Argentina no esta colocando deuda sumisamente en los mercados-como en otros tiempos lo hacia-; no tiene vocación, debido a la altísima tasa de riesgo país que se le asigna. No
obstante en un contexto de restricciones cambiarias y de giro de dividendos, es
difícil identificar incentivos para que ingresen dólares por el mercado oficial
de cambios, por lo cual, hay que cuidar las divisas.
Y, el
mensaje del gobierno a la sociedad argentina es: “no se pedirán dólares
prestados para vendersélos a los ahorristas domésticos o extranjeros, quienes exhiben una marcada propensión de fugarlos al exterior. Esto ha sucedido con la libertad que tuvieron por 9 años, sacando del pais alrededor de 80 mil millones de dolares, solo entre 2007 y 2012. Los gobiernos Kirchner tuvieron libertad cambiaria desde 2003, hasta 2012, y probablemente se hubiera seguido sin modificaciones, a no ser por el comportamiento observado por una minuscula parte de la poblacion, que perjudico al 99% de los habitantes argentinos.
Lo bueno es que en 2013, el
sector externo usufructuara un aumento considerable en la oferta de dólares, alrededor de u$s 9.000 millones, producto del crecimiento de la cosecha local
y la sequía en los EEUU. Sin embargo, esta mayor oferta de dólares se corresponderá con una
mayor demanda vía importaciones, pago de servicios, y especialmente gasto de
turismo-a pesar del 15% de anticipo de
ganancias-.
Por el lado
fiscal, en 2013 Argentina aprovechara los exiguos vencimientos de deudas en
dólares, que no importan mas de u$s 4.600 millones-asumiendo que el
crecimiento del PBI en 2012 no gatillará el pago del bono con cupón del PIB en
2013-. Por lo dicho, aunque la Argentina no coloque deuda en los mercados voluntarios de títulos, los vencimientos con organismos internacionales y el financiamiento de 2013 son absolutamente manejables. Un año con elecciones “de medio tiempo”, donde no son muchos los que esperan que se cumplan las nigromancias de los agoreros con sus ilaciones derivadas. De todos modos yo creo que habrá que ir bajando subsidios y probablemente se pedirán mas esmeros a las provincias. A mi juicio la política fiscal en 2013 se comportará en forma similar a otros años electorales donde no hubo desbordes.
Si no hay shock exógeno, y se sostienen las perspectivas de una abundante cosecha con precios excelentes, estaremos hablando de un record de 115 millones de toneladas. En ese escenario 2013 será un año mucho mejor que 2012. La sumatoria de la recuperación del sector automotriz y la cosecha record por si solos, aportarían 2% de crecimiento al PBI, y Argentina crecería alrededor del 5%. Si la oferta de dólares es mayor, y existe la posibilidad de ir implementando una devaluación diaria más resuelta del dólar oficial, hasta alcanzar los $5 a fines de 2012, y tal vez $6 en diciembre de 2013, iremos bien. Obviamente el desafío también consiste en mantener una nominalidad razonable y no dejar que la puja distributiva complique el panorama por el lado de los salarios. Hoy el consenso de las consultoras privadas más remisas al modelo productivo, estiman (en los últimos 30 días) que el PBI argentino puede crecer alrededor del doble de lo que habían previsto en promedio para 2012, y más del doble para el segundo semestre de 2012.
"SI NO SOPLA VIENTO DE FRENTE"-es decir, si no se produce un descarrilamiento mundial-; arriesgo un escenario base para 2013 con una tasa de crecimiento del PBI del orden del 5% y una tasa de inflación similar a 2012.
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