Economía,
la definición escolar decía: “Es la ciencia social que estudia la forma o
medios de satisfacer las necesidades
humanas, mediante los recursos disponibles que se consideran escasos”
Lamentablemente los economistas han estado despreocupados de “la
satisfacción de las necesidades humanas”. En las carreras de grado y posgrado
de economía, se ha estimulado excesivamente un pensamiento lógico-vertical, sin
darle demasiada importancia al destinatario final. Aunque nadie duda de la eficacia cuantitativa, interactuando con muchos egresados, he observado que para su desempeño urbano, su formación resulta incompleta. El pensamiento lógico cuantitativo debe completarse con conocimientos histórico-culturales, estimulados con la reflexión sobre lo aprendido, mediante debates respetuosos.
Se necesita incentivar también un pensamiento reflexivo, con ideas creativas; y para esto es necesario hacer una restructuración de los conceptos impartidos a través de la teoría económica contemporanea.
La reflexión y la creatividad tienen que ser temas de creciente importancia en la profesión del economista. La docencia tiene que tomar nota porque ya en la Universidad de Harvard hubo un episodio de reclamo en una cursada del Master en Economía.
Hay que mezclar “gente” y “sociedades” en el análisis económico, medir el impacto que cualquier decisión emergente de una abstracción matemática produce, y como este marca la sustentabilidad de un modelo.
No debe existir ningún antagonismo entre el pensamiento lógico, la teoría económica, la cultura, la historia y la reflexión creativa; porque sin duda, todo esto se complementa.
La inmensa utilidad y efectividad del pensamiento lógico a través del aporte matemático a la economía, puede aumentarse si se reduce la rigidez del encadenamiento “exclusivamente” lógico. Se debe evitar la soberbia de cualquier dogmatismo improductivo en términos de desarrollo científico.
Lo que propongo es un pensamiento reflexivo, nutrido por el análisis, pero íntimamente relacionado con los procesos mentales del ingenio creativo, mas precisamente “de carácter espontáneo” Se necesitan soluciones YA, vivimos la era Internet. Y, el problema es que tenemos una cultura económica establecida por siglos, donde la enseñanza tuvo como misión principal la comunicación de ideas de modo que fueran asimiladas en su formato original. No veo ningún desafío ni mérito en “aprender y repetir”. Aun a los alumnos de más alto “IQ (cociente intelectual)” se les paraliza el corazón intercalándoles temas triviales que estén fuera de su paradigma. Las transformaciones profesionales, los progresos y el desarrollo científico, se producen como consecuencia de grandes contradicciones y nuevas informaciones que se suben a caballo de los antiguos conceptos.
La teoría económica tiene que reinventarse como consecuencia de las nuevas experiencias que hemos adquirido después de la crisis 2008. Lo que estoy pidiendo es básico para la evolución del estudio de una ciencia; digo, -¿si es que queremos mantener vigente que la economía es una ciencia?-. Recuerde que muchos se preguntan: -¿si la economía es una ciencia, como es posible que no se acierten los pronósticos ni se puedan anticipar las crisis?-.
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