Henry Paulson, ex ejecutivo del Banco de Inversión Goldman Sachs, que en 1999-previo a la crisis-pagó 500 millones de dólares por el 18% del grupo Clarín, sin Multicanal, ha sido un empleado privilegiado para poseer una fortuna personal de 700 millones de dólares. Este funcionario público, hoy anunció algunos detalles sobre el rescate para los mercados financieros que conmocionó los mercados. Los cambios consisten en abandonar la estrategia de compra de activos hipotecarios tóxicos para concentrar la atención en las instituciones financieras no bancarias y en los consumidores estadounidenses.- ¿Perdón…?
Paulson, quien afirmó que ya existen señales de mejoría; en una escandalosa revisión del plan de rescate de u$s 700 mil millones, anunció además que el gobierno estadounidense seguirá inyectando cash en las instituciones financieras, incrementando también la disponibilidad de préstamos vía tarjetas de crédito y compra de autos, y que se está explorando la forma de evitar nuevos embargos de inmuebles, aunque todo “sobre la marcha”.
Si comprar activos tóxicos hipotecarios en poder de los bancos no era la forma más efectiva de utilizar los fondos públicos comprometidos en el plan de salvataje como dice ahora, no se entiende muy bien como esto constituyó el argumento más sólido del plan de rescate de los mercados financieros en su presentación al Congreso cuando el paquete estaba siendo debatido antes de su aprobación-rechazo-aprobación. Apenas se recibió el dinero, se decidió inyectar capital a los bancos a cambio de acciones preferenciales, inspirado en el programa del Reino Unido de Gran Bretaña, porque según entendieron luego, era esta una forma más eficiente de actuar.
Asimismo, Paulson señaló que considera adecuado el monto de u$s700 MM para el plan de rescate y que no planea ya pedir mas dinero al Congreso. Obviamente, en solo dos meses se tiene que ir, y lo hará destacándose como el Secretario del Tesoro “más manguero” del Congreso. Aunque Paulson ya no puede lucir más extravagante, la aclaración lo coloca en el cenit de su temeridad, teniendo en cuenta que le quedan solo u$s60 millones del fondo de rescate aprobado. Por ahora, una parte del dinero que se ahorrará al no comprar casitas tóxicas será empleado para apuntalar el mercado en las cuentas pendientes de tarjetas de goma (no de plástico), y los préstamos o leasing de autos, que a carradas rescatan los oficiales de justicia acompañados del remolque. En cuanto a los deudores de viviendas, el funcionario reconoció que no ha encontrado la manera de satisfacer la solicitud del Congreso de utilizar el salvataje para ayudar a los desesperados propietarios.
Por su parte, otra área en donde Paulson aún se muestra evasivo está referida a las empresas automotrices, aunque insistió que son empresas importantes para la economía, dijo que el plan de salvataje no es adecuado para asistirlas.
Los mercados no recibieron con mucho agrado el cambio anunciado por Paulson, mientras se abre la polémica acerca de cual será el plan, si es que existe alguno adicional al de: “Salvemos a los Bancos”.
Paulson, quien afirmó que ya existen señales de mejoría; en una escandalosa revisión del plan de rescate de u$s 700 mil millones, anunció además que el gobierno estadounidense seguirá inyectando cash en las instituciones financieras, incrementando también la disponibilidad de préstamos vía tarjetas de crédito y compra de autos, y que se está explorando la forma de evitar nuevos embargos de inmuebles, aunque todo “sobre la marcha”.
Si comprar activos tóxicos hipotecarios en poder de los bancos no era la forma más efectiva de utilizar los fondos públicos comprometidos en el plan de salvataje como dice ahora, no se entiende muy bien como esto constituyó el argumento más sólido del plan de rescate de los mercados financieros en su presentación al Congreso cuando el paquete estaba siendo debatido antes de su aprobación-rechazo-aprobación. Apenas se recibió el dinero, se decidió inyectar capital a los bancos a cambio de acciones preferenciales, inspirado en el programa del Reino Unido de Gran Bretaña, porque según entendieron luego, era esta una forma más eficiente de actuar.
Asimismo, Paulson señaló que considera adecuado el monto de u$s700 MM para el plan de rescate y que no planea ya pedir mas dinero al Congreso. Obviamente, en solo dos meses se tiene que ir, y lo hará destacándose como el Secretario del Tesoro “más manguero” del Congreso. Aunque Paulson ya no puede lucir más extravagante, la aclaración lo coloca en el cenit de su temeridad, teniendo en cuenta que le quedan solo u$s60 millones del fondo de rescate aprobado. Por ahora, una parte del dinero que se ahorrará al no comprar casitas tóxicas será empleado para apuntalar el mercado en las cuentas pendientes de tarjetas de goma (no de plástico), y los préstamos o leasing de autos, que a carradas rescatan los oficiales de justicia acompañados del remolque. En cuanto a los deudores de viviendas, el funcionario reconoció que no ha encontrado la manera de satisfacer la solicitud del Congreso de utilizar el salvataje para ayudar a los desesperados propietarios.
Por su parte, otra área en donde Paulson aún se muestra evasivo está referida a las empresas automotrices, aunque insistió que son empresas importantes para la economía, dijo que el plan de salvataje no es adecuado para asistirlas.
Los mercados no recibieron con mucho agrado el cambio anunciado por Paulson, mientras se abre la polémica acerca de cual será el plan, si es que existe alguno adicional al de: “Salvemos a los Bancos”.
1 comentario:
No, no hay un plan mas importante porque alli tienen guardada la guita de Bush y todos los chorros de su gobierno. Las prioridades de Bush es salvarse el y sus amigos, Ford y GM que quiebren, total no trabaja mucha gente...este es el turco Menem norteamericano.
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