Ambito Financiero Newspaper
Pablo Tigani
The volume of trade to Brazil decreased.
The narrowness about total balance of trade with Brazil is the aggregate of the stagnation that our neighbor is living at the moment, plus the backward movement that our country experienced from the second quarter 1998 to 2002. Already in 1999, as a result of high interest rates and later devaluation of Real in Brazil, Argentine exports were reduced 28%, going from u$s 8 billion to u$s 5.7 billion.
The recently down sizing of companies as Volkswagen, with their consequent impact over the internal demand, reduce our exports flow.
Although both presidents have a great level of political agreement, it’s still been insufficient for speeding up the bilateral commerce that fell from u$s 15 billion in 1998 to only u$s 7.3 billion in 2002.
This collapse of trade between both countries in four years resulted in the fall by 50%, with tendency to fall in the first 5 months of this year (4.5% less than 2002).
Reductions
In this way, imports from Brazil in 2002 reached only 36% in compared with 1998. The total trade was shrunk in 2002, operating 36% less than 2001. And, whereas during 1998 we sent to Brazil 30% of our total payments, last year they dropped to 18, 5%; and nowadays, they represent 17, 3%.
On the other hand, Argentina’s participation as supplier of Brazil was of 13, 9% in 1998, when today it’s around 10%. As a client of Brazil our purchases represented 13.2 % in 1998, whereas in 2002 they were only 3, 9%.
As well as Argentine total exports grew 19% in the first quarter; the shipments to Brazil fell 9%. Finally, in May they fell 14% (year to year), and thus a "red alert" took place in the UIA (Argentina Industrial Union). Clearly, the reason of such alarm was that the biggest fall in exports were manufactures of industrial origin, basically automobile, milk, textile, mills and electrical appliances. These are products that depend on the Brazilian demand and almost 1/3 of those items go to Brazil.
As well as it first happened in Argentina; all the imports are falling in Brazil today, not only those that come from Argentina. Evidently, Brazil is in a forced process of imports replacement.
On the contrary, Argentina has showed a rise in total imports by 8.4% in the first quarter. However, when we observe the imports separately, the imports from Brazil grew 71%. Clearly, we are comparing the period in which Argentina burned in flames. From that moment that was the bottom crisis, the domestic demand has recovered in growing way.
On the other hand, the industrialists´ distrust is big because the imports of capital assets grew more than others (128% in the first quarter). Two thirds of this kind of imports was bound for farm, which lives its exclusive “Disneyland” from 2002.
If one observes the bilateral type of real exchange, this one is on average levels similar to figures from period 1994 – end of 1998; but there is a type of exchange more depreciated in both countries, although both has come appreciating in the last months.
Below the bilateral trade’s perspective, with Brazil growing only 1.5% and Argentina getting out of a tight spot, this scene doesn’t shine enough. It represents u$s 8.7/8.8 billion. Regarding to the balance of the first quarter, although Argentina showed a surplus of 400 million, it has come down; and if the tendency stayed, it could be disappear.
After 5 years and four months that Argentina accumulated a surplus of u$s 5 billion, It would happen a truce between the countries.
(*) Masters in International Economic Policy.
President of www.hacer.com.ar.
miércoles, 30 de julio de 2003
Ambito, Se desacelera el volumen con Brasil
Para Ámbito
Por Pablo Tigani*
La estrechez de la relación de intercambio total con Brasil, es la sumatoria del estancamiento que atraviesa actualmente nuestro vecino, mas el retroceso que experimentamos nosotros desde el segundo trimestre de 1998 hasta 2002. Ya en 1999 con las altas tasas interés de Brasil y la posterior devaluación del Real, las exportaciones argentinas se redujeron 28%, pasando de US$ 8.000MM a US$ 5.700. Últimamente el down sizing de empresas como Volkswagen, con su consecuente impacto sobre la demanda interna, condiciona seriamente el flujo de nuestras exportaciones. Aunque los actuales presidentes tienen un mayor nivel de acuerdo político, eso no es suficiente todavía para dinamizar el comercio bilateral que se viene deslizando desde los US$ 15.000 MM de 1998 a solo US$ 7.300 en 2002.
