca pasó del trimestre, una perspectiva estadounidense en el que el (quarter) es la constante preocupación. Los resultados trimestrales. Esta visión no se esfuerza demasiado en pensar por el futuro de la gerencia intermedia ni los empleados de la empresa, mucho menos por la armonía social ni la eficacia económica. Pero de ninguna manera representa el pensamiento empresario en forma exclusiva. Miremos a Hugo Sigman, el médico psiquiatra que modificó el paradigma farmacéutico.

La teoría hegemónica tanto en la enseñanza como en la investigación económica argentina es inconcebiblemente estadounidense. Simplemente no somos EE.UU., existen otros países y asuntos económicos que no están contemplados. Para ese ideal no puede haber más que una lógica pura y eficiente que es la economía de mercado, todo el resto que mezcla el carácter institucional, lo político o social, la racionalidad de los precios, no es más que corrupción y decadencia.

Hay que beneficiar a los ricos para que sean más ricos y los pobres que se pongan a trabajar en lugar de esperar programas sociales diseñados para ejercer la pereza. Esta hegemonía cultural  sobrevivió a todas las vicisitudes de la historia de los últimos cuarenta y cinco años y no deja de reforzarse, como si la chilenización argentina fuera un proceso inexorable, superando cualquier crítica.

En solo cuatro años se ha dilapidado el 43% del PBI. Mientras continuamos mirando los fuegos artificiales del obelisco, los beneficiarios del hundimiento siguen aplaudiendo desde Miami y felicitando a Pepita la pistolera desde la Costa Azul. El cosmos infantil organizado quedó detrás del decorado de Costa Salguero y dejó una realidad muy distinta. Degradación social, primer puesto en fuga de capitales y último lugar en vacunaciones. Otra vez los golden boys superdotados de las finanzas hicieron fortunas en dos años y dejaron el país en la ruina. A pesar del anti peronismo visceral de los industriales argentinos, aunque no lo reconozcan en público, esta situación les dinamitó la cotización de sus empresas.

La frontera que separa a un país en decadencia de uno prospero está representada, en parte, por la preferencia por la construcción de un futuro y por el goce del presente. Hay que entender que estamos en un sistema capitalista donde es más que razonable que esa preferencia empresaria se mida en término de impuestos, préstamos y tasas de interés. No somos un país comparable a otro. Vivimos en un gran territorio con extraordinaria concentración de riqueza y mayoría electoral peronista. Para la generalidad de los ricos y una considerable parte de la clase media la noción de justicia social es considerada casi revolucionaria, indecente, para quienes el único sustituto aceptable en la lucha contra la pobreza es por medio de la caridad y las iglesias. Cualquier cuestión referida a la Seguridad Social es interpretada como “contra las clases dirigentes”.

En lo único que nos parecemos a EE.UU. es en la baja tasa de ahorro, la diferencia es que nosotros no podemos darnos el lujo de decir que el déficit comercial es una señal de vitalidad económica y cuando recibimos capitales financieros en dos años huyen. Tampoco tenemos dólares ni los imprimimos por billones para pagar las cuentas.

La opción sigue siendo la economía de producción y trabajo gestionada a largo plazo (aun sin presentar el plan que piden quienes perdieron las presidenciales), pero con objetivos muy claros, concretos y diametralmente opuestos a los deseados por la oposición. Esto implica poner el horizonte más allá de las Islas Caimán y de los Panamá Papers. Par eso hay que llamar a los empresarios y sentarlos en una mesa de concertación económica y social, como había anunciado el presidente Alberto Fernandez.

La cuestión que se debería plantear es el régimen economico, que nunca es homogéneo ni gestionado de la misma forma, durante más de tres periodos. Y, solo hay dos maneras de construir riqueza: siendo competitivo en la producción o habilidoso para la especulación. La total liberación de las transacciones, las devaluaciones, la caída del salario, no bajaron los costos como creía el grupo productivo más grande, ni trajeron la posibilidad de comprar con crédito UVA como pensaban los economistas de Cambiemos.

