Mercedes Marcó
del Pont aseguró en el Congreso que "la
visión de los Bancos Centrales con el objeto único de la preservación de la
moneda no dio buenos resultados" y recordó que "ese paradigma
aparecido en los `90" generó "algunas de las condiciones de la crisis"
como resultante de "analizar en forma aislada" la preservación de la
moneda, sin tener en cuenta "los fundamentos macro, la economía real, y el
empleo". Hoy cuando
se registra un importante repunte acumulado en los mercados financieros de todo
el mundo, es difícil discutir con Mercedes. Por causa de tomar el toro por las
astas (por parte del BCE), las bolsas subieron hasta 20% desde fines del mes de
Noviembre. En los mercados volvió a cobrar
interés la inversión en acciones, bonos de países emergentes y materias primas.
El dólar se devaluó 3.3%; aumentó el flujo de capitales hacia las economías
emergentes, donde nuestro socio Brasil recibió más de u$s 11.000 millones en 60
días, las monedas de la región se apreciaron hasta el 10% y los precios de las
commodities aumentaron. Para prosperidad de la Argentina la soja subió 20%
desde Diciembre de 2011.
Es entonces que podemos ver
como fue crucial la decisión del BCE de brindar una amplia asistencia de
liquidez a las entidades financieras europeas, reduciendo el riesgo de una ultra
mega crisis. El monetarismo y la ortodoxia están siendo testigos mudos de una
segunda "ola de liquidez" por las políticas monetarias súper
expansivas que vienen aplicando los principales bancos centrales del mundo. En
Europa, el BCE redujo la tasa de interés llevándola al mínimo histórico de 1%
que tuvo durante la crisis de Lehman Brothers; lanzó dos licitaciones para
proveer liquidez a los bancos a 3 años a
un plazo inédito en su historial; flexibilizó el régimen de garantías para
otorgarles dicha asistencia y redujo los requisitos mínimos de liquidez de 2% a
1% (a la mitad). La primera licitación a 3 años fue por € 489 mil millones y la
segunda por € 530 mil millones La asistencia total del BCE a los bancos europeos
ya supera € 1 billón (sin contar las renovaciones de vencimientos que no se
pagaron) y los recursos destinados a la compra de títulos públicos de España,
Italia, Irlanda, Grecia y Portugal alcanzan los € 284 mil millones. En Febrero
Italia logró colocar deuda en promedio al 2.5% anual, cuando en el momento más
agudo de su crisis, a fin de Noviembre, llegó a pagar una tasa de interés de
6.85%.Que el BCE “abriera los grifos” también redujo la posibilidad de que se cayera algún banco por problemas de iliquidez. En ese contexto, se revalorizaron más de 30% las acciones de los bancos europeos y mejoraron las condiciones para que dichos bancos pudieran hacer la renovación de sus deudas, fundamental para evitar una mayor restricción del crédito en Europa. Aunque, hasta ahora, gran parte de la liquidez otorgada a los bancos terminó depositada en el propio BCE y el crédito bancario sigue en contracción, por ahora gracias al intervencionismo del BCE con inyecciones de grandes cantidades de liquidez, disminuyó el riesgo de una hecatombe mundial. Aunque la estrategia del BCE no alcanza para evitar la recesión en Europa, el esfuerzo podría contribuir a que la misma sea menos pronunciada. En EEUU, Bernanke no sorprendió a nadie cuando en Enero extendía hasta 2014 el período para mantener la tasa de interés por debajo de 1%.Finalmente, crecen las chances de un tercer programa de expansión monetaria mediante la compra de activos (Quantitative Easing-QEIII). Este expansionismo monetario inconmensurable evito que en EEUU y Europa, la actividad económica caiga como un rayo y el desempleo se dispare a cifras consistentes con una “globalización del caos social”
No hay comentarios:
Publicar un comentario