Este derrumbe del intercambio en solo 4 años representa más del 50% de merma, con tendencia a la baja en los primeros 5 meses de este año (4,5% menos que en 2002).
Las importaciones de Brasil en 2002 alcanzaron solo el 36% de lo que fueron en 1998. El nivel de intercambio comercial total se contrajo en 2002, operando 36% menos que en 2001. En 1998 enviábamos a Brasil el 30% de nuestras remesas totales, el año pasado bajamos al 18,5% y hoy representan solo 17,3%.
La participación de Argentina como proveedor de Brasil en 1998 era 13,9%, hoy es alrededor del 10%. Como clientes de Brasil nuestras compras representaban en 1998 un 13,2 %, pero en 2002 solo participamos del 3,9%.
Mientras las exportaciones totales argentinas crecieron 19% en el primer cuatrimestre, los envíos a Brasil cayeron el 9%. Finalmente en Mayo cayeron 14% año contra año y así se produjo el “alerta roja” de la UIA. Claramente, la razón de tanta alarma es que las exportaciones que más descendieron son las manufacturas de origen industrial, básicamente automotoras, lácteas, textiles, molinería y aparatos eléctricos. Estos son productos que están pendientes de la demanda de Brasil, casi 1/3 de estos ítems se dirigen hacia aquel destino.
Así como sucedió en Argentina primero; en Brasil todas las importaciones están cayendo, no solo las que provienen de Argentina. Brasil evidentemente se encuentra en un proceso forzado de sustitución de importaciones.
En contraste, en Argentina venimos experimentando un repunte de importaciones totales del 8,4% en el primer cuatrimestre. No obstante cuando miramos las importaciones en forma desagregada, las provenientes de Brasil crecieron 71%. Claro, estamos comparando el periodo en que Argentina ardía en llamas. Desde aquel momento piso de la crisis, la demanda doméstica se recuperó en forma ascendente. Por otra parte el recelo de los industriales es mayor, porque lo que creció más aún, fueron las importaciones de bienes de capital (128% en el primer trimestre). Dos tercios de este tipo de importaciones fueron para el campo, que desde 2002 vive su exclusiva disneylandia.
Si uno mira el tipo de cambio real bilateral, el mismo se encuentra en niveles promedio similares a los del periodo de mediados de 1994-fines de 1998, pero con un tipo de cambio en ambos países más depreciados, a pesar que ambos se vienen apreciando ahora en los últimos meses.
Las perspectivas del intercambio bilateral con Brasil creciendo solo 1,5% y Argentina saliendo del atolladero, no lucen halagüeñas. No más de US$ 8.700/8800MM. Con respecto al saldo del primer cuatrimestre, aunque Argentina experimentó un superávit de 400 millones, desde Abril viene disminuyendo, y si se mantiene la tendencia puede encaminarse a desaparecer. Acontecería de este modo una tregua, luego de 5 años y cuatro meses que acumularon un superávit de US$ 5.000MM a favor de Argentina.
*Master en Política Económica Internacional. Presidente de www.hacer.com.ar
Por Pablo Tigani*
La estrechez de la relación de intercambio total con Brasil, es la sumatoria del estancamiento que atraviesa actualmente nuestro vecino, mas el retroceso que experimentamos nosotros desde el segundo trimestre de 1998 hasta 2002. Ya en 1999 con las altas tasas interés de Brasil y la posterior devaluación del Real, las exportaciones argentinas se redujeron 28%, pasando de US$ 8.000MM a US$ 5.700. Últimamente el down sizing de empresas como Volkswagen, con su consecuente impacto sobre la demanda interna, condiciona seriamente el flujo de nuestras exportaciones. Aunque los actuales presidentes tienen un mayor nivel de acuerdo político, eso no es suficiente todavía para dinamizar el comercio bilateral que se viene deslizando desde los US$ 15.000 MM de 1998 a solo US$ 7.300 en 2002.
