Por*
Comienza 2016, que asegura grandes cambios y oportunidades para el gran empresariado corporativo, ya casi todas las medidas solicitadas
han sido puestas en marcha: eliminación de retenciones, devaluación competitiva,
desaceleración de la tasa de expansión monetaria, libertad para importar,
liberación general de consultas, controles y regulaciones de la Secretaria de
Comercio, permiso de auditoria, habilitando el articulo 4 para dar acceso al
FMI, normalización del INDEC dentro de ocho meses, etcétera.
Análisis
de las primeras Medidas:
Desde el punto de vista político, se observa un gobierno
decidido a ejercer
el poder de un modo
imperativo con marchas y contramarchas, para no perder el escaso caudal político propio del PRO (que
realizó una coalición electoral y, no una coalición de gobierno)-el porcentaje
que lo acompaño en las PASO es el capital real, sin contar la UCR, es menos de
los votos obtenidos en el balotaje-.
Desde el punto
de vista de la política económica, desentona el
gradualismo, en cuestiones como
la reducción del déficit fiscal o la modificación
de las tarifas de los servicios públicos,
con la intrepidez que mostró el Banco
Central duplicando las tasas de
iteres, dando un giro virulento con respecto a la política
monetaria.
En otro orden de cosas, el presidente comenzó su
gestión designando un gabinete compuesto por los
gerentes y directivos preferidos
de las revistas de negocios, con un claro objetivo,
convertir a la Argentina en un país “Pro mercado”, donde vuelvan a sintonizar las pantallas de los inversores. Macri asume un enorme activo,
tras doce años de un modelo orientado al consumo interno, intervenciones
del Estado, con bajísimo endeudamiento
público y privado. Más allá del futuro shock de confianza, que aun no se advierte, el desafío que tiene por delante el gobierno es, a partir de Marzo/Abril de 2016,
cuando deberá demostrar su real
capacidad para ejercer
el poder, es obvio que el
gobierno enfrentara limitaciones en
términos de gobernabilidad. Mantener
la aprobación social, no es un reto menor.
En el contexto
apuntado, el comienzo de la gestión
se caracteriza por tener, menos de república y más de DNU. La ortodoxia económica deseada por aquellos
anhelantes de vivir esta oportunidad impensable meses atrás, contrasta con los
resultados que nos recuerdan los peores
años recientes, cuya decadencia
finalizó en aquel desgraciado default y horroroso estallido social de 2001.
*Pablo Tigani PhD (C) y Master en Política
Económica Internacional, profesor de la
Universidad Politécnica de Madrid y
UADE Business School.
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