Argentina supera ampliamente el rally de los activos globales y disfruta de ser la bolsa de mayor rendimiento, en lo que va del año. Pero no solo eso, el sistema financiero está sólido, cae el riesgo país alrededor 60% y el BCRA vuelve a comprar 200 millones de dólares en un día. La fuga de capitales cayó de 2.700 millones de dólares en Junio, a 500 millones en Agosto. Los bonos argentinos no paran de subir y los depósitos a plazo fijo crecen cada día. Solo en Agosto crecieron $2.500 millones los depósitos del sector privado. Si el mundo no nos vuelve a sorprender, volvemos a crecer en forma sostenida, por nuestra propio potencial y la solidez de nuestros equilibrios macroeconómicos. Podemos decir que se ha hecho ostensible la disociación entre la política y los mercados. Regreso diciendo que tenemos reservas y redoblo la apuesta a un equilibrio de las cuentas fiscales-al estilo del gobierno-, por suerte los operadores del mercado que a veces adelantan y otras atrasan el reloj especulativo, están sintonizando el mismo canal que yo avivo en forma sistemática. Se entendió que la intención de volver a colocar deuda en los mercados es genuina, seremos más amigables para el mundo. Con todo el esfuerzo que realizan los "cazadores de huracanes" para generar incertidumbre, nada les funciona; ni el atropello al periodismo independiente, ni el “corrido” default, que ahora es probable para el 2011, provocado seguramente por una erosión fiscal inmanejable que supondrá un gobierno débil y timorato... No existe fragilidad en las decisiones, ni asistimos a ningún “descontrol del gasto”, la herencia fiscal para 2012 será manejable, si los que ganan están a la "centro derecha", los mercados y organismos multilaterales de crédito apoyarán mas que nunca -¿porque temer?-
Cuando mejora el ambiente financiero, lo próximo que mejora es la economía real. Por esta razón los bonos suben, porque tienen un sustento genuino que los mercados anticipan. Sin embargo, la economía tendrá que lidiar con el "Factor CAM" hasta el último día del mandato de CFK. Los viejos odios, el aventamiento de climas hostiles para los negocios y la inversión, una desfigurada inflación y las distorsiones del INDEC, las regulaciones excesivas de Moreno, todo nos remite a que el mandato se interrumpiría, para no perder el tiempo hasta las próximas elecciones, exhibiendo una inseguridad inconsistente con la euforia de quienes ganaron en Junio. Vuélvese a agitar el fantasma de la inflación, "las masoménicas" estimaciones privadas, muestran números más artificiales que los del INDEC, lo aseguro. Lamentablemente, la dinámica de la relación oficialismo-oposición sigue siendo confrontativa “a muerte”. El comportamiento es destructivo, eleva los temores de quienes siempre esperan catástrofes.
En mi opinión, las malas noticias no prevalecerán, como ninguno de los pronósticos aterradores prosperaron desde el segundo trimestre de 2002.
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