En otro orden de cosas nunca jamás, se habían visto tan reducidos los lazos afectivos que unían a los accionistas propietarios con sus empresas. Durante el periodo anterior ni siquiera fue el objetivo parcial la renta operativa de sus empresas, sino la jugada financiera y la formación de activos externos (fuga). Esa búsqueda desmedida estuvo totalmente desconectada de las realidades argentinas concretas por cuatro años. El delirio financiero especulativo, que ha generado ganancias enormes sin fundamento real, trajo efectos desmoralizantes en el empresariado productivo nacional y de las PyMES. Este aspecto no debe ser subestimado, no es menor.

Históricamente en la Argentina ser accionista o propietario de una empresa, nunca tuvo la lógica estadounidense, la empresa no es un paquete de acciones (Keynes). En EE.UU. el dinero es el fin en sí mismo, las empresas y las cosas son medios. Da igual comprar una empresa o una obra de arte. Se adquiere y desguaza sin que se derrame una lágrima. Los colaboradores, son “capital humano” o “recursos humanos”, más que “seres humanos” con familia, proyectos y una vida, como en Alemania, Italia o Francia. La impaciencia del bolsista no es la del constructor, o del empresario metalúrgico, todo tiene un espíritu monetario que suplantó hace mucho tiempo el espíritu del dueño. Los empresarios norteamericanos son renuentes a asumir riesgos industriales, por eso sus grandes marcas se manufacturan en las factorías medievales del sudeste asiático.

En 2016 la desregulación se convirtió en un concepto de fe, un credo de los CEOs que gobernaron el país. El libertinaje llegó al colmo, dos años jugando a la ruleta rusa financiando inversiones en LEBACS con deuda externa para después pasar capital e intereses a dólares y regresarlos al lugar donde vinieron. Esa conmoción de alrededor de u$s 100.000 millones indiscutiblemente propagó las perturbaciones que hoy nos escandalizan.

Es justamente ese comportamiento lo que se debería contrastar con una recuperación real y que pueden producir las empresas más lucidas, como fue entre 2003-2007. Recuerde que mientras los pronósticos de los macroecolobbistas en esos años daban caídas o leve subas del PBI, la economía creció a tasas chinas 30%. Hoy tenemos el ejemplo de una automotriz alemana que invertirá u$s 1.000 millones para la modernización de dos plantas industriales. La firma está exportando cajas de cambio manuales desde Córdoba y ya incorporó un segundo turno de producción.

Todos sabemos en la Argentina quienes son los empresarios que se identifican con su empresa, en cambio hay legionarios que hoy están y mañana huyen a otra parte, con todo lo que ganaron en la Argentina. Inclusive existen directivos legionarios sin sentido de pertenencia, ni afecto por la empresa donde trabajan. Son ejecutivos que cuando ven venir la crisis se escapan con su dinero.

Nada ha de ser tan determinante para la Argentina y se puede discernir muy bien entre empresarios y legionarios. Con los mismos títulos en la tarjeta de visita, hay diferencias esenciales. El verdadero obstáculo no es ser el heredero, si desempeña la función social que tiene que acometer. En la Argentina hay empresas nacionales que bajo el régimen de los emperadores antoninos designan a un hijo que luego se les convierte en legionario. Y, en lugar de proseguir la obra de su familia, capitalizar y crecer; elige la opción offshore.

En el modelo de producción y trabajo, los propietarios buscan ganancias mediante el desarrollo de la empresa y no del nomadismo financiero. No existe oposición entre ganancia social y éxito empresarial, sino un sentido de tiempos diferentes. En ningún país del sistema se discute la propiedad, ni la empresa se disocia de su función social. Cambian las formas, pero esto es general. Cualquier lector sabe que por debajo de cierto nivel de pobreza el marginado se convierte en irrecuperable. No queremos vivir en esa sociedad.

