Con un pragmático sesgo peronista, el gobierno anunció un recorte de subsidios a los servicios públicos, eliminando algunos en las tarifas de luz, gas y agua para diferentes sectores.
La medida no incluye suba de tarifas, esto se dejó muy en claro, de modo que no afectara para nada el bolsillo de los consumidores.
El anuncio fue interpretado y trasmitido por la CAM*, como una promesa de ajuste fiscal futura de magnitud. Lo que se ha hecho fue, moderar las expectativas de devaluación que había instalado la propia CAM en los últimos días, existen sectores interesados en una gran devaluación y sus consecuencias. En realidad el gobierno esta demostrando la vocación de ir reduciendo brechas, y de esta manera las necesidades de financiamiento bajan en alrededor de 600 millones de pesos. Probablemente este anuncio ira acompañado por el BCRA con menor emisión monetaria, se registrara una cierta desaceleración de la inflación y disminuirá el ritmo de salida de capitales, al ceder las expectativas de devaluación alentadas. Las estimaciones, en términos de brecha financiera, posterior a las renovaciones automáticas de deuda intra-sector público y los desembolsos de organismos multilaterales, en 2012 estarían alredor de entre diez y doce mil millones de dólares. La ANSES, el BCRA, las reservas, y tal vez algo de financiamiento en los mercados internacionales darían respuesta; y claramente los números del año entrante cerrarían sin demasiadas dificultades.
Hay que entender que, dado que este es un gobierno popular, cualquier corrección y ajuste de precios para suprimir subsidios innecesarios en el futuro, nunca se realizaran de una sola vez-en forma de shock-, sino que se encararan de forma gradual, como un tema de agenda de gestión, y no como un ataque de nervios fundamentalista, a lo cual nos tenían acostumbrados los ministros de economía del pasado.
*CAM: Confrontación Al Modelo
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