Así empezaron las arremetidas, se encresparon cuando vieron a un “Patilludo” populista extravagante, en la campaña de 1989. Habiendo jurado que la salida de Argentina estaba en Ezeiza si ganaba la elección Menem, Álvaro Alsogaray fue su asesor personal e ideólogo durante los ‘90. Enrique Eugenio Folcini (un ex director del BCRA con Martínez de Hoz), mientras volvíamos caminando de un congreso de finanzas, hacia su oficina de Diagonal Norte, me aconsejo: "Si gana Menem acepta la oferta y no vuelvas, vos sos joven, no vale la pena"-yo estaba explorando una oportunidad laboral en Europa y fui-, al tiempo cuando regrese, una mañana compro el gran diario argentino en la costa, y me entero que Folcini había sido designado presidente de BCRA…
Así y todo, hubo una rebelión militar en el verano de 1991, durante ese periodo nefasto inmediatamente tuvimos la segunda hiperinflación, donde grandes grupos económicos ganaron fortunas a causa de los shocks cambiarios y monetarios que generaron los asesores fundamentalistas de Bunge & Born. A la postre, Al Qaeda Economics se habia fagocitado al gobierno popular y, llevó a cabo atentados demoledores contra el movimiento obrero organizado, consiguiendo dividirlo con la complicidad de Menem. Para inicios de 1991, el terrorismo económico, que había detenido la inflación, gozaba de mucha influencia en el país, principalmente en Buenos Aires. En poco tiempo ejercería el control total de toda la economía y la política. Mientras tanto sus militantes ejercían un culto a la personalidad de Domingo Cavallo. Mas tarde, la ideología dejó de ser el Cavallismo, y empezó a referirnos a los monetaristas fundamentalistas. Se comenzó a gestar una confrontación despiadada que finalizaría en 2001, entre dos tipos de Movimientos Revolucionarios igualmente “Pro Mercado”-uno, monetarista-hedonista-. En 1996, Cavallo comienza a enfrentar a los monetaristas que se organizaron autónomamente y colocaron “piloto automático”, el mercado resuelve todo. Cuando Menem despide al famoso “Mingo”, Roque Fernández recibe la herencia de algunos de sus “mejores muchachos”-ex Cavallistas impenitentes -.
A la par que la influencia ideológica pro mercados crecía en la política, los monetaristas empezaron a enfrentar serios problemas sociales. Su doctrina fundamentalista no obtuvo la respuesta híper ortodoxa de Carlos Menem que gastaba dinero a dos manos, ni de la población cuando a mediados de los ’90 padecía 15/18% de desocupación. No obstante nunca se fueron del ministerio de economia ni del BCRA. "Cero honor". Sin ningún problema llegamos a colocar 152 tipos de bonos diferentes en distintas monedas, en muchos países con distintas legislaciones, sometidos a todo tipo de covenants, para financiar a Menem. A mi pregunta en el IAEF-acerca del excesivo endeudamiento-Roque Fernandez me contesto, si nos prestan será porque somos confiables y, eso es bueno…
Los programas fundamentalistas tienen un accionar violento, es por eso que dejaban cada vez más gente en la calle. Menem no les daba todo el lugar que había tenido Cavallo; y se arrebató la simpatía que en algún momento gozo Cavallo, por parte de algunos sectores de la población.
Retomando finales de 2001, casi todo el espectro político, incluso la derecha moderada, desertaba de la filosofía monetarista, y rechazaba el terrorismo que “Cavallo reloaded” estaba aplicando con su incorporación a la Alianza, para salvar el modelo de Convertibilidad, apropiándose del dinero de los jubilados de las AFJP, y bloqueando el dinero de la clase media, a través del establecido corralito.
Así las cosas, enfrentado a una población hostil que empezaba a organizarse para hacerles frente, las acciones del terrorismo económico empezaron a fallar. Hasta los partidos políticos debilitados tuvieron el “Handicap” de las Fuerzas Armadas, que respaldaron la Constitución en 2001.
Durante el gobierno de Duhalde en 2002, los esfuerzos estatales fueron poco efectivos debido a que el ex presidente sabia quienes eran, pero no tenía idea del potencial del enemigo que estaba enfrentando, lo que lo llevó a cometer errores inocentes, pero terribles. Devaluaciones brutales, caída del salario y desocupación como nunca. En 2003, la nueva administración (K), inició una reestructuración de la lucha antisubversivo-económica, dando privilegio al trabajo y la producción, profundizando los pasos previos de Duhalde.
El terrorismo no tenía explicación para las tasas de creciemiento, no acertaba un solo pronóstico agorero y erraba el PBI por 4 o 5 puntos porcentuales. A nivel político y social, Néstor Kirchner dejó de zarandear al grueso de la población con medidas de ajuste, y junto al ministro Lavagna, ambos pudieron disponer posiciones de fuerza frente a los organismos multilaterales de crédito y acreedores internacionales. Me gusto mucho que defiendan los intereses nacionales. No obstante, en las áreas de influencia de los Al Qaeda Economics, los primeros intentos de inteligencia no se hicieron esperar. El hostigamiento al gobierno "K" fue constante: "dólar a 15 pesos, se cerraba el out put gap y la hiperinflación era un hecho, colapsarían los teléfonos por no aumentar las tarifas, volveríamos a default en 2008, 2009, nos quedamos sin energía en 2003, una quita de la deuda de 70% no seria aceptada, el FMI no reestructuraría la deuda en 2004, no conviene pagarle al FMI en 2005", etcétera.
