Fragmentos extraídos de la 2da Carta del Apóstol San Pedro,
Capitulo 2:… “Estos atrevidos y arrogantes (contumaces) no temen maldecir a las
potestades superiores,…Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos
de la corrupción; puesto que cada cual es hecho esclavo de lo que le ha
vencido”.
PADRES AUSENTES:
·
Los inmigrantes que se hicieron ricos,
compensaron su ausencia “mal criando” a sus hijos. Nunca trabajaron, o trabajaron
en la empresa de papa, y si estudiaron, lo hicieron con muchas “ventajas”.
·
Los “esforzados” de clase media baja que
llegaron. Algunos becarios, otros trabajando y estudiando; quisieron resarcirse
de su esfuerzo (es decir, se lo cobraron a sus hijos) poniéndoles un piso alto,
convirtiéndolos en arrogantes mal criados, profesionales ricos, y sin escrúpulos.
·
El espíritu mismo de los perseguidos políticos,
muertos, desaparecidos, encarcelados, vejados en sus derechos humanos; pagaron su
ausencia familiar y/o su elección por la política, derramándose en una generación
que asumió o heredó todos los beneficios del sacrificio y/o las vidas mismas de
sus padres, gente con ideales verdaderos.
Estamos viviendo desde hace muchos años la etapa de los
“malcriados y arrogantes herederos” de una ciudadanía enfrentada y de lamentable
alternancia abolicionista.
La novedad es que en este tiempo solo hubo, solo hay
arrogantes y soberbios con distinta ideología o metodología política y de
negocios, con historias familiares patéticas. Con un amateurismo audaz, han
sido y son capaces de apostar 50 años a la ruleta-cada vez, a su turno-, con
tal de hacer lo que quieren.
La influencia proviene de las experiencias trasmitidas por
sus mentores, voluntaria e involuntariamente, como una maldición.
Hubo y hay demasiados hijos del señor tal (el apellido los descubre).
No podemos seguir sometidos a experimentos que nos pueden
retrotraer a escenarios del pasado, sin solución de continuidad, una y otra vez.
Personalmente, me resisto a ser destratado o rebuznado por la
contumacia, tanto de los fracasados alquimistas que nos llevaron al default,
como de los antipáticos sectarios y excluyentes, miembros de un movimiento que
condena esas actitudes, -aunque claramente con estos simpatice y me vea a mi
mismo a los 16 años…no a los 40.
Me resisto a la “prueba y error” de los contumaces-sean del
signo político que sean-, nos han costado muy caro. Los errores superan
largamente a los aciertos.
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