Este derrumbe del intercambio en solo 4 años representa más del 50% de merma, con tendencia a la baja en los primeros 5 meses de este año (4,5% menos que en 2002).
Las importaciones de Brasil en 2002 alcanzaron solo el 36% de lo que fueron en 1998. El nivel de intercambio comercial total se contrajo en 2002, operando 36% menos que en 2001. En 1998 enviábamos a Brasil el 30% de nuestras remesas totales, el año pasado bajamos al 18,5% y hoy representan solo 17,3%.
La participación de Argentina como proveedor de Brasil en 1998 era 13,9%, hoy es alrededor del 10%. Como clientes de Brasil nuestras compras representaban en 1998 un 13,2 %, pero en 2002 solo participamos del 3,9%.
Mientras las exportaciones totales argentinas crecieron 19% en el primer cuatrimestre, los envíos a Brasil cayeron el 9%. Finalmente en Mayo cayeron 14% año contra año y así se produjo el “alerta roja” de la UIA. Claramente, la razón de tanta alarma es que las exportaciones que más descendieron son las manufacturas de origen industrial, básicamente automotoras, lácteas, textiles, molinería y aparatos eléctricos. Estos son productos que están pendientes de la demanda de Brasil, casi 1/3 de estos ítems se dirigen hacia aquel destino.
Así como sucedió en Argentina primero; en Brasil todas las importaciones están cayendo, no solo las que provienen de Argentina. Brasil evidentemente se encuentra en un proceso forzado de sustitución de importaciones.
En contraste, en Argentina venimos experimentando un repunte de importaciones totales del 8,4% en el primer cuatrimestre. No obstante cuando miramos las importaciones en forma desagregada, las provenientes de Brasil crecieron 71%. Claro, estamos comparando el periodo en que Argentina ardía en llamas. Desde aquel momento piso de la crisis, la demanda doméstica se recuperó en forma ascendente. Por otra parte el recelo de los industriales es mayor, porque lo que creció más aún, fueron las importaciones de bienes de capital (128% en el primer trimestre). Dos tercios de este tipo de importaciones fueron para el campo, que desde 2002 vive su exclusiva disneylandia.
Si uno mira el tipo de cambio real bilateral, el mismo se encuentra en niveles promedio similares a los del periodo de mediados de 1994-fines de 1998, pero con un tipo de cambio en ambos países más depreciados, a pesar que ambos se vienen apreciando ahora en los últimos meses.
Las perspectivas del intercambio bilateral con Brasil creciendo solo 1,5% y Argentina saliendo del atolladero, no lucen halagüeñas. No más de US$ 8.700/8800MM. Con respecto al saldo del primer cuatrimestre, aunque Argentina experimentó un superávit de 400 millones, desde Abril viene disminuyendo, y si se mantiene la tendencia puede encaminarse a desaparecer. Acontecería de este modo una tregua, luego de 5 años y cuatro meses que acumularon un superávit de US$ 5.000MM a favor de Argentina.
*Master en Política Económica Internacional. Presidente de www.hacer.com.ar
miércoles, 16 de julio de 2003
Ambito, The improvements in the interchange terms
Ámbito Financiero Newspaper (Argentina)
Pablo Tigani*
The improvements in the interchange terms value basically the increase in international prices favor us, as the case of petroleum and commodities, which in the past harmed us.
The increase of soybean price particularly stands out because it represents the 50 percent of total agricultural production. The soybean exporter sector represents the fourth part of total argentine exports and it means 45 percent of annual retention tax.
Also petroleum is very important and represents 18 percent on the total exports and contributes with Pesos 1.9 billion from export tax. The impact of the improvement in the prices of our products is clear. If we had had the same prices from year 2001, we would have received U$S 3,4 billion less than 2002 (2,83 pct of GDP).