Aunque desconfié de este, y de todos los gobiernos, porque la corrupción es una característica del hombre no redimido, los “K” ni ningún gobierno, me dieron nunca nada. Debo reconocer que en lo personal, económicamente me fue mil veces mejor con Menem y De la Rua, pero fue el gobierno de Néstor Kirchner el que obtuvo mejores fundamentals macro.
Los terroristas internacionales que siempre sedujeron coimeros locales, puede que hayan dejado enquistada enseñanzas y secuelas, no lo dudo; confundieron a los periodistas indocumentados, a otros los cooptaron, y lincharon el pensamiento nacional.
Lo cierto es que, cada vez que Al Qaeda Economics tenía éxito con un shock en Argentina, nos dejaba sin trabajo, el pais se paraba, se suspendían las actividades productivas y hasta inclusive estallaba la híper inflación-en dos ocasiones-. Se puso el país al borde de una guerra civil, varias veces.
Pero no se haga ilusiones, Al Qaeda Economics no ha entregado las armas, ahora mismo está animando a Martín Redrado para que dure el conflicto, mientras esperan agazapados su próxima operacion, destituir a la presidente y substituirla por un títere propio del tipo De la Rua, simulando una sucesión constitucional.
Retomando finales de 2001, casi todo el espectro político, incluso la derecha moderada, desertaba de la filosofía monetarista, y rechazaba el terrorismo que “Cavallo reloaded” estaba aplicando con su incorporación a la Alianza, para salvar el modelo de Convertibilidad, apropiándose del dinero de los jubilados de las AFJP, y bloqueando el dinero de la clase media, a través del establecido corralito.
Así las cosas, enfrentado a una población hostil que empezaba a organizarse para hacerles frente, las acciones del terrorismo económico empezaron a fallar. Hasta los partidos políticos debilitados tuvieron el “Handicap” de las Fuerzas Armadas, que respaldaron la Constitución en 2001.
Durante el gobierno de Duhalde en 2002, los esfuerzos estatales fueron poco efectivos debido a que el ex presidente sabia quienes eran, pero no tenía idea del potencial del enemigo que estaba enfrentando, lo que lo llevó a cometer errores inocentes, pero terribles. Devaluaciones brutales, caída del salario y desocupación como nunca. En 2003, la nueva administración (K), inició una reestructuración de la lucha antisubversivo-económica, dando privilegio al trabajo y la producción, profundizando los pasos previos de Duhalde.
El terrorismo no tenía explicación para las tasas de creciemiento, no acertaba un solo pronóstico agorero y erraba el PBI por 4 o 5 puntos porcentuales. A nivel político y social, Néstor Kirchner dejó de zarandear al grueso de la población con medidas de ajuste, y junto al ministro Lavagna, ambos pudieron disponer posiciones de fuerza frente a los organismos multilaterales de crédito y acreedores internacionales. Me gusto mucho que defiendan los intereses nacionales. No obstante, en las áreas de influencia de los Al Qaeda Economics, los primeros intentos de inteligencia no se hicieron esperar. El hostigamiento al gobierno "K" fue constante: "dólar a 15 pesos, se cerraba el out put gap y la hiperinflación era un hecho, colapsarían los teléfonos por no aumentar las tarifas, volveríamos a default en 2008, 2009, nos quedamos sin energía en 2003, una quita de la deuda de 70% no seria aceptada, el FMI no reestructuraría la deuda en 2004, no conviene pagarle al FMI en 2005", etcétera.
Aunque desconfié de este, y de todos los gobiernos, porque la corrupción es una característica del hombre no redimido, los “K” ni ningún gobierno, me dieron nunca nada. Debo reconocer que en lo personal, económicamente me fue mil veces mejor con Menem y De la Rua, pero fue el gobierno de Néstor Kirchner el que obtuvo mejores fundamentals macro.
Los terroristas internacionales que siempre sedujeron coimeros locales, puede que hayan dejado enquistada enseñanzas y secuelas, no lo dudo; confundieron a los periodistas indocumentados, a otros los cooptaron, y lincharon el pensamiento nacional.
Lo cierto es que, cada vez que Al Qaeda Economics tenía éxito con un shock en Argentina, nos dejaba sin trabajo, el pais se paraba, se suspendían las actividades productivas y hasta inclusive estallaba la híper inflación-en dos ocasiones-. Se puso el país al borde de una guerra civil, varias veces.
Pero no se haga ilusiones, Al Qaeda Economics no ha entregado las armas, ahora mismo está animando a Martín Redrado para que dure el conflicto, mientras esperan agazapados su próxima operacion, destituir a la presidente y substituirla por un títere propio del tipo De la Rua, simulando una sucesión constitucional.
1 comentario:
Muy buen articulo. El final, contundente y terriblemente cierto.
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