Nadie discute la inclusión del sector empresarial en una concertación, pero ya no se trataría de un capitalismo de legionarios como el que vimos. Los verdaderos países serios como Alemania y Francia tienen empresarios y trabajadores con valores en común y sus sociedades son más igualitarias que las británicas y estadunidenses. No son países comunistas, todo lo contrario, son economías de mercado con contenido social e instituciones poderosas. La seguridad social fue inventada por Bismark en 1881. La síntesis equilibrada de un capitalismo con justicia social, asombrosamente nunca es mencionada por los ecolobistas, porque su equilibrio es seductor y su eficacia no es menor. En esas economías no se necesitan ecolobistas.

*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.Investigador PID del Doctorado en UADE. Puede seguirme en Twitter como @PabloTigani .También en Facebook: https://www.facebook.com/epablotigani

 

 

 

 

 

jueves, 13 de agosto de 2020

KRISTALINA SE ESCRIBE CON “K”


En ningún tiempo un gobierno argentino destruyó tanto patrimonio en tan solo cuatro años de gestión como Cambiemos. Al momento de finalizar el mandato, la devaluación patrimonial de las empresas (ya sea que se las compare en dólares oficiales o paralelos) en algunos casos era demoledor. De esta manera, en la Argentina se verificó una tendencia que indicaba que en el país cada vez que se aplicaban políticas de apertura incondicional de los mercados, se habría incurrido en crisis financieras y la cesación de pagos, era casi inevitable. Ante la imposibilidad de manejar sus consecuencias, el Gobierno acudió en cuestión de días al FMI. Todo esto se debe a que la ideología dominante-aunque con una praxis discutible-se ha orientado a la globalización de los mercados, la expansión del capitalismo financiero (En el “todo vale” -frase de Stiglitz). Las crisis financieras, a excepción de Menem son eventos muy frecuentes en la Argentina con Gobiernos pro mercados como los de Videla, De la Rúa y Macri.  Pero tampoco somos los únicos, una diversidad de países del sudeste asiático, latinoamericanos y europeos, euro-asiáticos (Tailandia, México, Rusia, Corea del Sur, Brasil y Turquía) lo experimentaron. Sin embargo en la Argentina, podemos distinguir que no en todos los casos sucedió lo mismo, ni tuvieron las mismas consecuencias. Por ejemplo aunque todas las crisis mencionadas explotaron después de una devaluación, solo con De la Rúa y Macri se produjeron default de la deuda.

Podemos mencionar de paso, que el desgaste de los ex presidentes De la Rúa y Macri, que tuvieron su primera expresión en el bajo nivel de voto. En el caso De la Rúa elecciones de medio término, en el caso de Macri las PASO. El caos económico en que cayó el gobierno de Cambiemos no sólo se manifestó en las devaluaciones, inflación y default de la deuda (reperfilamiento), comienza así el voto como actor histórico potencial. Las PASO mostraron el estado embrionario, de un potencial regreso del peronismo, dado el menoscabo de las políticas sociales aplicadas especialmente en 2018 y 2019.

En el plano internacional, en general, la literatura de las crisis financieras suele estar definida en términos vagos e imprecisos por parte de los autores que se sitúan en el marco teórico prevaleciente en el periodo de estudio (neoliberalismo) y técnicos de organismos multilaterales de crédito, especialmente del FMI. Parece oportuno hacer una síntesis y limitar una aproximación de un espacio al que denominare “entorno neoliberal[1]”. Se adjudican las causas generales al excesivamente moderado esfuerzo liberalizador, el abuso de gasto público, con algunas variantes en las formas de financiamiento, destacando siempre el excesivo rol del Estado por sobre el del mercado, en quien supuestamente debería recaer la responsabilidad de los tiempos. Sería menester además, repasar cuestiones desde una perspectiva histórica e ideológica, aunque esto no se podrá realizar sin entrar en un análisis antropológico, que dejaremos de lado. El colapso argentino en 2018 es el más reciente fracaso desde 2001. Dada la alta tasa de desempleo de los últimos años que finalizo en la frontera de los dos dígitos, es asombroso que los ciudadanos no se amotinaran, sino que sufrieran en silencio a partir de las PASO, al abrirse un horizonte de esperanza. Los resultados de las PASO, produjeron un sinceramiento del dólar y la insolvencia financiera contenidos por la asistencia del FMI, quien además de asegurar las ganancias de los fondos que cobraron con ese dinero, invirtió en la campaña de Macri alrededor de 45 mil millones de dólares. Otra hubiera sido la negociación, si el volumen de la deuda no hubiera sido reducido por el FMI que al hacerse cargo, genero dos nuevos problemas. Al reducirse la deuda de los privados y haber consolidado una ganancia suficiente, pudieron resistir mas la quita. Al regresar el FMI al ruedo, con una deuda de semejante magnitud, el problema ahora lo tiene el FMI.

