Están los números finales del Central que volvió a comprar USD 2.500 millones en Diciembre. Las reservas del BCRA cerraron con una acumulación de USD 314 millones en el mes de Diciembre, luego de una importante caída registrada en los encajes en dólares de los bancos, impulsada por la decisión de los depositantes de retirar parte de sus ahorros a plazo fijo en moneda extranjera, por diferentes temores insubsistentes. Así las cosas, las reservas finalizaron el año electoral 2011, en alrededor de USD 46.400 millones, el mismo nivel que en 2007, 2008 y 2009 (y alrededor de 10,5% debajo del record histórico de USD 52.000 millones de 2010).
Luego de haber encendido “la luz amarilla” pertinentemente, quiero destacar la escucha del gobierno y darle todo el crédito que merece por generar una corriente de dólares apoyada en los controles, a través de los cuales logro bajar la brecha entre el tipo de cambio oficial y paralelo. En la misma direccion se acaba de formalizar un control de importaciones vía presentación ante la AFIP de declaraciones juradas anticipadas con vigencia desde el primer día de Febrero. En forma coincidente se presentara un aumento del arancel externo común a una lista de productos, convenido en la última cumbre de presidentes del Mercosur, donde se aplicará un aumento del arancel externo común a alrededor de 100 productos que podria llegar hasta un máximo de 35%, que es lo permitido por la OMC.
Sin dudas, las medidas son proteccionistas. Las nuevas restricciones a las importaciones modificaran los procesos productivos, aunque solo para algunas empresas de electrónica, vidrio, etcétera; donde significara, tal vez una corrección permutativa en sus planes de negocios. Estas medidas complican la operatividad administrativa, pero no provocan grandes efectos sobre la oferta global; claramente no tienen un sesgo contractivo sobre el nivel de actividad general, como se lo pretende hacer ver desde los sectores que reclamaban enfriar la economía (curiosamente ahora, preocupados por una eventual desaceleracion del nivel de actividad económica). Todo lo contrario, estas medidas han de tener un efecto estimulante en la producción de algunas industrias de bienes locales que compiten con los importados, a las cuales sin duda, habrá que controlar, para que no aumenten sus precios en forma artera, al perderse el efecto de la competencia importada.
En síntesis, en un mundo impredecible, Argentina entra en una nueva etapa del modelo productivo con más restricciones y controles, sintonía fina en el gasto de caja, y un programa monetario similar al de 2011; con el objeto de cuidar los dólares acumulados, el superavit comercial y la microeconomía.
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