Evangelio de San Mateo Capitulo 6 verso 24; Nueva Biblia Latinoamericana: "Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas"
1ra.Carta a Timoteo Capitulo 6 verso10: "El amor al dinero es la raíz de todos los tipos de pecados que han llevado a muchos fuera del camino"
El nuevo Papa
llega a una Europa que quiere convencer al mundo que lo peor ya pasó, mientras
sigue abreviando las bases de su democracia, aplica una dinámica desalmada, “la
lógica de las finanzas internacionales”. La crisis del capitalismo descubrió la
antítesis entre la democracia y el mercado; donde los derechos adquiridos por
los trabajadores se contrabandean a través de la frontera del mercado.
Los ciudadanos
católicos (italianos, españoles, irlandeses, portugueses y griegos) sufren
mucho, sus gobiernos acceden a todas las peticiones de los organismos
financieros internacionales y la banca. Cada vez son más los que se dan cuenta
y piden cambios, aunque siguen sin ser escuchados.
¿Será el
Papa argentino el que escuche e instale el atrevimiento de ceder ante el
clamor?
Francisco es un
oyente experto en crisis como las de 2001. Llega a Roma un Papa que cruzando
Av. Rivadavia tuvo a mano los testimonios de quienes debutaron con los
sufrimientos de estas políticas que prevalecen en Europa. El gran reto de
Francisco será reconciliar la injusta distribución de las economías usando la
legitimidad de su investidura para exhortar a un proceso de cambio en los
corazones.
En tiempos donde
se habla de un posible y necesario gobierno global, con instituciones de
control que regulen las relaciones mundiales, el Papa sabe de que cosa se esta
hablando. No será fácil, pero de estas cuestiones se deberá ocupar Francisco,
cuya visión planteo que la injusticia de la pobreza en Argentina era
inadmisible, hace no mucho tiempo.
Desde la perspectiva
histórica argentina, sabemos que la injusticia económica no ha sido un proceso
lineal e irreversible. Hubo un periodo de indiscutible justicia social entre
1945-1955. Las revistas dicen que el Papa se manifiesta hincha de San Lorenzo y
peronista. Perón dijo: “al fin y al cabo, somos todos peronistas”.
El sabe que la
injusticia social ha fracasado en la Argentina porque se ha sostenido sobre
cimientos débiles. El Papa vio desde su ventana en la cuadra de la Catedral
metropolitana que la gente tiene un límite. Para entender los puntos adyacentes
entre la economía y la justicia social, es fundamental, la experiencia propia
de un argentino.
Ya se habla en
forma blasfema, de la “Trinidad imposible” de la economía internacional. A los
economistas no les basto con la medicina para escoger terminología, ahora
hablan como teólogos del control de capitales, el tipo de cambio fijo y la
política económica independiente.
La economía
internacional cambio de agenda hace cuatro décadas, el Papa tiene la capacidad
y edad suficiente para haberse dado cuenta. Priorizar el pleno empleo dejo de
ser el objetivo a principio de los setenta, en todo el mundo. Los mercados y no
los gobiernos se hicieron cargo de la “distribución eficiente de los recursos”,
mientras todas las jerarquías miraban, incluyendo todas las denominaciones
religiosas. Hoy los países europeos católicos romanos sometidos están
encorsetados por un orden económico que va borrando el estado de bienestar y
las políticas de empleo. Han renunciado a las políticas “para la gente”, de
hondo contenido cristiano. Les están acostumbrando a que este bien, y sea lo
habitual. Las instituciones religiosas han manifestado tener una ceguera que
conspira aun contra el sentido común, ya ni hablemos de lo espiritual. Nuestro
mundo esta dominado por intereses fundamentalistas que desconocen las
necesidades de la gente.
En medio de la
algarabía de los argentinos, aunque más no sea el que lo hace por el marketing
nacional: Las preguntas del millón son:
-¿Nos
ofrecerá el Papa todo su esfuerzo para que, aunque “a los pobres siempre los
tendremos”, dejen de serlo tanto? - ¿Abogara Francisco para que todos los niños
del mundo vayan a la escuela y todos los padres tengan empleo? - ¿Se
pronunciara en Italia y España-como lo hizo en Argentina-sobre los funcionarios
corruptos? - ¿La ciudadanía mundial tendrá voz (Vox Populi Vox Dei)?
- ¿Acabará
la contaminación en la tierra que Dios nos dio?-
Ninguna de estas preguntas tiene respuestas
genuinamente esperanzadoras. Cambia el nombre y la voz del Sumo Pontífice de la
Iglesia Católica Apostolical Romana, pero el contenido estructural de la
iglesia como el de la economía luce inmutable. La experiencia nos dice que
ningún Papa pudo influir sobre la economía y la justicia social. Es mi deseo
que Dios ayude a Francisco, que pueda ser el primero en tomar su cruz
(enfrentándose con el mismísimo infierno); y así pueda cumplir las enseñanzas
de Jesucristo que expresó en su primera disertación a las autoridades del
Vaticano.