Aunque casi las actividades del FMI tienen lugar en el mundo subdesarrollado, el organismo siempre esta presididos por representantes de los países industrializados. Las instituciones no son representativas de las naciones a las que sirven. Sin embargo Kristalina Gueorguieva es una transdisciplinaria: economista con formación política y sociológica de un país (Bulgaria) del Este de Europa.

En 2010 fue reconocida como “Europea del año” en reconocimiento por preservar la reputación y la independencia del BCE frente a la presión política en la zona euro durante la crisis de la deuda soberana. Todo lo contrario que hizo su predecesora del FMI, cediendo a las presiones de Donald Trump.​ También fue candidata a Secretaria General de la ONU. La influencia del neoliberalismo en los organismos internacionales claramente ha entrado en un periodo de tensión con el cambio de perfil. Durante la crisis mundial de 2008 quedo claro que hasta el más escéptico en cuanto a las aportaciones de la regulación ha cuestionado el argumento repetido por tres décadas como una letanía hipnótica: “el mejor gobierno es un gobierno pequeño que resigna la mayor cantidad posible de funciones que el Estado no desempeña con éxito merced a su consabida ineficiencia y corrupción, a favor de una supuesta-no siempre probada- mayor eficiencia y ética proveniente del sector privado. Como afirma Stiglitz, las políticas públicas-en lo que hace a la política económica-necesitan un equilibrio entre el papel de los mercados y el papel del gobierno. Dicha conclusión emerge en forma diáfana a lo largo de todo el texto citado, donde se contextualizan las circunstancias relativas a decisiones de políticas públicas previas a la crisis denominada “La Gran Recesión”, el fondo de la misma y las posibles reflexiones para lograr salir del estancamiento económico. En el caso argentino, no solo el funcionamiento de las instituciones políticas y la economía fue afectada, sino que ha implicado unos costos inusitados, en términos sociales, generando cifras de pobreza e indigencia extravagantes.

Lo que puede denominarse “crisis financiera” fue en realidad un conjunto de crisis de diferente índole que ocurrieron, y que se reforzaron unas a otras. Hubo crisis económica (agravamiento de la recesión, inflación), crisis financiera (fenomenal huida de capitales, disparo el riego-país, default-reperfilamiento y maxi devaluaciones periódicas sin descanso), crisis social (aumento del desempleo y la pobreza; sin que se produjera un correlativo aumento en el nivel de protesta social) y una o varias crisis políticas como le sucedió a De la Rúa, por mucho menos (la renuncia del vicepresidente y líder de uno de los dos partidos de la coalición gobernante en octubre de 2000, la renuncia de varios ministros en protesta por los anuncios de ajuste fiscal del nuevo ministro de economía López Murphy en marzo de 2001, y la caída del gobierno de la Alianza. El fenómeno político económico podría significarse como “neoliberalismo particular”, con una estructura institucional de apoyo. Las reuniones de los oscuros economistas argentinos se transformaron en escenarios frívolos y grandes manifestaciones de sumisión. El préstamo de ajuste con un programa diseñado para ayudar a capear la crisis se concreto en tiempo record, sobre todo para un país que no tenía relaciones por trece años. Se suponía que el FMI se concentrara en las crisis, pero la reelección presidencial necesitaba ayuda, de modo que el FMI se convirtió en un socio permanente de Duran Barba.

