Finalmente la economía mundial creció 1.4% anualizado frente al trimestre previo (aunque en realidad es peor: 1.2%, como veremos), con un casi nulo crecimiento de EEUU: 0.2%. De Europa mejor no hablar, Grecia pende de un hilo. China ya no es el país que crece al 12%, sino 5.3% trimestral anualizado. Las dos potencias individuales que traccionan el mundo, nos dicen que asistimos a la peor performance en términos de tasa de crecimiento de la economía mundial de los últimos 25 años, para un período denominado en términos técnicos, “no recesivo”.
Los datos del comercio exterior de marzo en EEUU llevarían a otra revisión a la baja del crecimiento el primer trimestre de 2015, registrando además un fuerte aumento de importaciones y caída de exportaciones mayores que las previstas, la contribución del sector externo neto en este primer trimestre será 46% más negativa que la publicada (-1.9 vs. -1.3 puntos), con lo que el crecimiento de EEUU del trimestre sería revisado desde 0.2 a (-0.4%) anualizado. Por eso decía que la economía mundial, en lugar de crecer 1.4%, creció 1.2% en el primer trimestre. Los modelos “nowcast” (un amplio conjunto de indicadores diarios y mensuales del ciclo económico para generar una predicción dentro del trimestre-que fallan como los peores) sugieren que en abril la economía de EEUU habría mostrado un ritmo subyacente de crecimiento en torno a 1.8% (según el que usa el Financial Times, experto en estos modelitos). El “nowcast” de la Reserva Federal de Atlanta viene adelantando un crecimiento de 0.7% para el segundo trimestre de 2015, pero no esta claro que vaya a confirmarse. También parece poco probable que pueda darse el pronóstico consensuado de crecimiento económico para EEUU que se divulgaba a fines de 2014, para el año 2015.
Además de la preocupación por cuándo comenzará la Reserva Federal a subir su tasa, que implicará mas apreciación del dólar en el mundo, y depreciación de las monedas de los países emergentes y condiciones financieras más restrictivas para los capitales y el financiamiento, a la Argentina se le suma la desaceleración de China, mas el pobre desempeño de Latinoamérica donde se destina casi 2/3 de nuestras exportaciones de manufacturas industriales, además de la recesión de Brasil.
En China, la tendencia a la desaceleración de sus tasas de crecimiento obedece a razones estructurales, hace unos años viene pasando desde un modelo de crecimiento impulsado por la inversión y las exportaciones a otro de consumo. Es así como China esta convergiendo a menores tasas de crecimiento, dejando atrás las famosas “tasas chinas”. Recuerde que un crecimiento de 5.3% anualizado, es el peor resultado en términos de tasa trimestral de China en casi una década.
Latinoamérica, con países dóciles y rebeldes, es la región del mundo que menos crece, se contrajo a un ritmo anualizado de (-1%) en el primer trimestre, y apunta a crecer sólo 0.5% en todo 2015. Ahora nos toca aguantar la peor tasa de crecimiento, en lugar de tener las mejores. Pese a que los países obedientes de la región han reducido algunas de sus vulnerabilidades macroeconómicas, no han logrado asegurarse niveles de inversión y productividad suficientes como para poder sostener un buen ritmo de crecimiento.
Brasil, nuestro principal socio y destino del 45% de nuestras exportaciones de manufacturas industriales, tras un mal primer trimestre en que el PBI se había contraído (-1.8%) trimestre contra trimestre anualizado, en el segundo trimestre no arrancó bien. Vienen malos datos de abril de la industria automotriz y cae la confianza del empresariado, en un contexto en que la inflación se mantiene elevada para lo que es Brasil (8%), con recesión. Por todo esto, el gobierno argentino tendrá un gran desafío en los próximos meses; no sólo enfrentará un año de campaña electoral, sino un contexto externo, donde vale la pena analizar la frase de Cristina; “el mundo se nos cae encima”.