In consequence, the best prices allow a great income by exports, greater commercial surplus and surplus in the current account balance of payment, which becomes a pillar in tax collection in the strategic scheme of fiscal sector.
It’s good that God’s hand has begun to move in Argentina, since we can’t decide by ourselves the increase of prices of our exports.
The Euro has been revalued and also operates in our favour when in the past was the opposite (the Dollar was revalued against the Euro almost a 40 percent between 1996 and 2000). This is very important because the increase of the Pesos that come in exchange of Euro benefies the 20 pct of our exports, which go to Europe.
Fortunately, the world has also continued slow growing but with low inflation rates, which allows that interest rates remain low. This low rate and the abundant international liquidity have contributed to capital flows beginning to circulate again towards the emergent countries, causing an improvement of the country risk indicators and a devaluation of dollar.
That is to say, we are living all the opposite of what happened to us in previous years, in the previous process of the economic collapse. Although low interest rates do not directly benefy us because of our “default” situation, we could espect that a part of U$S 33 billion that escaped from the country in a year and a half, would return due to the low international yields.
Even though the opponent sectors protest to Minister Lavagna about not having presented a long term - integral economic program, the present conjuncture scene is stable and it can be taken care of the urgencies emerge from four years of recession, where some of them passed with strategic plans that didn’t prosper.
The negotiation with the IMF is the key to structure a later program, according to the restrictions that the agreement or "non agreement" with this international organism of credit will determine, including the restructure of the “bond festival”.
Additionally, the GDP´s forecasts of growth would be over 5 percent in 2003.
The consumption is increasing impelled by raise of the real wage, a great monetary injection, the consumer credit through credit cards and the advance of the consumers’ confidence.
Simultaneously, it improves the investment impelled by the construction and the great demand of durable goods.
In this way, it does not seem an uncontrolled situation as the “fateful commentators” usually raise with marginal propensity to the nightmare.
* President of www.hacer.com.ar
Pablo Tigani*
The improvements in the interchange terms value basically the increase in international prices favor us, as the case of petroleum and commodities, which in the past harmed us.
The increase of soybean price particularly stands out because it represents the 50 percent of total agricultural production. The soybean exporter sector represents the fourth part of total argentine exports and it means 45 percent of annual retention tax.
Also petroleum is very important and represents 18 percent on the total exports and contributes with Pesos 1.9 billion from export tax. The impact of the improvement in the prices of our products is clear. If we had had the same prices from year 2001, we would have received U$S 3,4 billion less than 2002 (2,83 pct of GDP).
In consequence, the best prices allow a great income by exports, greater commercial surplus and surplus in the current account balance of payment, which becomes a pillar in tax collection in the strategic scheme of fiscal sector.
It’s good that God’s hand has begun to move in Argentina, since we can’t decide by ourselves the increase of prices of our exports.
The Euro has been revalued and also operates in our favour when in the past was the opposite (the Dollar was revalued against the Euro almost a 40 percent between 1996 and 2000). This is very important because the increase of the Pesos that come in exchange of Euro benefies the 20 pct of our exports, which go to Europe.
Fortunately, the world has also continued slow growing but with low inflation rates, which allows that interest rates remain low. This low rate and the abundant international liquidity have contributed to capital flows beginning to circulate again towards the emergent countries, causing an improvement of the country risk indicators and a devaluation of dollar.
That is to say, we are living all the opposite of what happened to us in previous years, in the previous process of the economic collapse. Although low interest rates do not directly benefy us because of our “default” situation, we could espect that a part of U$S 33 billion that escaped from the country in a year and a half, would return due to the low international yields.
Even though the opponent sectors protest to Minister Lavagna about not having presented a long term - integral economic program, the present conjuncture scene is stable and it can be taken care of the urgencies emerge from four years of recession, where some of them passed with strategic plans that didn’t prosper.
