Desde la renuncia del
Vicepresidente Carlos Álvarez, hasta la renuncia del presidente Fernando De la
Rua, la implementación de medidas de ortodoxia fiscal y monetaria extremas, los
cambios de 3 ministros de economía y la renuncia de 5 ministros del gabinete,
dan cuenta de la magnitud y velocidad de los acontecimientos.
El Congreso otorgo facultades
extraordinarias al ministro de economía, instrumentando los principales
aspectos de las normativas, leyes y las políticas públicas relacionadas con el
otorgamiento de mayores poderes al ministFMI, ro de economía y su equipo, el mismo
incluyo la perspectiva del desplazamiento del poder, ya formalmente, planteado
desde la política a nivel del Poder Legislativo, representado por el escenario
acotado a las ordenes emanadas de los organismos multilaterales de crédito. Fue
en ese escenario que la estructura local del gobierno, hizo énfasis en apurar las
normativas locales, para responder a las exigencias de las instituciones que eventualmente
otorgarían apoyo. Eso no sucedió, y requiere una revisión pendiente del juicio
de la historia, ya que el FMI rehuyó en Octubre de 2001 su obligación de prestamista
de última instancia.
Las medidas de políticas públicas, y
la jaqueada gobernabilidad, conducen mas tarde al desenlace de la crisis, que
da cuenta de la situación del desplazamiento absoluto del poder político al
denominado “entorno neoliberal”.
Aunque un trimestre antes del estallido se daba un debate
final sobre las Políticas a implementar entre los sectores ortodoxos, dentro
del enfoque de diferentes puntos de vista ortodoxo-aquellos de orientación
estrictamente monetaria, los ortodoxos en materia fiscal- y los heterodoxos;
quienes debatían acerca de la conveniencia de mantener vigentes las Leyes
23.928 del 27 de Marzo de 1991 (de Convertibilidad) y la Ley 25.152 de 1999
(Convertibilidad Fiscal), Ley 25.466 de 2001 (de Intangibilidad de los
Depósitos), se produjo la caída, que a esa altura lucia inexorable, por la fuga
de los depósitos del sector privado, las reservas internacionales que
completaban un panorama desolador[1].
Se ha tratado así de reconstruir e identificar los actores estatales
involucrados en la crisis de 2001, a partir de los textos seleccionados,
describiendo el rol que jugaron en la coyuntura los actores, y los líderes que
luego fueron siendo desplazados del Poder Ejecutivo, y de los funcionarios que
se encargaron del desarrollo de las políticas públicas respectivas, lo cuales
permitieron plantear la relación de la norma, las leyes, las políticas públicas
y la realidad cotidiana del fenómeno de desplazamiento del poder político a
manos de una tecnocracia economicista, subordinada a los centros de poder
internacional. A esta altura se podría derivar el surgimiento de una hipótesis
que podría plantear, en que medida, la cesión del poder político a la
tecnocracia y/o las finanzas, ha tenido una incidencia decisiva en el devenir
de la crisis argentina de 2001, fundamentalmente, como se expresaba antes del límite
de la respuesta a la segunda pregunta, al seguir las recomendaciones que “establecían los
organismos multilaterales de crédito” y las “mejores practicas de mercado;
entendiendo que los legítimos responsables políticos (el poder ejecutivo
primero, y el poder legislativo mas tarde con la sanción de la Ley denominada
“de poderes especiales”), delegaron en funcionarios del ministerio de economía
las decisiones políticas, y a su vez estos últimos, aceptaron la totalidad de
las condicionalidades del FMI[2],
incluyendo las recomendaciones del mismo organismo, como de la banca de
inversión, consultoras internacionales y locales. Una hipótesis secundaria
podría inducir la profundización de la investigación, para determinar en que
medida existió un epifenómeno donde se podría apoyar la idea que los
funcionarios argentinos del ministerio de economía-quienes en Marzo de 2001
llegaron a recibir “plenos poderes” del Congreso-, no hicieron lo suficiente
para preservar los intereses locales, ejerciendo los derechos soberanos de
establecer las propias políticas publicas, que incluyeran aspectos económicos,
sociales e internacionales, y si en ese caso no podría descartarse que sus
decisiones hayan coincidido con las imposiciones externas de la biósfera
ideológica y política internacional, que como antes se expresaba, será evocada
como el “entorno neoliberal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario