Aceptemos que no solo en EE.UU. un inversor financiero desea encontrar la combinación de títulos que maximice el valor de su cartera. La rentabilidad de su portafolio será igual al promedio de las rentabilidades esperadas de los títulos individuales que lo integran. Sin embargo la elección entre tomar deuda para comprar papeles-apalancarse-, o aplicar capital propio amplifica el diferencial de rentabilidades porcentuales. Por esa razón los inversores demandan mayores rentabilidades sobre el capital propio con apalancamiento, para compensar el riesgo incremental que supone el endeudamiento progresivo.
Inventar títulos exóticos con nombres rimbombantes ha sido un éxito del marketing financiero, pero más extraordinario resultó encontrar inversores que se apresuraran a comprar tantos papeles. El famoso “leverage o apalancamiento”, ese maravilloso invento “setentista”, provocó un inaudito aumento de la relación Deuda/PBI, no sólo en los EE.UU. y en España, sino en casi todos los mercados desarrollados y emergentes. La relación Deuda Pública + Deuda Privada, alcanzó alrededor de 4 veces el tamaño del PBI anual. Mientras la crisis no se manifestó, nadie quería darse cuenta que más de un banco podía volverse insolvente en cuestión de semanas. A partir de la detonación que produjo Lehman Brothers, la Reserva Federal, introdujo masivas inyecciones de liquidez para evitar una crisis bancaria como la que provocó la Gran Depresión de 1930, lo cual algunos piensan que debería haber sido lo indicado. Simultáneamente desde entonces, se está administrando una enorme expansión de déficits fiscales este año, por lo tanto, sobrevendrá un festival de emisión de bonos del Estado que nos recordará el gobierno del Dr. Alfonsín.
Progresa este cocktail explosivo-expansión monetaria y expansión fiscal sin límite-; estamos asistiendo a una nueva receta-mitad monetarista/mitad keynesiana-simultáneamente, ya que el objetivo de la política monetaria es mantener las tasas de interés bajas, para mantener alta la liquidez del sistema, pero el efecto de la política keynesiana es, por el contrario, subirlas. Usted se preguntará -¿Quién va a comprar 1.75/1.80 billones de dólares en Bonos?- La respuesta es: todavía no se sabe quienes serán los tomadores, aunque se descuenta que los inversionistas no van a ser nuevamente los chinos. Solo la FED puede comprar esos bonos, y cuando los mercados se den cuenta que este año el sistema financiero deberá absorver una enorme cantidad de bonos, se va a instalar una puja virulenta entre la política monetaria y la política fiscal, lo cual inducirá a la baja el precio de los bonos, metiendo presión ascendente a las tasas de interés, que tendrá un peligroso efecto sobre las deudas hipotecarias nuevas y pre existentes, en forma opuesta a lo que está intentando lograr la Reserva Federal.
Lo malo es que esta crisis no es un suceso meramente estadounidense, sino una calamidad de la globalización toda. La economía de los EE.UU. en 2009 va a tener una contracción-según el FMI de -2.6%-, la cual será sustancialmente menor a las caídas proyectadas de Japón, Corea, Taiwán, Alemania y Europa del Este, algunos de los cuales la liga de rebote. Consecuentemente, el problema está siendo tratado por la política estadounidense, pero tiene efectos de proporciones mundiales, mientras sigue sin estar muy claro que sus recetas, puedan resolver semejante desbarajuste.
La tendencia de la tasa de crecimiento de los EE.UU. será de alrededor de 1% y no el 4%-pronóstico del Gobierno de EE.UU.-, por lo que parece razonable prever una vertiginosa estampida de la Deuda, incluso si la tasa de ahorro privado se recuperara hasta el 5% del PBI,-recuerde, este año el déficit será de aproximadamente 13% del PBI-. Si el balance de la Reserva Federal “vuela”, digamos a 3 ó 4 billones de dólares, habría que pensar que en algún momento los mercados mundiales, los gobiernos y, los particulares dejarán de creer en el dólar como moneda de reserva.
Vivimos una expansión explosivo-invasiva del Estado suplantando al sector privado, regulando los mercados y, emitiendo dinero en forma indeterminada.
La bibliografía prevaleciente y recomendada en los claustros dice que, el crecimiento no proviene de la inversión pública en infraestructura, sino de la innovación, la tecnología, y los aumentos de productividad del Sector Privado.
¿No es esto lo que se enseña en la Universidad?
Inventar títulos exóticos con nombres rimbombantes ha sido un éxito del marketing financiero, pero más extraordinario resultó encontrar inversores que se apresuraran a comprar tantos papeles. El famoso “leverage o apalancamiento”, ese maravilloso invento “setentista”, provocó un inaudito aumento de la relación Deuda/PBI, no sólo en los EE.UU. y en España, sino en casi todos los mercados desarrollados y emergentes. La relación Deuda Pública + Deuda Privada, alcanzó alrededor de 4 veces el tamaño del PBI anual. Mientras la crisis no se manifestó, nadie quería darse cuenta que más de un banco podía volverse insolvente en cuestión de semanas. A partir de la detonación que produjo Lehman Brothers, la Reserva Federal, introdujo masivas inyecciones de liquidez para evitar una crisis bancaria como la que provocó la Gran Depresión de 1930, lo cual algunos piensan que debería haber sido lo indicado. Simultáneamente desde entonces, se está administrando una enorme expansión de déficits fiscales este año, por lo tanto, sobrevendrá un festival de emisión de bonos del Estado que nos recordará el gobierno del Dr. Alfonsín.
