El
desempleo es una situación en la que una fracción de las personas que forman
parte de la población en edad de trabajar (o población económicamente activa)
se encuentran buscando trabajo y no lo encuentra. La gente
no trabaja, no produce, se achica la torta social y por esa razón los costos del
desempleo se pagan con más desigualdad. Hay consecuencias distributivas enormes en estos
procesos. Estar sin trabajo genera problemas psicológicos de magnitud. Los
desempleados sufren la pérdida de sus ingresos y esto le genera muchos problemas
económicos, sociales, psicológicos y de salud. La sociedad en su conjunto
pierde con el desempleo, porque cuando esto ocurre significa que está funcionando
por debajo del nivel potencial de su tasa de crecimiento de PBI. Caen el
consumo, la inversión, el PBI, los salarios y las grandes mayorías junto al
país sufren excesivamente.
Si
bien no es para celebrar, las solicitudes de desempleo en los EE. UU.,
mostraron signos más moderados que los de la semana pasada. No obstante más de cuatro
millones de personas solicitaron los beneficios iniciales del seguro de
desempleo, así en cinco semanas desde que se declaro la pandemia de coronavirus
el acumulado asciende a veintiséis millones y medio de personas.
Probablemente
la nueva ayuda del gobierno a las PYMES (u$s
500.000 millones de dólares mas, que se suman a los 350.000 anteriores) podría
estimular la vuelta al trabajo, pero eso todavía no se puede deducir sin otras
variables. Todo indica que las presentaciones de pedido de ayuda pueden
continuar a un ritmo descomunal durante varias semanas más, impulsando aun más
la tasa de desempleo que ya estaría rondando alrededor del 20%. Recuerde que durante
la Gran Recesión después del semestre trágico (último trimestre de 2008-primer
trimestre de 2009) las solicitudes en su pico máximo llegaron al 10%, solo la
mitad.
FLEXIBILIDAD LABORAL
Es
cierto que los despidos del comercio minorista ya sucedieron, es que en EE.UU. están
dadas las condiciones para que los empleados llenen su caja de cartón con sus
efectos, luego que los empleadores dicen: You’re fired! -célebre frase de
Donald Trump en “The Apprentice”, un programa de
televisión estadounidense de la cadena NBC. Sin embargo podría ir
aumentando el acumulado a medida que las empresas que afrontan una demanda
débil despidan más trabajadores. Todavía no está despejado el panorama. No se
concuerda acerca de, en qué medida los reclamos más recientes reflejan los
millones de personas que siguen perdiendo sus empleos o si el numero está
condicionado por aquellos desempleados que antes no podían y ahora pueden ingresar
sus solicitudes a los sitios web o acceder a las líneas telefónicas que
estuvieron saturadas por varias semanas.
Los
estados de la Unión se están esforzando para atender la recepción, ampliando los
sistemas, agregando empleados para manejar reclamos tratando de obtener esos
u$s 600 de ayuda semanal adicional para los desempleados. Desde EE.UU. nos
dicen que es un tiempo espantoso para la clase media porque se esfuman rápidamente
los trabajos de oficina. Las solicitudes iniciales de desempleo de 4.430.000 la
semana que terminó el viernes 18 de abril siguieron a una de 5.240.000 en la
semana anterior.
LOS ESTADOS QUE MAS SUFREN
También
según datos oficiales de la oficina de trabajo (US department of Labor) California
alcanzó la mayor cantidad de reclamos iniciales la semana pasada, con 533.600 contra
655.500 de la semana anterior. Florida le sigue con datos provisorios, alcanzando
Texas 280.400, casi igual que la semana anterior. Nueva York y Georgia tuvieron
más de 200.000 solicitudes, algo menos que la semana anterior. El alud de postulaciones
posiblemente se extenderá.
EXPERIENCIA ARGENTINA
En
la Argentina la década del noventa implicó una modificación drástica de las
condiciones laborales. Durante la Convertibilidad creció excesivamente el
desempleo, al tiempo que surgieron nuevas modalidades de contratación, vimos desvanecerse
la estabilidad laboral y, en general, el empleo se vio flexibilizado y
precarizado. Como consecuencia, a partir de 1994, se consolidaron tasas de
desempleo por encima del 10% y hasta 18% de la Población Económicamente Activa,
cuando en el peor periodo del Gobierno de Alfonsín-saqueos a supermercados-,
esa cifra alcanzaba 7%. En todos lados hay quejas por la gestión. En Nueva
Jersey, donde ya hay más de 500.000 personas que están cobrando desempleo y
recibiendo los pagos semanales complementarios de la pandemia, no ha aparecido la
ayuda prometida. En Michigan, uno de los estados más afligidos, el departamento
de trabajo tiene 600 personas contestando teléfonos y hablando con personas que
solicitan acogerse a los beneficios a través de Internet. En esta agencia solo trabajaban 130 personas.
ASI ACTUA EL ESTADO
EE.UU.
ha promulgado inicialmente tres leyes que suman más de u$s 2.5 billones (12.5%
del PBI) en apoyo para el alivio del virus. Los contribuyentes están viendo que
las subvenciones en efectivo entran a sus cuentas mientras las PYMES pedían
hasta hoy un complemento luego de recibir un programa de apoyo de sueldos de u$s
350 mil millones que se quedó sin fondos en menos de dos semanas. Se sumaran
u$s 500.000 millones más. Donald Trump
anunció que el gobierno recurrirá a una parte de los fondos aprobados para
ofrecer inclusive u$s16 mil millones en pagos directos a los granjeros y
destinará otros u$s 3 mil millones a las compras gubernamentales de productos
agropecuarios.
DAÑOS COLATERALES
Permanecer en inactividad
involuntariamente, como sería este el caso de los trabajadores estadounidenses,
por la inexistencia de posibilidades en el mercado de trabajo podría cobrarse
muchas víctimas de enfermedades despegadas del corona virus, pero emergentes de
la situación. Infartos, ataques de pánico, ulceras pépticas, asma y otros
efectos físicos son generados por la presión psicológica que genera la ansiedad
e incertidumbre en el cuerpo, en un país donde la gente no se imagina un solo
fin de semana sin salir de compras.
*Profesor de Postgrado UBA
y de Maestrías en universidades privadas. Presidente de HACER www.hacer.com.ar , Máster en Política
Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, autor de 6 libros. hacer@hacer.com.ar . Invitado frecuente de
CNN, Bloomberg, AFP, EFE