The negotiation with the IMF is the key to structure a later program, according to the restrictions that the agreement or "non agreement" with this international organism of credit will determine, including the restructure of the “bond festival”.
Additionally, the GDP´s forecasts of growth would be over 5 percent in 2003.
The consumption is increasing impelled by raise of the real wage, a great monetary injection, the consumer credit through credit cards and the advance of the consumers’ confidence.
Simultaneously, it improves the investment impelled by the construction and the great demand of durable goods.
In this way, it does not seem an uncontrolled situation as the “fateful commentators” usually raise with marginal propensity to the nightmare.
* President of www.hacer.com.ar
Ambito, Mejora en los términos de intercambio
Para: Ámbito Financiero, Comercio Exterior
Por: Pablo Tigani*
La mejoría en la relación de los términos de intercambio, básicamente el aumento de los precios internacionales que concierne a nuestros commodities y el petróleo, en este momento nos favorece, así como primero nos perjudicó. En particular se destaca la suba del precio de la soja que representa el 50 por ciento de la producción agrícola total. Las exportaciones del complejo sojero representan la cuarta parte de las exportaciones totales argentinas y aportan el 45 por ciento de la recaudación anual en concepto de retención a las exportaciones. También el petróleo es importante, ya que aporta el 18 por ciento de las exportaciones y contribuye con mil novecientos millones de pesos de recaudación por retenciones.
El impacto de la mejora en los precios de nuestros productos es evidente si subrayamos que a los precios internacionales vigentes en 2001 hubiésemos embolsado tres mil cuatrocientos millones de dólares menos, que significan 2,83% del PBI. A la sazón, los mejores precios permiten un mayor ingreso de divisas por exportaciones, mayor superávit comercial y de cuenta corriente, convirtiéndose de ese modo en un pilar de la recaudación para el esquema estratégico del sector fiscal.
Que bueno que la mano de Dios empieza a moverse en Argentina, ya que el aumento de precios de nuestros productos no es algo que podamos decidir por nosotros mismos. La apreciación del Euro también es algo que está jugando a nuestro favor y que antes de ahora nos actuó en contra (el dólar se había apreciado frente al Euro casi un 40 por ciento entre 1996 y 2000). Es muy importante por ejemplo, porque el aumento de los pesos que ingresan a cambio de los Euro, beneficia al 20 por ciento de nuestras exportaciones que tienen como destino Europa.
Afortunadamente también el mundo sigue creciendo, lento pero con bajas tasas de inflación, lo cual permite que permanezcan bajas las tasas de interés. Dichosamente la baja de la tasa y la abundante liquidez internacional, han contribuido a que los flujos de capitales comiencen a circular otra vez hacia los países emergentes, haciendo que los indicadores de riesgo país bajen y el dólar se devalúe.
Es decir, estamos viviendo todo lo contrario de lo que nos pasó en los años anteriores, en el proceso previo al colapso de la economía.
Si bien las bajas tasas de interés no nos benefician en forma directa por la situación de “default”, podemos esperar que una parte de los treinta y tres mil millones de dólares que se fugaron del país en solo un año y medio, regresen a causa de los bajos rendimientos internacionales.
Si bien los sectores opositores le reclaman al Ministro Lavagna no haber dado a conocer un programa económico integral de largo plazo, por ahora el escenario de coyuntura es estable y pueden atenderse las urgencias emergentes de cuatro años de recesión, donde algunos de ellos transcurrieron con planes estratégicos que no prosperaron.
La negociación con el FMI es la clave para estructurar un programa posterior, de acuerdo a las restricciones que el acuerdo o “no acuerdo” con este organismo internacional de crédito determine, incluyendo la reestructuración del festival de bonos.
Para completar, las proyecciones de crecimiento del PBI apuntan por encima del 5 por ciento en 2003. Está aumentando el consumo impulsado por subas del salario real, la mayor inyección monetaria, el crédito al consumo por tarjetas y el avance de la confianza de los consumidores. A la vez, mejora la inversión impulsada por la construcción y la mayor demanda de equipo durable.
Así descripta la situación, no luce para nada descontrolada, como suelen plantear los fatídicos opinólogos con propensión marginal a la pesadilla.
*Presidente de www.hacer.com.ar
Por: Pablo Tigani*
La mejoría en la relación de los términos de intercambio, básicamente el aumento de los precios internacionales que concierne a nuestros commodities y el petróleo, en este momento nos favorece, así como primero nos perjudicó. En particular se destaca la suba del precio de la soja que representa el 50 por ciento de la producción agrícola total. Las exportaciones del complejo sojero representan la cuarta parte de las exportaciones totales argentinas y aportan el 45 por ciento de la recaudación anual en concepto de retención a las exportaciones. También el petróleo es importante, ya que aporta el 18 por ciento de las exportaciones y contribuye con mil novecientos millones de pesos de recaudación por retenciones.
El impacto de la mejora en los precios de nuestros productos es evidente si subrayamos que a los precios internacionales vigentes en 2001 hubiésemos embolsado tres mil cuatrocientos millones de dólares menos, que significan 2,83% del PBI. A la sazón, los mejores precios permiten un mayor ingreso de divisas por exportaciones, mayor superávit comercial y de cuenta corriente, convirtiéndose de ese modo en un pilar de la recaudación para el esquema estratégico del sector fiscal.
Que bueno que la mano de Dios empieza a moverse en Argentina, ya que el aumento de precios de nuestros productos no es algo que podamos decidir por nosotros mismos. La apreciación del Euro también es algo que está jugando a nuestro favor y que antes de ahora nos actuó en contra (el dólar se había apreciado frente al Euro casi un 40 por ciento entre 1996 y 2000). Es muy importante por ejemplo, porque el aumento de los pesos que ingresan a cambio de los Euro, beneficia al 20 por ciento de nuestras exportaciones que tienen como destino Europa.
Afortunadamente también el mundo sigue creciendo, lento pero con bajas tasas de inflación, lo cual permite que permanezcan bajas las tasas de interés. Dichosamente la baja de la tasa y la abundante liquidez internacional, han contribuido a que los flujos de capitales comiencen a circular otra vez hacia los países emergentes, haciendo que los indicadores de riesgo país bajen y el dólar se devalúe.
Es decir, estamos viviendo todo lo contrario de lo que nos pasó en los años anteriores, en el proceso previo al colapso de la economía.
Si bien las bajas tasas de interés no nos benefician en forma directa por la situación de “default”, podemos esperar que una parte de los treinta y tres mil millones de dólares que se fugaron del país en solo un año y medio, regresen a causa de los bajos rendimientos internacionales.
Si bien los sectores opositores le reclaman al Ministro Lavagna no haber dado a conocer un programa económico integral de largo plazo, por ahora el escenario de coyuntura es estable y pueden atenderse las urgencias emergentes de cuatro años de recesión, donde algunos de ellos transcurrieron con planes estratégicos que no prosperaron.
La negociación con el FMI es la clave para estructurar un programa posterior, de acuerdo a las restricciones que el acuerdo o “no acuerdo” con este organismo internacional de crédito determine, incluyendo la reestructuración del festival de bonos.
Para completar, las proyecciones de crecimiento del PBI apuntan por encima del 5 por ciento en 2003. Está aumentando el consumo impulsado por subas del salario real, la mayor inyección monetaria, el crédito al consumo por tarjetas y el avance de la confianza de los consumidores. A la vez, mejora la inversión impulsada por la construcción y la mayor demanda de equipo durable.
Así descripta la situación, no luce para nada descontrolada, como suelen plantear los fatídicos opinólogos con propensión marginal a la pesadilla.
*Presidente de www.hacer.com.ar
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