“Dólar del 23 de octubre 2020; el libre llegó a $195 y la brecha con el oficial alcanzó el 150%. La divisa informal avanzó cuatro pesos en el día, a un nuevo récord. En 2020 trepa un 159%. El contado con liqui cayó 5%, a 172 pesos. Las reservas cayeron u$s 170 millones (Infobae).
“Como muchos
economistas, no confío demasiado en la sustitución del interés propio por la
ética”… (Kenneth J. Arrow, “Gifts and exchanges”, Philosophy & Public
Affaires 1, n.4, 1972, p.354). Las abreviaturas de las consultoras,
y solo el primer nombre de destacados economistas en las citas, tienen como
objeto guardar decoro, sin dejar de mencionar la fuente:
“La falta de confianza que se vive dentro del mercado
local se refleja también en el incremento de las presiones cambiarias” (Consultora P.P.I.). “La dinámica se mantendrá hasta que el Gobierno muestre
un plan económico creíble, atacando el déficit y fomentando las exportaciones e
ingreso de capitales. El problema: no hay tiempo, y cada día que pasa el
desenlace será más fuerte”, agregó (Infobae 23/10/2020). “Vamos a una crisis severa: no sólo el dólar va a seguir subiendo,
porque no tiene techo, sino que de la mano de la devaluación -falta la
devaluación del dólar oficial, que va a venir en algún momento-, advirtió J.L.E. (iProfesional 23/10/2020). Según el
financista Gustavo.Q., operador de PR CdeC, el Gobierno tiene muy pocas opciones para frenar la demanda
de dólares mientras las condiciones actuales no se modifiquen. “Seguramente esta presión cambiaria va a seguir.
Insisten con medidas que actúan sobre los efectos y no sobre las causas”,
remarcó en diálogo con Infobae.
“Esta
crisis no se soluciona con parches” (Iván C.). “Hoy, al no haber un plan
económico, las expectativas se están coordinando hacia los peores escenarios
posibles y esa es la dinámica que hay que cortar” (Cons.Emp.). El economista Ricardo.D.
opinó que “el problema mayor es el nivel de emisión, como reflejo del déficit
fiscal; hoy tenemos 5 puntos de déficit sobre el PBI, pero para llegar a 8 a
fin de año, que es nuestra proyección; es una explosión, así que se entiende
que van a pasar cosas”(Infobae). El doctor en economía
Agustín M. fue
tajante: “No es el momento para desprenderse de los dólares”, y añadió que
estas dos semanas con clima tranquilo en realidad son el ojo de la tormenta. De la misma
corriente L y P el economista Aldo A. también cree
que vender los billetes verdes sería un error y manifestó que
solamente conviene hacerlo si son destinados a la compra de un bien “que
produzca satisfacción”. Pero, advirtió, “si esos ahorros que tenés son por las
dudas de que te quedes sin trabajo o por otro motivo importante, guárdalos” (iProfesional-18/11/2020).
Carlos M. pronosticó un salto adicional
del dólar. El economista sostuvo que el Gobierno tiene un error de
diagnóstico y señaló que el problema es producto de la fuerte emisión. Aconsejó
acordar rápido con el FMI para lograr previsibilidad.
Carlos M., titular de la consultora M&S, participó de un Zoom de la Cámara de la
Construcción de Córdoba. (20/10/2020 Cadena 3 Córdoba). Uno de los pocos
economistas que anticipó que el dólar iba a estar en torno a los $200 fue Diego
G. Hace cerca de un mes, el experto proyectó que el paralelo
alcanzará los 200 pesos “mucho más rápido de lo que la gente piensa”. Pero,
acto seguido, aclaró que ahí no se frenará, sino que “va a pasar” esa cifra e “iniciar un viaje” (iProfesional 23/10/2020). “La
baja del dólar es sumamente artificial”, afirmó Javier M. Consultado
sobre la baja en la cotización de la moneda norteamericana, respondió que la
misma “es absolutamente artificial” (Serindustria-agencia de noticias de
economía y empresas, 20/11/2020). El insultado Roberto C. aseguró que el dólar “nunca baja” en
Argentina, y que la cotización menguante de la divisa en el mercado paralelo “será
muy transitoria” (iProfesional 4/11/2020).
NEGOCIO
REDONDO
Los que salieron del “blue” el lunes 26 de octubre y
regresaron la semana pasada, hoy tienen por cada dólar que vendieron y
colocaron en pesos a –digamos 30% anual-, un valor equivalente a $ 218.50 (56%
en dólares en 164 días), un cálculo a mano alzada comunica una tasa anualizada
de 127.75% en dólares. Los plazos fijos en Suiza a 1 año pagan alrededor
de 1.70% anual en dólares. En EE.UU. se conoce a los plazos fijos como “Certificate
of Deposit” (Certificados de Depósito), donde para depósitos a 1 año están pagando
alrededor de 1.50% anual en dólares. En EE.UU.se necesitarían más de 85
años, para obtener el mismo rendimiento que aquí se logró en 164 días.
Algunas opiniones acaban siendo contagiosas, como
las que hicieron que el “blue” toque $195. Se han perdido y ganado miles de
millones de pesos. -¿Las creencias se extienden porque operan agentes portadores
de subjetividades?-. Muchos profesionales serios creen que este accionar
responde a intereses. Operadores comprometidos en propagar percepciones, consagradas
a encorvar cualquier proceso de análisis. Pero no lo sabemos.
TEORÍA CONSPIRATIVA
Para hacer posible un negocio como el descripto se necesitaría
la colaboración de mucho inversor que quiera ser víctima con su propio dinero. Hasta
conseguir una divulgación extendida en espacios cedidos a un grupo de ejecutores,
tendría que haber medios hegemónicos. Habría que hacer cómplices a los mártires.
Los ratones tendrían que instalar la trampera y arriesgar su propio queso. No sería
un trabajo diminuto. Alimentar un ardid financiero, incorporando a los propios inmolados
para que compren caro en detrimento de su inversión, mientras otros se
benefician de la corrida vendiendo alto, no parece posible, pero: “En interés
de la inteligencia se miente, se engaña, se roba y se mata. Comparada con esta
clase de acciones, nuestra propuesta era muy benigna. Simplemente íbamos a
tomar dinero de unos y dárselo a otros en función de quien tuviera razón.” (Robin D.
Hanson citadas en David Glenn, “Defending the Terrorism Futures Market”,
Chronicle of Higher Education, 15 de agosto de 2003).
Pronosticar el precio del dólar satisface un deseo
que no se inscribe en ningún cálculo de utilidad social. Eso es cierto. Entonces
el atractivo de quienes se la pasan pronosticando podría ser como practicar un
deporte. Nadie emplea tiempo y esfuerzo trabajando sus músculos y desarrollando
habilidades para perder. Y, ellos siempre fracasan. Simplemente no puede ser.
Es difícil de entender lo que pasa. -¿Por qué los perdigueros
de este coto privado encararían excursiones de cacería, sin poder exhibir la
cabeza de su presa en la pared, nunca?- Tampoco sería necesario, según mis
colegas más desconfiados. La gente los seguiría escuchando igual, y renovarían
sus votos maritales a pesar del adulterio, una y otra vez… Sin embargo, cuando ellos
se equivocaran-si no sucediera lo que pronosticaron-, unos pocos se adueñarían
de los muchos pequeños capitales de aquellos ahorristas asustados que perderían
sus escasas reservas. No puede ser todo tan talentosamente siniestro, mis
compañeros exageran su suspicacia.
Además del daño al pequeño ahorrista, los pronósticos
agoreros afectarían la vida en sociedad. -¿Quién sería capaz?- En otro orden de
cosas, por temor al desacuerdo, los periodistas tendrían que dejar afuera de sus
medios a los profesionales que no coincidieran y, eso se notaria. Expertos y
académicos vacilarían en manifestar sus opiniones en público porque no
redituaría contradecir a los gurúes del mercado, los borrarían en lugar de ponerlos
al lado. No, tampoco. -¿Quien quisiera quedar bien con los mete la pata seriales?-
Así, un acierto formal ni siquiera ratificaría la eficiencia de la
predictibilidad. El circulo cicatero lo pondría en “modo invisibilizacion”.
Lo más tremendo seria que el mismo mercado que ellos
predican se encargaría de contradecirlos y dejarlos mal parados, una y otra vez.
Ah, pero habría mucha gente que no lo registraría, con una pequeña ayudita de
sus camaradas, remató un pedagogo.
Si esto fuera real, la inveterada presencia de esos intérpretes
picaros de los congresos, coloquios y empresas ya no sería un misterio. Aquel
organizador de eventos que confesó: “los llamamos porque son incondicionales
con los socios de la entidad, y además los hacen matar de risa”, deberían
rectificar lo que nos contó nuestro amigo. Serian demasiadas artimañas atrevidas
de quienes satisfaciendo intereses exclusivos en nombre de todos, lo
harían a costa de quienes les creen. No.
No puede ser.
(*)
Profesor de Posgrado UBA. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en
Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani en twitter
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