Las nuevas autoridades designadas ya están al frente del BCRA. El presidente es un destacado hombre de los mercados, que por casi tres años pudo penetrar la realidad de la gestión oficial en el área comercial de la Nación. Esta última experiencia puede desnivelar a su favor, pues le otorga un panorama más abarcativo, si lo comparamos con el “expertise” de sus predecesores, profesores de algún centro de estudios privado o intelectuales de sesgado enfoque monetario. El presidente del Banco Central, comunicó que procurará continuar con el “low profile” que viene observando desde su llegada al ministerio de relaciones exteriores. Asimismo, expresó que su intención es que este periodo sea recordado como una época en que el crédito a las empresas, PyMEs e individuos deje de ser una singularidad, y se convierta en un instrumento de política económica que contribuya a energizar el desempeño de la economía. Si esto es así, los tiempos van a cambiar para las PyMEs que por muchos años estuvieron ajenas al financiamiento de corto, mediano y largo plazo. De corto plazo, porque las tasas de interés eran suficientemente altas como para maltratar el capital de trabajo de cualquier negocio rentable. Un ejercicio que realizó Javier González Fraga, un tiempo atrás (otro ex presidente del BCRA que experimentó algo más que el enfoque monetario, a través de su propia y exitosa PyME) demostraba que la totalidad del panel de empresas destacadas de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, hubiese quebrado varias veces, de habérseles aplicado el costo financiero promedio de las PyMEs durante la convertibilidad.
Con respecto al mediano y largo plazo, desde 1994, después de la reforma, ninguna garantía era suficiente para un banco. Si la garantía era idónea, el valor involucrado cubría largamente el monto del préstamo recibido, dejando a esa PyME sin activos fijos para conseguir otra línea de crédito adicional. Propiedades y maquinarias que podían cederse en hipoteca o prenda, instantáneamente se agotaban con una o dos operaciones.
Después de tamaña declaración de Redrado, las expectativas del sector PyME se han puesto al rojo vivo. Luego de años de postergaciones y aislamiento, las PyMEs, quienes en un tiempo fueron vistas solo como empresas de baja productividad, esperan ansiosas que se cumpla la promesa. Los primeros días de trabajo han sido de sondeo, y ha comenzado a analizarse la traza de lo que es la línea del BCRA. Este es un tema crucial en una reingeniería como la que aspira estimular Martín Redrado. Si el crédito será un instrumento dinamizador de la economía en el futuro inmediato, pueden asomar fricciones entre la visión compartida por los directores recientemente designados y la línea gerencial. Se dice que puede haber algún remanente de la ultra ortodoxia, establecido desde las dilatadas gestiones del periodo de la convertibilidad, entre el personal que está presenciando este cambio. Claramente la configuración del directorio que escoltará al presidente del BCRA, tiene un enfoque económico diferente, incompatible con aquella forma de entender el rol de la entidad. Por ejemplo, el doctor Arnaldo Bocco, un excelente y reconocido economista que presidió el BICE y fue director del Banco Ciudad, poco tiene que ver con la escuela de pensamiento que prevaleció en el central, durante la convertibilidad. Además de nuevos directores, el presidente del BCRA está promoviendo asesores principales de su confianza, como es el caso de Carlos Pérez, Fundación Capital y ex Banco Quilmes (alguien que desarrolló un boletín de análisis económico desde adentro de un banco privado nacional).
Un antiguo proverbio (pero muy actual en su mensaje) dice: “Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende”. Si equiparamos al grano con el crédito, podríamos pensar que este es un gran consejo para cambiar la percepción negativa de las pequeñas y medianas empresas.
Martín Redrado, establezca usted que los bancos otorguen crédito*, que no se sienten sobre los depósitos*, reciba la dicha que le promete este precepto y conviértase en el primer presidente de BCRA, héroe de los empresarios PyME.
*(Se estima que el stock total de depósitos del sector privado en pesos y dólares, ascenderá a $ 78.500 M a fin de año y el crédito con esta tendencia reposaría en un nivel próximo a los $ 36.000M, lo que equivale a 7,7% del PBI estimado para fin de 2004)
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