miércoles, 13 de marzo de 2019

PLAZO DE REESTRUCTURACIÓN DE DEUDAS BANCARIAS POR DECRETO (DNU)




En 1981 hubo dos devaluaciones de magnitud y así cayó el gobierno militar. En 1982 al siguiente gobierno militar, guerra de Malvinas mediante, se le disparó el dólar. El entonces presidente del BCRA Domingo Cavallo estatizó la deuda en dólares de las empresas privadas, incluyendo las del grupo Macri. 

En 2002 por la salida de la Convertibilidad y la caída del gobierno, el dólar se disparó, entonces el presidente emergente Eduardo Duhalde, “pesificó” las deudas en dólares de los deudores privados y particulares, haciéndose cargo el Estado de la diferencia. Más endeudamiento.

En 2018 el dólar se disparó sin caída de gobierno, sin guerra de Malvinas, solo porque “pasaron cosas”(explicación del presidente) . 

El problema es que como el nivel de endeudamiento total (publica, privada, de las provincias, deuda interna y externa, inclusive la deuda del BCRA) hoy supera largamente el PBI, el Gobierno a través del Estado no va a poder, ni debería intervenir con una transferencia de ingresos del sector publico al privado. 

IMAGINACION EN LA EMERGENCIA:

Se me ocurre que en cambio puede decretarse (DNU), ya que la situación lo hace imprescindible y urgente, un plazo de espera sin acciones legales para que las partes acreedoras y deudoras puedan sentarse a la mesa y RECONVERTIR los vencimientos entre Bancos y Empresas.
En este cometido, el ministerio de Hacienda como árbitro, podría supervisar y garantizar que haya negociaciones y acuerdos de buena fe, con el fin de preservar el capital, el empleo, la producción y las exportaciones. El Estado puede ayudar sin subsidiar ni permanecer inerte ante la debacle que estamos asistiendo. El Gobierno no debe eludir  la responsabilidad que le compete. 
Si las empresas se concursan o quiebran, despiden personal. Los Bancos también van a quebrar por falta de recupero de créditos y el Estado no cobrara impuestos, tasas y contribuciones previsionales. El déficit fiscal puede estallar como consecuencia de la caída de ingresos. Esta vez la explicación “pasaron cosas” va a ser las que hoy son previsibles y se pueden evitar.

REESTRUCTURACIÓN DE DEUDAS IMPRESCINDIBLES 

Lo viví como CFO en TOSHIBA, “el que apuesta al dólar pierde”. Todos sabemos que no fue así. Lo viví con mis clientes en 2001/2002. 
Los dos gobiernos aseguraban el tipo de cambio. Uno por “la tablita cambiaria de Martínez de Hoz”, el otro por Ley,  a través de la Convertibilidad. 

El empresario elabora una estrategia de estructura de capital y financiamiento, y no la puede cambiar en un día.

Nuevamente en la Argentina 2018, “el que NO aposto al dólar perdió”.
Elisa Carrió (vocera presuntamente verosímil de la coalición Cambiemos) luego de que transitara de $ 18 a $23; dijo que el dólar quedaba en $23, que la gente no debía salir corriendo a comprar dólares. El jefe de Gabinete Marcos Peña dijo que estaban muy tranquilos en el Gobierno. Dujovne y Sturzenegger lo proyectaron en el presupuesto 2018 a $ 20  a fin de año...y ya sabemos el resto.

El asunto es que el aliento a endeudarse en dólares fue explicito. “Nos integramos al mundo”-ahora nos prestan a las empresa privadas, y las tasas en pesos eran tan absurdas con el dólar amesetado que la diferencia de costo financiero local y exterior no resistía análisis.
De repente el dólar “pasaron cosas”, y en unos meses el dólar duplica su valor.
Todo los activos líquidos que las empresas tenían en su activo (efectivo, plazo fijo, cheques y cuentas a cobrar en pesos) se licuaron y les quedó solo el 50% de lo que representaban en dólares. Pero todo lo que debían (pasivos) en dólares, se le duplicó en pesos. Dado que los balances, los pagos y cobros en Argentina son en dólares: -¿Alguien se imagina lo que cuesta explicar esto en la casa matriz de una multinacional?: Miren,  hasta ayer teníamos 100 dólares de activo y 50 de pasivo = 50 dólares de capital. Desde hoy tenemos 50 dólares de activo y 50 dólares de pasivo = perdimos todo el capital.  
Ninguna empresa puede mantener su liquidez si duplica la deuda y licúa sus cuentas a cobrar. Hay que sentarse a renegociar, para que las cosas puedan adaptarse a esta realidad. El gobierno no puede desentenderse.
#REESTRUCTURACION #DEUDA #PASIVOS



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