Ya en la sexta parte de esta serie, cabe pensar que si cada uno de los elementos
de esta historia de "supuestos neoliberales" era erróneo, ni antes de la crisis se cayó en el derroche
fiscal ni el tamaño de la deuda externa y el déficit eran un problema inmanejable.
Fue la crisis, un fenómeno generado por políticas publicas como la
privatización de las jubilaciones que provoco un enorme descenso de ingresos
públicos a favor de la creación de las AFJP [ Stiglitz: La retórica del
fundamentalismo de mercado afirma que la privatización reducirá lo que los
economistas denominan la “búsqueda de rentas” por parte de los funcionarios,
que bien o se quedan con parte de los beneficios de las empresas publicas o
conceden contratos y empleos a sus amigos…Si una administración es corrupta,
hay escasas evidencias que las
privatizaciones resolverán el problema.[1]]
-de origen privados-, y el hundimiento de la actividad económica que provoca
siempre la austeridad y no las políticas discrecionales de gasto, los que
apremiaron los desequilibrios de las cuentas públicas. Acerca de la
privatización del sistema jubilatorio se debe agregar que genero poca
cobertura, mala seguridad social en la jubilación y valores mínimos de
pensiones en promedio. Toda la sociedad en poco tiempo, producto del
desfinanciamiento[2], pago
ese enorme costo, el que gano, o ciertamente se vio beneficiado fue el sector
financiero, que elevo sus ingresos en Argentina, mientras provoco una enorme pérdida
para la sociedad. A modo de mención, luego para evitar pobreza en la vejez y
asegurar un nivel mínimo de seguridad, fue necesario crear un sostén público,
que actualmente tiene un componente de redistribución importante que instalo un
elemento de moderación intergeneracional que evito relativamente la pobreza de
jubilados y pensionados. Por ultimo es necesario destacar que el sistema de AFJP tenía altísimos costos de
transacción, y en 2001 había invertido en papeles del estado, que a la postre
embauco a los beneficiarios con una exótica cantidad de instrumentos que
incumplió en el pago, viéndose mermados
los ahorros de los futuros jubilados por la restructuración de la deuda local
(primer tramo: realizado por Cavallo en forma compulsiva en 2001), y luego la
devaluación del peso.
[1] Stiglitz Joseph, ‘El
malestar de la globalización”, Pág.95, Editorial Taurus, Julio de 2002, Ciudad
de Buenos Aires
[2] Ver estadística
descriptiva de caída de ingresos del sector público, como consecuencia de la
desfinanciación previa, y el grado de vulnerabilidad en que los recursos
genuinos fueron afectados, cuando el financiamiento externo se retiraba.
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