1ra.Carta a Timoteo Capitulo 6 verso10: "El amor al dinero es la raíz de todos los tipos de pecados que han llevado a muchos fuera del camino"
El nuevo Papa
llega a una Europa que quiere convencer al mundo que lo peor ya pasó, mientras
sigue abreviando las bases de su democracia, aplica una dinámica desalmada, “la
lógica de las finanzas internacionales”. La crisis del capitalismo descubrió la
antítesis entre la democracia y el mercado; donde los derechos adquiridos por
los trabajadores se contrabandean a través de la frontera del mercado.
Los ciudadanos
católicos (italianos, españoles, irlandeses, portugueses y griegos) sufren
mucho, sus gobiernos acceden a todas las peticiones de los organismos
financieros internacionales y la banca. Cada vez son más los que se dan cuenta
y piden cambios, aunque siguen sin ser escuchados.
¿Será el
Papa argentino el que escuche e instale el atrevimiento de ceder ante el
clamor?
Francisco es un
oyente experto en crisis como las de 2001. Llega a Roma un Papa que cruzando
Av. Rivadavia tuvo a mano los testimonios de quienes debutaron con los
sufrimientos de estas políticas que prevalecen en Europa. El gran reto de
Francisco será reconciliar la injusta distribución de las economías usando la
legitimidad de su investidura para exhortar a un proceso de cambio en los
corazones.
En tiempos donde
se habla de un posible y necesario gobierno global, con instituciones de
control que regulen las relaciones mundiales, el Papa sabe de que cosa se esta
hablando. No será fácil, pero de estas cuestiones se deberá ocupar Francisco,
cuya visión planteo que la injusticia de la pobreza en Argentina era
inadmisible, hace no mucho tiempo.
Desde la perspectiva
histórica argentina, sabemos que la injusticia económica no ha sido un proceso
lineal e irreversible. Hubo un periodo de indiscutible justicia social entre
1945-1955. Las revistas dicen que el Papa se manifiesta hincha de San Lorenzo y
peronista. Perón dijo: “al fin y al cabo, somos todos peronistas”.
El sabe que la
injusticia social ha fracasado en la Argentina porque se ha sostenido sobre
cimientos débiles. El Papa vio desde su ventana en la cuadra de la Catedral
metropolitana que la gente tiene un límite. Para entender los puntos adyacentes
entre la economía y la justicia social, es fundamental, la experiencia propia
de un argentino.
Ya se habla en
forma blasfema, de la “Trinidad imposible” de la economía internacional. A los
economistas no les basto con la medicina para escoger terminología, ahora
hablan como teólogos del control de capitales, el tipo de cambio fijo y la
política económica independiente.
La economía
internacional cambio de agenda hace cuatro décadas, el Papa tiene la capacidad
y edad suficiente para haberse dado cuenta. Priorizar el pleno empleo dejo de
ser el objetivo a principio de los setenta, en todo el mundo. Los mercados y no
los gobiernos se hicieron cargo de la “distribución eficiente de los recursos”,
mientras todas las jerarquías miraban, incluyendo todas las denominaciones
religiosas. Hoy los países europeos católicos romanos sometidos están
encorsetados por un orden económico que va borrando el estado de bienestar y
las políticas de empleo. Han renunciado a las políticas “para la gente”, de
hondo contenido cristiano. Les están acostumbrando a que este bien, y sea lo
habitual. Las instituciones religiosas han manifestado tener una ceguera que
conspira aun contra el sentido común, ya ni hablemos de lo espiritual. Nuestro
mundo esta dominado por intereses fundamentalistas que desconocen las
necesidades de la gente.
En medio de la
algarabía de los argentinos, aunque más no sea el que lo hace por el marketing
nacional: Las preguntas del millón son:
-¿Nos
ofrecerá el Papa todo su esfuerzo para que, aunque “a los pobres siempre los
tendremos”, dejen de serlo tanto? - ¿Abogara Francisco para que todos los niños
del mundo vayan a la escuela y todos los padres tengan empleo? - ¿Se
pronunciara en Italia y España-como lo hizo en Argentina-sobre los funcionarios
corruptos? - ¿La ciudadanía mundial tendrá voz (Vox Populi Vox Dei)?
- ¿Acabará
la contaminación en la tierra que Dios nos dio?-
Ninguna de estas preguntas tiene respuestas genuinamente esperanzadoras. Cambia el nombre y la voz del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostolical Romana, pero el contenido estructural de la iglesia como el de la economía luce inmutable. La experiencia nos dice que ningún Papa pudo influir sobre la economía y la justicia social. Es mi deseo que Dios ayude a Francisco, que pueda ser el primero en tomar su cruz (enfrentándose con el mismísimo infierno); y así pueda cumplir las enseñanzas de Jesucristo que expresó en su primera disertación a las autoridades del Vaticano.
Ninguna de estas preguntas tiene respuestas genuinamente esperanzadoras. Cambia el nombre y la voz del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostolical Romana, pero el contenido estructural de la iglesia como el de la economía luce inmutable. La experiencia nos dice que ningún Papa pudo influir sobre la economía y la justicia social. Es mi deseo que Dios ayude a Francisco, que pueda ser el primero en tomar su cruz (enfrentándose con el mismísimo infierno); y así pueda cumplir las enseñanzas de Jesucristo que expresó en su primera disertación a las autoridades del Vaticano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario