Si bien el PBI argentino creció al doble de la tasa de crecimiento mundial durante 5 años y, aunque ahora cae, no verificó un aumento oficial del desempleo como el que tiene EE.UU. o España, gracias a la menor flexibilidad del mercado laboral argentino (la flexibilización laboral fue abortada con “el escándalo del BANELCO en el Senado”-impulsado por los economistas de aquel gobierno: Rodríguez Giavarini, López Murphy, Llach y, Pedro Pou desde el Banco Central-. Asimismo vienen contribuyendo las políticas activas aplicadas por todo el mundo-también en la Argentina- incluso mediante intervención directa del gobierno para evitar despidos. Aún con una demanda recuperándose, el aumento del desempleo podría afectar la masa salarial de seguir resintiéndose el ingreso, lo que tendría impacto en los niveles de actividad y consumo, en general.
Según la UCA, la tasa de empleo retrocedió 2 puntos en el último año, pasando de 42% de la Población Económicamente Activa (PEA) en Junio de 2008 a 40% en Junio de 2009, la tasa de empleo precario se redujo 6 puntos, descendiendo de 38% a 32% en el mismo período. El subempleo inestable pasó de 10% a 17% y, el desempleo aumentó de 10% a 12% de la PEA en el mismo período. Si esto es correcto, significaría que existen alrededor de 1.900.000 desocupados urbanos. No se observan cambios importantes en Capital Federal y GBA, el desempleo estaría según el informe en torno al 11% durante el último año, pero si existe un aumento de la desocupación en el interior del país, donde el desempleo habría pasado del 7% en Junio de 2008 a 12% en Junio de 2009. Según INDEC la cantidad de horas trabajadas en la industria cayó 5,3% en el último trimestre del año pasado con respecto a igual período de 2007 y en el primer trimestre de 2009 exhibe una reducción de 4,4% interanual. Tal vez sea este el aspecto más preocupante de un gobierno popular.
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