Progresa este cocktail explosivo-expansión monetaria y expansión fiscal sin límite-; estamos asistiendo a una nueva receta-mitad monetarista/mitad keynesiana-simultáneamente, ya que el objetivo de la política monetaria es mantener las tasas de interés bajas, para mantener alta la liquidez del sistema, pero el efecto de la política keynesiana es, por el contrario, subirlas. Usted se preguntará -¿Quién va a comprar 1.75/1.80 billones de dólares en Bonos?- La respuesta es: todavía no se sabe quienes serán los tomadores, aunque se descuenta que los inversionistas no van a ser nuevamente los chinos. Solo la FED puede comprar esos bonos, y cuando los mercados se den cuenta que este año el sistema financiero deberá absorver una enorme cantidad de bonos, se va a instalar una puja virulenta entre la política monetaria y la política fiscal, lo cual inducirá a la baja el precio de los bonos, metiendo presión ascendente a las tasas de interés, que tendrá un peligroso efecto sobre las deudas hipotecarias nuevas y pre existentes, en forma opuesta a lo que está intentando lograr la Reserva Federal.
Lo malo es que esta crisis no es un suceso meramente estadounidense, sino una calamidad de la globalización toda. La economía de los EE.UU. en 2009 va a tener una contracción-según el FMI de -2.6%-, la cual será sustancialmente menor a las caídas proyectadas de Japón, Corea, Taiwán, Alemania y Europa del Este, algunos de los cuales la liga de rebote. Consecuentemente, el problema está siendo tratado por la política estadounidense, pero tiene efectos de proporciones mundiales, mientras sigue sin estar muy claro que sus recetas, puedan resolver semejante desbarajuste.
La tendencia de la tasa de crecimiento de los EE.UU. será de alrededor de 1% y no el 4%-pronóstico del Gobierno de EE.UU.-, por lo que parece razonable prever una vertiginosa estampida de la Deuda, incluso si la tasa de ahorro privado se recuperara hasta el 5% del PBI,-recuerde, este año el déficit será de aproximadamente 13% del PBI-. Si el balance de la Reserva Federal “vuela”, digamos a 3 ó 4 billones de dólares, habría que pensar que en algún momento los mercados mundiales, los gobiernos y, los particulares dejarán de creer en el dólar como moneda de reserva.
Vivimos una expansión explosivo-invasiva del Estado suplantando al sector privado, regulando los mercados y, emitiendo dinero en forma indeterminada.
La bibliografía prevaleciente y recomendada en los claustros dice que, el crecimiento no proviene de la inversión pública en infraestructura, sino de la innovación, la tecnología, y los aumentos de productividad del Sector Privado.
¿No es esto lo que se enseña en la Universidad?
2 comentarios:
Buenas Pablo, vi tu entrevista del martes en la CNN, te googleé y llegué acá. Leí un par de posts que me parecieron muy interesantes.
Te quería felicitar por tu desempeño en la entrevista, pero más que nada agradecerte por esa bocanada de aire fresco que es un hombre esquivando lo previsible del discurso, cada vez mas único, de los grandes medios de comunicación.
Buenas Pablo, vi tu entrevista del martes en la CNN, te googleé y llegué acá. Leí un par de posts que me parecieron muy interesantes.
Te quería felicitar por tu desempeño en la entrevista, pero más que nada agradecerte por esa bocanada de aire fresco que es un hombre esquivando lo previsible del discurso, cada vez mas único, de los grandes medios de comunicación.
Te mantuviste firme cuando el periodista intentó en varias ocasiones llevarte hacia el lugar común, y me alegro que otras visiones distintas de las preconcebidas se difundan en un medio de tanta llegada como la CNN.
Eso sin mencionar las risotadas que me sacaste con varias respuestas que lo empezaron a poner nervioso al periodista. Por lo general en ese medio suelen preguntar claro y consiso, pero este muchacho empezó a argumentar, a repreguntar demasiado insistentemente y casi derrapa. Antológica la frase "Ya que estamos citemos las fuentes: Goldman Sachs es accionista de un multimedios enemistado con el gobierno", casi escupo el mate.
Por supuesto la humorada corre por mi cuenta, es algo personal. No te voy a atribuir esa intención a vos ya que supongo no la tuviste.
Para cuando terminaste de explicarle que gran parte de las causas de nuestro deterioro económico provienen de la dictadura, te ganaste mi respeto y afecto. No es mucho lo que se de economía pero hay verdades que golpean a la cara y celebro que sean dichas cuando corresponde.
Saludos,
Javier
PD: el mensaje anterior lo mandé por equivocación.
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