El régimen político global y local neoliberal asumió el liderazgo en la promoción de estas políticas, pero ahora gobierna el Frente de Todos. Las dificultades económicas que enfrentaba Cambiemos comparada con la herencia de Alberto Fernandez y la pandemia hace extremadamente dificultosa, las posibilidades de “ajuste estructural” y apertura de las fronteras. Así como el éxito del FMI fue mucho menor de lo que esperaban los promotores, y muy por debajo de lo que era necesario para terminar con el peronismo, las negociaciones financieras pueden dar como resultado un punto de inflexión en el alineamiento político, donde la Argentina asumió una posición vasalla y sometida, para comenzar la reconstrucción después del caos.

*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.Investigador PID del Doctorado en UADE. Puede seguirme en Twitter como @PabloTigani .También en Facebook: https://www.facebook.com/epablotigani

 

 

 

 



[1] Tigani, Eugenio Pablo, “El entorno neoliberal” engloba FMI, BCE, Fed, Treasury US, políticos conservadores hospedados en el marco teórico neoliberal, corporaciones internacionales, banca privada de inversión y comercial, compañías calificadoras de riesgo, profesionales de extracción de la ciencias exactas: físicos y matemáticos dedicados a las finanzas empleados en Wall Street, creativos de nuevos productos derivativos financieros ofrecidos por el sistema financiero, ejecutivos de finanzas corporativas, lobbistas de la desregulación de los mercados contratados por las corporaciones para representar grupos de presión privatizadora en los Congresos y entidades oficiales, mercados financieros internacionales-bolsas de valores-fondos de inversión, capital de riesgo, private equity funds, venture capitalista, seed capital, hedge funds, fondos mutuales de pensión, fondos buitres, corredores de cambio, fijadores de tasas de interés y cambio-arbitrajistas-, sistema financiero en las sombras, comisión de valores, especuladores profesionales, universidades privadas formadoras y promotoras ideológicas del neoliberalismo, bufetes de abogados top, economistas funcionales-dan soporte técnico al entorno, consultores TOP de alta dirección extranjeras y locales. La lista podría extenderse, se ha podido exhibir el núcleo.

 

jueves, 30 de julio de 2020

LA CASA NO ESTA EN ORDEN



Recién salgo del zoom (es el líder de las video-conferencias) de Atlantic Council con Martín Guzmán, quien fue breve y contundente. Su tono pausado su inglés aprendido y su seguridad hace que digamos “como admiramos a este joven”. El dijo que comenzaremos las negociaciones con el FMI y que el acuerdo con los privados puede llegar pronto. Es Ley el proyecto de Teletrabajo. El BCRA subió la tasa de los plazo fijo y el dólar blue cerró estable en $136. Trump quiere pasar la fábrica China a Latinoamérica. El mundo cambio.
NO SE DE QUE SE TRATA PERO ME OPONGO
Las empresas necesitan seguridad jurídica. Esta Corte Suprema tiene dos jueces que aceptaron ser nombrados por Decreto, aunque eso no prosperó. Una aberración jurídica. La justicia actual sobreseyó en casi todas las causas a Cristina Fernandez de Kirchner. ¿En qué quedamos? Los que cacerolean la quieren sobreseída o presa?
Aún no se conoce el texto de un discurso presidencial de hace una pocas horas. De todos modos hay una propuesta de campaña que ganó las elecciones y hay que cumplir. Hoy esta incumplida, es “La Reforma Judicial”. Las encuestas de opinión de las consultoras más importantes señalan al Poder Judicial como una de las instituciones menos confiables. El cacerolazo “para nada espontáneo” tiene en los mismos portales, algunos disimulados y otros en forma abierta llamados a cacerolear. Alfonsin decía hace unos minutos que salir a cacerolear a favor de Vicentin fue el equivalente a que en 2001 la gente hubiera caceroleado a favor de los bancos. Ayer Diego Santilli dijo que no tenía posición tomada, porque ni siquiera leyó la propuesta, pero firmó la oposición junto con Cambiemos. -¿A quien “NO le conviene que haya reforma judicial?- No lo sabemos. Pero podríamos esperar a que se conozca la propuesta para opinar. Me parece que Sobremonte huyo con el tesoro.
En otro orden de cosas está también la economía del “apriete”, esa tendencia a fijar plazos y aventar puntos de ruptura. Ahora mismo mientras se escriben estas líneas hay portales oprimiendo al Gobierno para que ceda. Las condiciones estaban y están dadas para propagar incertidumbre y producir ganancias especulativamente.
Ni los pedidos de procesamientos por escuchas ilegales, ni el ministro procesado por la causa “peajes”, ni la sorpresa que nos dio este finde la fortuna oculta en Suiza del dueño de un diario centenario. Nada de eso remunera la noticia. La oposición, los medios hegemónicos y los acreedores interpretan una única partitura escrita por el establishment. Desde el principio habían instalado como fecha límite 31 de marzo. Inclusive pusieron cifras deseadas de valor presente y repudiaron la oferta inicial del Gobierno.
Puede que no haya acuerdo, entonces el sistema financiero internacional, el dólar y los bancos deberían estar listos para que los indecisos se sumen al impago. La única forma de evitar una catástrofe global es (roll over relief) refinanciando todos los vencimientos por todas partes del planeta, a tasas bajas en forma permanente e ilimitada como hacen en Europa y EE.UU.
Contradiciendo a los sortílegos y agoreros pasamos los 230 días de negociación sin contar “la previa” (antes del 10 de diciembre). Mientras el mundo sigue expresando voces a favor de un acuerdo: el FMI, los presidentes europeos, el consenso de economistas académicos más destacados; algunos argentinos patean en contra y se unen a los fondos para pedir “un poco más”.
El Presidente y el Ministro Guzmán están convencidos que si ceden algo mas, podrían sobrevenir trastornos sociales. Este último es un argumento inteligible pero insuficiente. Es que a ningún acreedor le interesa distinguir entre De la Rúa-Macri, y los que levantan los muertos que dejaron.  
La etapa recesiva iniciada en 2018 que luego se transformó en depresión fue afectando a los agentes económicos. A la devaluación de la moneda y las empresas tecleando, 2020 sumo la pandemia. Sólo mediante moderados esfuerzos fiscales se está sosteniendo la actividad. La pandemia se hace escuchar, mientras “cuidado conmigo” presiona por 3 dólares más.
A esta situación internacional y local se agregan las contradicciones en que viene incurriendo la OMS y los países desarrollados. El Gobierno vive bajo la presión constante de un coro: “que se mueran todos”. Es comprensible que en este contexto la cotización del dólar informal haya seguido escalando posiciones durante el mes de julio,  si bien hizo un descanso, el paralelo ha vuelto a transformarse en el caño de escape.
Desde una perspectiva más amplia, puede advertirse la falta de articulación de los intereses nacionales entre los poderes del Estado y la oposición. La ineficiencia del sistema judicial, la limitada decisión del BCRA-que demuestra que urge una Reforma Financiera-, reflejan la debilidad de la periferia de un Poder Ejecutivo que parece remar en dulce de leche.
Un párrafo aparte merece el permanente intento de la oposición por meter palos en la rueda a cualquier iniciativa oficialista, aun en medio de una negociación tan crucial. La mancomunidad Cambiemos sigue añorando retroceder siete décadas en la legislación laboral y previsional. Afortunadamente la CGT cuenta ahora con un Poder Ejecutivo aliado.
Si bien la posición de Alberto Fernandez es sólida, porque cuenta con el respaldo del amplio marco de la coalición peronista, con la oposición no ocurre lo mismo. Cada vez que pueden lo taladran. El Presidente es un estratega que debe negociar constantemente con los “poderes facticos” y apoyarse en concesiones. Según manifestó una funcionaria clave del presidente no se puede ni pensar en contender con la oposición en una situación como la actual. El problema es que la oposición no está enterada. Eso es como ignorar una bala que viene de frente.
Varios analistas políticos de la city (también los hay) espolean al Presidente para optar por una postura más ortodoxa. Si lo hiciera probablemente perdería parte de su propio sustento político (Frente de Todos), y el respaldo de los gobernadores provinciales y legisladores nacionales que actualmente lo apoyan. Si eso fuera posible Massa seria presidente de la Nación, no de diputados.
El problema reside en que la combinación de todos estos factores políticos institucionales arrastra la actividad económica hacia abajo. Si se suman los desaciertos acumulados cambiarios, monetarios y fiscales de la dirigencia anterior (2015-2019) abruman. La magnitud del derrumbe productivo desde abril de 2018 es fenomenal. Paralelamente, la tecnocracia vernácula y los comunicadores “sobres salientes” reclaman un programa económico sustentable. -¿Sería como el que les dio el Gobierno anterior?- No lo sabemos.
Estas exigencias de presuntos libre mercadistas, son ideológicamente contradictorias. Planificar la economía es socialista. La pauta de la actividad en el mercado no es la creación de ningún plan o designio consiente. El mercado no está dirigido por ninguna escala de valores ni jerarquía de objetivos como una economía de planificación, sino que sirve a los fines independientes y diversos de todos sus miembros individuales (Hayek). Además hay razones más importantes que las ideológicas que son obvias. -¿Quieres asignarle una calificación a la planificación y los programas del periodo 2015-2019?- Sin pandemia, con una oposición desarticulada y enjuiciada, con los dos Estados provinciales más ricos... “se ha perdido una oportunidad histórica”.
Cambiemos demostró en 2018 que ni siquiera un presupuesto anual aprobado por el Congreso significa mucho. Recuerde las metas: inflación 12%, dólar $20, crecimiento 3.5%. Realidad: 46% de inflación, dólar a $40 y crecimiento negativo -3%. En 2016 había ocurrido lo mismo y finalmente en 2019 también.
La traumática situación económica que la Argentina ha venido atravesando en los últimos cuatro años, ha hecho perder de vista a la opinión pública el eje de la crisis que afecta al país. Este no es otro que el mecanismo de endeudamiento y fuga de capitales, que terminó por comprometer la solvencia intertemporal. Además la presunción de que el Estado no iba a recuperar la cordura hizo que el crédito que se tomaba fuera concedido a tasas exorbitantes que ahora se están renegociando. El entorno descripto terminó desembocando en postración, la caída de recursos fiscales por el ajuste convenido con el FMI desde 2018 agravó aún más el cuadro.
El default anunciado como “re perfilamiento” en agosto de 2019, más la devaluación desordenada del peso (2018-2019), un presidente enojado frente a la monumental derrota de las PASO, hicieron que se saltara de “modo destrucción incremental”; a “modo Oaky, rompo todo”, destrucción radical y completa del sistema económico.
La devaluación ha hecho que la deuda pública crezca exponencialmente y, aun suponiendo un acuerdo de u$s 53, la relación en términos del PBI es explosiva, si se considera la caída en el 2020 del Producto, debido al Covid-19. Como en la Argentina tras el default de la deuda en 2019 persisten las indefiniciones acerca del proceso de reestructuración del tramo externo, lamentablemente la única señal que sigue trasmitiendo en vivo y en directo es “la verde”.
En síntesis, La clase media ajena a las grandes corporaciones declina. En cuanto a la variedad trabajadora no se preocupa por la deuda y las estadísticas, pero empieza a inquietarse por su situación de subsistencia. Los intelectuales se truncan, la burguesía está irritada y arruinada. El ambiente de la Republica Argentina, con arreglo o sin arreglo de la deuda se parece mucho a una casa de locos.
*Profesor de Postgrado y Maestrías en UBA y UADE. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros.  @PabloTigani en Twitter